La caja de sorpresas de EE UU

Naci¨®n joven busca septuagenario, frisando los 80, para la Casa Blanca, para sustituir a hombre blanco de 73 a?os, mentiroso patol¨®gico, envidioso de los aut¨®cratas, que ha puesto patas arriba el orden mundial liberal. Abstenerse mujeres. S¨ª es naci¨®n para viejos, pero no a¨²n para mujeres; s¨ª lo fue para un negro, ejerciendo la presidencia. Se busca un cambio tranquilo, no se trata de hacer la revoluci¨®n. Se necesita una coalici¨®n de diversos para recoser Estados Unidos.

Todo es posible en Am¨¦rica, lo fue en 2016, el inesperado triunfo de un outsider pol¨ªtico que gobierna emitiendo inauditos tuits m¨¢s simples que una mata de habas. Recuerdo de mi infancia unas cajas artilugio con un muelle en su interior, que se abr¨ªan arrojando sorpresas mientras saltaba un mu?eco. Estados Unidos es hoy una caja de sorpresas, en la que cabe de todo. Todo es posible en Am¨¦rica, como cantaba Rita Moreno en West Side Story.

La caja de las sorpresas ofrece tambi¨¦n un dato destacado. Por primera vez, el socialismo no provoca ya las ronchas que produc¨ªa y un reciente sondeo de Gallup resalta que los j¨®venes tienen una buena opini¨®n de una ideolog¨ªa hasta ahora obscena. Ha calado la idea de que primera superpotencia no puede seguir afligida por el hecho de que la brecha entre el 0,1% de su poblaci¨®n y el otro 0,99% sea mayor que nunca. Pero no es posible, Mr. Bloomberg, comprar la presidencia invirtiendo medio bill¨®n de d¨®lares en un bombardeo de saturaci¨®n de anuncios en televisi¨®n.

En solo unos d¨ªas las primarias dem¨®cratas han purgado la carrera electoral. De los 10 negritos de Agatha Christie solo quedan dos. Bernie Sanders, 78 a?os y dos stents, autodenominado socialista democr¨¢tico, populista como Trump, senador sin huella legislativa, gru?¨®n, debelador del establecimiento pol¨ªtico y financiero. Recuerda un poco al ex l¨ªder laborista Corbyn pero su programa va m¨¢s all¨¢. Rojo impracticable que probablemente regalar¨ªa el segundo mandato a Trump. El presidente estar¨ªa encantado de enfrentarse con Sanders, al que mezquinamente llama ¡°chiflado¡±, y no con Biden. Bernie aporta otra sorpresa a la caja: los votantes m¨¢s j¨®venes son su principal base electoral, junto con los latinos, que compran su pasi¨®n por asaltar el sistema. Justo los electores que menos votan. La opci¨®n dem¨®crata ya es solo binaria. Sanders o Biden. Este ¨²ltimo, tambi¨¦n senador durante 36 a?os, ep¨ªtome de la clase pol¨ªtica, 77 a?os, vicepresidente ocho a?os con Obama, moderado, es la fuerza tranquila, el cambio de Trump sin riesgo. Arrastra un tartamudeo desde su infancia. Patina en los debates, pero con su normalidad y decencia se hace querer. Y, sobre todo, es elegible.

El coronavirus ha infectado la econom¨ªa mundial. La principal baza de Trump para ser reelegido el 3 de noviembre es la buena marcha de la econom¨ªa estadounidense. No es descartable que la epidemia acabe siendo el cisne negro ¡ªel acontecimiento impensable e incontrolable¡ª para derrotar a Donald Trump. Al precio de una recesi¨®n. La ¨²ltima sorpresa de la caja. Todav¨ªa hay partido. fgbasterra@gmail.com