La m¨ªtica casa de subastas que vendi¨® el descapotable de Raniero abre sus puertas en Madrid (por tiempo limitado)
H?tel des Ventes de Monte-Carlo ha sacado al mercado la colecci¨®n particular de Annette Giacometti, el zafiro m¨¢s caro del mundo o piezas de Botero o Matisse. Estos d¨ªas se presenta a los coleccionistas espa?oles
A finales de los a?os cincuenta, el pr¨ªncipe Raniero III de M¨®naco materializ¨® unos de sus mayores sue?os: tener su propia colecci¨®n de coches antiguos. Con tal fervor abraz¨® esta afici¨®n, que en poco tiempo el garaje de Le Palais Princier se qued¨® peque?o y tuvo que desplazar a m¨¢s de un centenar de joyas aerodin¨¢micas y deportivas a las Terrazas de Fontvieille.
Hasta all¨ª se trasladaron hitos del automovilismo como su famoso De Dion¨CBouton de 1903 o el deportivo Delahaye 135 que arras¨® en las carreras de los Alpes durante los a?os cuarenta. Sin olvidar otros modelos m¨¢s sentimentales como el Lexus que llev¨® a Alberto de M¨®naco a dar el s¨ª quiero en 2011 o el Renault Florida de su mujer Grace Kelly.
Una pieza que ya no formar¨ªa parte de este museo sobre ruedas ser¨ªa su c¨¦lebre Plymouth Cabriolet de 1931, descapotable y en color azul beb¨¦, que fue testigo de sus innumerables paseos por la Costa Azul. En 2006, H?tel des Ventes de Monte-Carlo lo adjudic¨® por 31.000 euros en subasta y, desde entonces, se desconoce el nombre de su conductor. "Mantener la confidencialidad de nuestros compradores es uno de nuestros principios inapelables", se?ala por tel¨¦fono Anne Laure Carrega.
La directora general de la casa de subastas, que recientemente vendi¨®?Dancing couple de Botero por 1,4 millones de euros, y que esta semana organiza sus primeras jornadas de puertas abiertas en el Hotel Orfila de Madrid para captar posibles compradores en nuestro pa¨ªs, se muestra tajante cuando intentamos indagar en la lista de clientes habituales que han adquirido alguna de sus art¨ªculos.
En un mercado global que gener¨® 6.980 millones de d¨®lares (6.450 millones de euros) en el ¨¢mbito del arte en 2019, mantener a buen recaudo el anonimato de sus clientes es primordial. "Solo se podr¨ªa revelar nombres de ¨ªndole p¨²blica como el Museo Louvre de Par¨ªs o el propio Principado de M¨®naco. El perfil de nuestro comprador es muy variado. Tenemos desde coleccionistas habituales que conocen bien el mercado a nuevos clientes que compran por primera vez y se dirigen a nosotros por la confianza que les aporta una ciudad como M¨®naco".
El inter¨¦s de las autoridades monegascas por desarrollar el mercado del arte en Montecarlo fue uno de los factores decisivos para la creaci¨®n de esta casa de subastas en 2012. Hasta entonces, se limitaba a subastas ef¨ªmeras por hoteles de la zona. Gracias a las ventajosas condiciones fiscales que ofrece el Principado, como la posibilidad de pagar y recibir un pago en efectivo hasta 30.000 euros sin restricciones ¨Cadem¨¢s de promover la seguridad en todo el proceso¨C, ha permitido un desarrollo y crecimiento muy r¨¢pidos en las actividades de HVMC.
Aglutinar a m¨¢s de 40 nacionalidades en su estrat¨¦gica ubicaci¨®n, ha sido otro elemento decisivo en la expansi¨®n de su entramado comercial por todo el mundo. "Realizamos unas 25 subastas por a?o dentro de M¨®naco, con la colaboraci¨®n de 15 expertos independientes e internos. Ofrecemos un servicio especial para una clientela internacional y trabajamos colecciones procedentes de cualquier parte del mundo, aunque sobre todo trabajamos piezas de Argentina, Israel, EE.UU.", se?ala Carrega.
