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850.000 refugiados sursudaneses en el limbo, a pesar de los acuerdos de paz 2,2 millones de personas viven desplazadas por la fuerza en pa¨ªses vecinos tras haber huido de la guerra civil que asola su pa¨ªs desde 2013. Y lo hacen en estas condiciones Aproximadamente 2,2 millones de sursudaneses viven desplazados por la fuerza en pa¨ªses vecinos tras haber huido de la guerra civil que asola su pa¨ªs desde 2013. Seg¨²n Acnur, Sud¨¢n alberga a m¨¢s de 861.000 de ellos, el segundo n¨²mero m¨¢s elevado despu¨¦s de Uganda. En la imagen, algunas mujeres esperan en la sala de triaje del antiguo hospital de M¨¦dicos Sin Fronteras en el campo de refugiados de Al Kashafa, en el estado sudan¨¦s del Nilo Blanco. A pesar del proceso de paz en Sud¨¢n del Sur, no ha habido una disminuci¨®n significativa en el n¨²mero de refugiados en el Nilo Blanco. Muchos dicen que esperan regresar a casa y retomar una vida normal, pero prefieren quedarse en Sud¨¢n hasta que la situaci¨®n se calme. En la imagen, una mujer camina a trav¨¦s del campo de refugiados de Al Kashafa. La mayor¨ªa de las afecciones m¨¦dicas que los equipos m¨¦dicos atienden en el estado del Nilo Blanco son causadas por las condiciones de precariedad y congesti¨®n en que viven los refugiados, tales como la desnutrici¨®n, diarreas, infecciones del tracto respiratorio (incluida la tuberculosis), la malaria y enfermedades de la piel. ¡°Cuando comenz¨® la crisis en Sud¨¢n del Sur, tuve que venir con mi familia a refugiarme aqu¨ª. En Alto Nilo, la regi¨®n de la que provengo, todo qued¨® destruido. Perdimos todo, incluida nuestra casa. Lo ¨²nico que pudimos salvar fue nuestra propia vida. Afortunadamente, la comunicad local nos recibi¨® de forma acogedora¡±, explica Lino Ernest, un m¨¦dico que lleva trabajando con M¨¦dicos Sin Fronteras en Sud¨¢n desde hace tres a?os. En 2019, MSF realiz¨® casi 120.000 consultas en Al Kashafa, unas 10.000 al mes, y hospitaliz¨® a m¨¢s de 5.000 pacientes. Dos de cada tres pacientes son refugiados, pero el resto pertenecen a la comunidad local. A lo largo del a?o pasado, la organizaci¨®n m¨¦dica tambi¨¦n ayud¨® a m¨¢s de 670 mujeres a dar a luz, una media de casi dos beb¨¦s por d¨ªa. En la imagen, la doctora Duaa examina a Sabit Josef, de 31 a?os, un paciente con gastritis, en la sala de urgencias. Vivir el conflicto, presenciar y sufrir situaciones violentas y tener, adem¨¢s, que lidiar con los desaf¨ªos de ser refugiado y la incertidumbre sobre el futuro provocan que muchas personas tengan problemas de salud mental. En la imagen, una refugiada espera en el zona de triaje del hospital de M¨¦dicos Sin Fronteras en Al Kashafa. MUSAB SAHNON La mayor comunidad de refugiados sursudaneses en el pa¨ªs vecino se encuentra en el estado de Jartum, pero casi todos los estados lim¨ªtrofes cuentan con un n¨²mero significativo. Solo el del Nilo Blanco alberga a 248.000, de los cuales 162.000 viven en campos como Al Kashafa. En la imagen, algunas mujeres esperan en el antiguo hospital de MSF. ¡°Vine a Nilo Blanco hace tres a?os, acompa?ada de 18 miembros de mi familia. La guerra fue lo que nos trajo hasta aqu¨ª. Vinimos a pie y tardamos casi un mes en llegar. Algunos de los ni?os, los m¨¢s peque?os, murieron en el camino por la falta de comida y agua, y por la exposici¨®n al sol", recuerda Julia Odok, de 24 a?os, una refugiada de Malakal. En la imagen, Julia est¨¢ sentada junto a su hijo Emmanuel, de tres a?os. Sufre desnutrici¨®n aguda y est¨¢ siendo tratado. "La vida es dif¨ªcil. No tenemos nada: no tenemos casa, dinero ni trabajo", relata Julia. ¡°Lo ¨²nico que puedes hacer es sentarte y esperar. Nos dan lentejas y sorgo cada mes, pero nada m¨¢s. No podemos comerlas todos los d¨ªas. Eso hace que los ni?os se vuelvan todav¨ªa m¨¢s vulnerables a las enfermedades". ¡°Las necesidades sanitarias y humanitarias en los campamentos distan mucho de estar cubiertas. Por eso resulta crucial que sigamos ayudando a los refugiados y a las comunidades locales que los acogen. Algunos de los principales desaf¨ªos son la escasa disponibilidad de agua potable, la falta de trabajo remunerado, las limitaciones de movimiento a las que est¨¢n sometidos y la insuficiencia de alimentos¡±, explica C¨¦sar P¨¦rez, coordinador del terreno de MSF. En la imagen, el trabajador de salud comunitario Stephen Odyak visita a un paciente en su casa. MUSAB SAHNON Para mejorar la atenci¨®n m¨¦dica que dispensa tanto a poblaci¨®n refugiada como local, MSF abri¨® un nuevo hospital de 85 camas el pasado mes de diciembre en Al Kashafa. En la imagen, el registrador Daniel Okony apunta los datos de una paciente en la zona de triaje del nuevo hospital. MUSAB SAHNON El nuevo centro ofrece atenci¨®n m¨¦dica primaria y secundaria a pacientes con afecciones complicadas, incluidos ni?os con desnutrici¨®n aguda severa y personas con enfermedades infecciosas cr¨®nicas, como el VIH y la tuberculosis. En la imagen, la dispensadora de la farmacia, Fatima Alagib, entrega unos medicamentos a una mujer. MUSAB SAHNON