Ataque a la BBC

El primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, ha desencadenado en las ¨²ltimas semanas una intensa campa?a contra la BBC, una compa?¨ªa a punto de cumplir sus 100 a?os de historia que lleva a gala su inquebrantable independencia del poder pol¨ªtico. El ala dura del partido conservador no disimula su animadversi¨®n hacia la corporaci¨®n p¨²blica, a la que acusa de defender una posici¨®n contra el Brexit. No solo se trata de atacar los fundamentos de la BBC, desacreditar la labor de sus periodistas y erosionar su enorme peso simb¨®lico en la sociedad brit¨¢nica, sino que la estrategia pasa por asfixiarla econ¨®micamente. El Gobierno de Johnson ha anunciado que se plantea despenalizar el impago de la tasa que los ciudadanos est¨¢n obligados a abonar para contribuir al mantenimiento econ¨®mico de la BBC, que ronda los 184 euros anuales por hogar. Eludir este tributo acarrea multas de hasta 1.200 euros e incluso puede conllevar penas de prisi¨®n.

Para los brit¨¢nicos, la BBC ha sido hist¨®ricamente una instituci¨®n venerada y con un arraigo comparable al de la propia monarqu¨ªa. Su l¨ªnea editorial, que se ha mantenido con Gobiernos de distinto color y por encima de las rencillas partidistas, sigue siendo percibida, dentro y fuera del Reino Unido, como uno de los grandes referentes de la cultura brit¨¢nica. Es cierto que la legendaria corporaci¨®n p¨²blica ha estado sometida a presi¨®n pol¨ªtica en muchas ocasiones, pero esta vez el ataque parece realmente serio porque cuestiona sus principales valores: ejercer un periodismo responsable, independiente, veraz, preciso y enfocado hacia el inter¨¦s general.

Las advertencias del Gobierno de Johnson podr¨ªan convertirse en realidad una vez finalizado el plazo de vigencia de la actual Royal Chartde de la BBC, en 2027, de modo que la licencia anual podr¨ªa ser eliminada tras la pr¨®xima revisi¨®n de los estatutos. Hasta entonces se anuncia una etapa de enconadas negociaciones entre las dos partes. Perder esta fuente de financiaci¨®n pondr¨ªa en serio peligro el actual modelo de la corporaci¨®n. Y ser¨ªa un empuj¨®n para otros modelos televisivos, como el que representan las plataformas online multinacionales, deseosas de hacerse un hueco en un mercado muy competido.

Desmantelar la BBC o relegarla a desempe?ar un papel de escasa relevancia implicar¨ªa debilitar uno de los referentes de la cultura brit¨¢nica y supondr¨ªa un duro golpe a un modelo period¨ªstico admirado en Europa. Frente a quienes sostienen que las televisiones p¨²blicas no deben ser cr¨ªticas con el Gobierno que las sostiene, la BBC ha demostrado que la independencia es posible e imprescindible. M¨¢s a¨²n en tiempos de tantas operaciones de fake news.