7 fotos
La ni?a que convenci¨® a su madre para dejar de mutilar y otras seis historias de ablaci¨®n El pa¨ªs, que prohibi¨® la mutilaci¨®n genital femenina en 2019, tiene una de las mayores tasas en el continente, seg¨²n Naciones Unidas. Cinco activistas y dos de sus progenitoras cuentan c¨®mo luchan para que nadie m¨¢s sufra esta pr¨¢ctica ¡°Estoy totalmente en contra de la mutilaci¨®n genital femenina, pero ha sido la fuente de ingresos de mi madre durante toda mi vida. Gracias a ello, pudo cuidarnos, pagar nuestra educaci¨®n, la comida y todas las necesidades de nuestra familia. De hecho, solo fui consciente de los efectos negativos cuando fui a la escuela. Antes de eso, pensaba que estaba bien. Cuando le dije a mi madre que no estaba dispuesta a ser sometida al corte, tuve suerte porque ella apoy¨® mi decisi¨®n. En los ¨²ltimos a?os, ha habido muchas actividades en nuestra comunidad para que las 'soweis' (las mujeres que dirigen las pr¨¢cticas de iniciaci¨®n en su comunidad) conozcan los da?os que provoca esta pr¨¢ctica. Adem¨¢s, en casa intento explicarle todo lo que aprendo en la escuela sobre la mutilaci¨®n. Tambi¨¦n hablo de ello con mi padre y con los chicos que conozco¡±. QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Mammy Simity fue una 'sowei', practicante de la mutilaci¨®n genital femenina. Su hija Marie, de 15 a?os, se neg¨® a ser sometida a ella y se ha convertido en una l¨ªder de su comunidad en contra de esta pr¨¢ctica. Gracias al activismo de su hija, Mammy lleva dos a?os sin intervenir a ninguna otra ni?a. Ella fue sometida al ritual cuando era una ni?a. ¡°En ese momento estaba dispuesta a pasar por el proceso porque, seg¨²n nuestra tradici¨®n, no eres una mujer completa hasta que no has sido iniciada en la sociedad Bondo¡±. Tras dar a luz a sus dos primeros hijos, Mammy Simmity se convirti¨® en 'sowei', lo que para ella fue todo un ¡°honor¡±. ¡°Por aquel entonces, los ni?os eran los ¨²nicos que pod¨ªan ir a la escuela. Las ni?as ten¨ªan que ayudar a sus madres en casa y en la granja. Estoy muy orgullosa y feliz con lo que est¨¢ haciendo mi hija. Si ella est¨¢ en contra, est¨¢ bien. Es su propia elecci¨®n". QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Isatu, de 15 a?os, fue sometida a la mutilaci¨®n genital femenina a los 10 a?os y cuando sus padres murieron en 2015 a causa de un brote de ¨¦bola, su t¨ªa la oblig¨® a convertirse en una 'sowei' o mutiladora. Isatu fue obligada a casarse a los 13 a?os, y, muy poco tiempo despu¨¦s, tuvo una hija. Sin embargo, ha sabido sobreponerse a las dificultades de la vida y ahora es una activista juvenil decidida a erradicar definitivamente la ablaci¨®n en Sierra Leona. ¡°Hablar sobre ello no es f¨¢cil. Me he encontrado con reacciones muy negativas por parte de personas que est¨¢n a favor de que esta pr¨¢ctica contin¨²e. Algunos de los comentarios que recibimos son muy agresivos. Aun as¨ª, intento que no me influyan porque s¨¦ que lo que estoy haciendo es lo correcto¡±, explica. QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Sewanatu, nacida en Sierra Leona, ten¨ªa seis a?os cuando fue sometida a la mutilaci¨®n genital femenina. Ahora tiene 20 y lleva a?os trabajando en contra de esta pr¨¢ctica y tambi¨¦n del matrimonio infantil, el embarazo adolescente y la violencia sexual contra las mujeres, con el apoyo de la ONG Plan Internacional. Ahora que ha terminado la escuela, la joven quiere ser m¨¦dica para poder ayudar a garantizar los derechos de las v¨ªctimas y las supervivientes de violencia sexual. "Quiero ayudar a las ni?as a creer en s¨ª mismas y a que vean que tienen muchas oportunidades. Quiero que sepan que son inteligentes, que son fuertes y que son capaces de hacer lo mismo que los chicos". QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Zainab, de 17 a?os, es activista desde hace cuatro a?os. Cuando sea mayor, quiere ser m¨¦dica. A pesar de que su propia madre es una 'sowei' (mujer que realiza la ablaci¨®n), se neg¨® a ser iniciada en la sociedad Bondo y se opone firmemente a la mutilaci¨®n genital femenina. "No es tan habitual que las chicas lideren campa?as, pero quiero motivar a toda la gente que est¨¢ en contra y conseguir que no se rindan. Si todos los actores relevantes de la comunidad trabajan juntos la pr¨¢ctica se acabar¨¢ erradicando". QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Kadiatu, de 35 a?os, es antigua practicante de la ablaci¨®n. La mutilaci¨®n ha sido su principal fuente de ingresos durante m¨¢s de 20 a?os, hasta que Zainab, de 17 a?os, su hija mayor, comenz¨® a oponerse a esta pr¨¢ctica. Zainab se neg¨® a ser sometida a mutilaci¨®n y as¨ª logr¨® persuadir a su madre para que abandonara su oficio. A pesar de ser la principal fuente de ingresos desde la muerte de su marido, Kadiatu no tiene intenci¨®n de volver a mutilar a otras ni?as. De hecho, tambi¨¦n ha comenzado a abogar en contra de esta pr¨¢ctica, apoyando a la ONG Plan Internacional. QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL) Isha, una adolescente de 16 a?os, es otro caso de adolescente obligada a someterse a la ablaci¨®n. Le sucedi¨® a los 12. Poco despu¨¦s, le dijeron que ten¨ªa que contraer matrimonio y, cuando se neg¨®, sus padres la echaron de casa. Ahora forma parte del programa Girl Power Group de Plan Internacional y ejerce como mentora en su escuela, compartiendo con otras ni?as los conocimientos e informaci¨®n necesaria para que sepan defenderse. ¡°Tras mutilarme, me dijeron que ten¨ªa que casarme. Y, aunque era muy joven, pregunt¨¦: '?Tengo que hacerlo o puedo asistir a la escuela?'. Fue una conversaci¨®n muy dif¨ªcil con mis padres. Est¨¢bamos enfrentados, fue como una batalla. Entonces entend¨ª que ¨¦ramos muy diferentes. S¨¦ que parte de la responsabilidad de este problema es de los padres, porque solo piensan en el dinero¡±. QUINN NEELY (PLAN INTERNATIONAL)