Por su cat¨¢logo han pasado tesoros de toda ¨ªndole y procedencia. Es el caso del ba¨²l que dise?¨® en exclusiva la firma Louis Vuitton para el escultor Alberto Giacometti o el yate Riva Ariston que acompa?¨® a muchas celebrities como Brigitte Bardot en sus periplos por la Riviera francesa durante los sesenta, y que alcanz¨® los 80.000 euros en subasta. El cuadro Dos leones al acecho en la jungla (1909-1910), de Henri de Rousseau, obra cumbre del arte na?f, fue adjudicada a un coleccionista israel¨ª por 2,6 millones de euros en su primera subasta de la historia.
Pero no es la pieza m¨¢s cara que han sacado hasta la fecha: un comprador de Oriente Medio lleg¨® a pagar 4,6 millones de euros por una peque?a obra del expresionista Henri Matisse. "El universo del coleccionismo est¨¢ experimentando un t¨ªmido retorno a las producciones cl¨¢sicas, a los muebles y objetos de interiorismo antiguos, aupados por su rareza y calidad", analiza Carrega. "El arte asi¨¢tico tambi¨¦n atraviesa un buen momento, y M¨®naco es un lugar muy atractivo para los aficionados a esta disciplina".
Su fundador, Franck Baille, presidente de HVMC y experto en pintura moderna e impresionista, trabaj¨® durante 12 a?os con el subastador Jacques Tajan antes de dirigir su propia casa de subastas en el H?tel Drouot en Par¨ªs. Autor de varios estudios sobre pintura de los siglos XIX y XX en el sur de Francia, ha sido una de las voces eruditas en el descubrimiento de los 65 dibujos in¨¦ditos de Vincent Van Gogh que public¨® la editorial francesa Seuil en 2016, y que inspir¨® la pel¨ªcula At Eternity¡¯s Gate, de Julian Schnabel.
Por sus manos han pasado algunas obras ins¨®litas como La oficina del recaudador de impuestos (c. 1615), del pintor flamenco Peter Brueghel, o el busto de m¨¢rmol de Lucrecia de Este (1821), de Antonio Canova, vendido por dos millones de euros. Un caso llamativo fue la venta de la Colecci¨®n Verit¨¦, perteneciente a una de las familias m¨¢s reputadas de Francia en el coleccionismo de piezas arqueol¨®gicas desde los a?os treinta. Su lote de arte primitivo super¨® las expectativas al ser adquirido por m¨¢s de un mill¨®n de euros.
El zafiro m¨¢s caro del mundo, encontrado en un bolsillo
La puja de joyas y prendas hist¨®ricas es otro punto de inter¨¦s que sustenta la reputaci¨®n de H?tel des Ventes de Monte-Carlo. La colecci¨®n particular de Annette Giacometti, en concreto, fue una de las subastas m¨¢s recordadas de 2012. Desde que se conocieron en 1946, la musa del artista suizo comparti¨® con su marido el gusto por los objetos de lujo y el coleccionismo de piezas preciosas. El lote de su joyero, que formaron los pendientes y el brazalete 'Art d¨¦co' de la firma Cartier, tres piezas ¨²nicas de diamantes, esmeraldas, onyx y platino, se vendi¨® por un total de 68.000 euros.
Pero fue un zafiro de Cachemira de 18,42 quilates la pieza m¨¢s sorprendente que han adquirido en toda su historia. La historiadora de arte Chantal Beauvois, cofundadora de HVMC y geme¨®loga, recuerda c¨®mo lleg¨® a sus manos: "Durante 15 a?os su due?o mantuvo esta pieza olvidada en un caj¨®n, comprada a un comerciante de diamantes en Amberes. Al recordar su existencia, pidi¨® a su padre que intentara venderla por las calles de Par¨ªs. Tras no saber nada durante d¨ªas, el hijo decidi¨® investigar qu¨¦ hab¨ªa pasado, y descubri¨® que su padre hab¨ªa muerto en medio de calle. Cuando reconoci¨® el cad¨¢ver, busc¨® el zafiro y ?lo encontr¨® en su bolsillo!".
Alguien le recomend¨® que pidiera la opini¨®n de madame Beauvois que qued¨® al instante deslumbrada por su belleza. Al observar la pureza de esta piedra, tan profunda y perfecta, realiz¨® un an¨¢lisis para confirmar que se trataba de un zafiro de Cachemira, el m¨¢s raro del mundo. "Lo vendimos por 660.000 euros. A su due?o casi le da un ataque al coraz¨®n".
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