La vida despu��s del Idai

El 14 de marzo de 2019, el que el cicl��n Idai toc�� tierra muy cerca de la ciudad portuaria de Beira, Mozambique, y sigui�� su destructor periplo hacia Malaui y Zimbabue.Albert Garc��a

De los tres pa��ses afectados por el cicl��n Idai, Mozambique ��en la posici��n 180 de 189 en el ?ndice de Desarrollo Humano de la ONU�� se llev�� la peor parte. M��s de 600 personas perdieron la vida y decenas de miles se quedaron sin hogar. Beira fue el epicentro con m��s de un centenar de fallecidos y un 90% de la ciudad destruida.Albert Garc��a

Durante d��as Beira, una de las principales ciudades de Mozambique con medio mill��n de habitantes, qued�� incomunicada, sin electricidad, agua ni alimentos tras el paso de Idai. Hoy, la estaci��n de tren presenta algunos cristales rotos, pero rebosa de ciudadanos esperando el pr��ximo convoy.Albert Garc��a

La huella de Idai en Beira es todav��a visible desde sus alturas: gran cantidad de edificios est��n a��n desnudos de tejados, otros est��n cubiertos por lonas y, en el mejor de los casos, en proceso de reconstrucci��n.Albert Garc��a

La pesca es una de las principales actividades econ��micas de esta ciudad portuaria. Praia Nova es usada como varadero natural por los marineros locales.Albert Garc��a

Muchas embarcaciones fueron destruidas por la furia del viento, que alcanz�� velocidades de casi 200 kil��metros a la hora, y los marineros trabajan un a?o despu��s en su rehabilitaci��n.Albert Garc��a

Amuji Hassan, de 50 a?os, tiene casi listo su barco semi-industrial un a?o despu��s del Idai. El tiempo apremia. En un mes empezar�� la temporada de pesca y cada d��a que se quede en tierra significar�� p��rdidas. ��Lo hemos tenido que reconstruir entero, el d��a del cicl��n se qued�� encima de otro��, rememora.Albert Garc��a

Mientras los pescadores reparan contrareloj sus embarcaciones para el inicio de la campa?a el pr��ximo abril, los ni?os juegan con los restos de pecios abandonados en la playa.Albert Garc��a

Para llegar a Praia Nova hay que atravesar un entramado de precarias tiendas y viviendas de listones de madera y lonas sujetas con palos. El olor de la basura aplastada bajo los pies se mezcla con el del pescado seco que se presenta a los compradores amontonado sobre pl��sticos en el suelo.Albert Garc��a

Las calles de Beira ten��an muchos baches antes de que el cicl��n destruyese la ciudad y abriese nuevos y grandes boquetes en las carreteras que todav��a no han sido reparados.Albert Garc��a

El club na��tico de Beira, con su popular restaurante junto al mar, lleva un a?o cerrado. Idai se lo llev�� por delante y no hay m��s indicio de reconstrucci��n que una carretilla en la acera que es usada por un lugare?o como camastro para dormir una siesta.Albert Garc��a

Juliao Sosa, de 49 a?os, residente en Dondo, se traslada cada d��a a Beira (a unos 40 kil��metros) en autob��s para instalar en la puerta del club n��utico su puesto de venta de artesan��as. El negocio ha ca��do dr��sticamente en este enclave. Pese a que cualquier vecino dirige al visitante interesado en adquirir un recuerdo aut��ntico a este 'mercado' de tres tiendas, la afluencia de compradores ya no es la que era.Albert Garc��a

Todav��a hoy, 2,5 millones de afectados por el cicl��n necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. La mitad son ni?os, denuncia Unicef. En la imagen, una peque?a busca alimentos en la basura en Beira. Lo que encuentra, se lo lleva a la boca sin dudar.Albert Garc��a

La descomunal tormenta tropical fue calificada por la ONU como "uno de los peores fen��menos meteorol��gicos de la historia en el hemisferio Sur".Albert Garc��a

George Tembe, de 43 a?os, ha podido arreglar parcialmente su min��scula vivienda de diez metros cuadrados distribuidos en dos habitaciones (un dormitorio y un sal��n-cocina-comedor). ��Ahora est�� bien, da para vivir, aunque todav��a entra agua por algunos sitios cuando llueve y tenemos que colocar cubos para recogerla y no mojarnos��, cuenta.Albert Garc��a

Frente a la vivienda de Tembe, en el barrio de Matacuane, en Beira, un grupo de ni?os se divierte jugando al f��tbol con un bal��n viejo y roto.Albert Garc��a

Con m��s del 46% de la poblaci��n por debajo del umbral nacional de la pobreza, las familias mozambicanas tienen muy dif��cil recuperarse de este tipo de impactos, cada vez m��s frecuentes. Y el Idai fue un golpe sin precedentes. M��s de 100.000 personas todav��a se asientan en refugios temporales doce meses m��s tarde, confirma la ONG Plan Internacional.Albert Garc��a

El hospital central de Beira qued�� muy da?ado por el cicl��n. Las instalaciones prioritarias ��las urgencias, unidad de pediatr��a o los quir��fanos�� han sido rehabilitadas con fondos y a iniciativa de diversas ONG, como dejan constancia los carteles informativos en el recinto sanitario. Otras est��n todav��a en obras o abandonadas.Albert Garc��a

El m��dulo de psiquiatr��a del hospital central de Beira sigue un a?o despu��s de Idai en proceso de rehabilitaci��n. Una organizaci��n japonesa financia y coordina las obras que, seg��n informa un cartel junto al edificio, comenzaron el pasado diciembre y deber��an haber conclu��do en febrero.Albert Garc��a

El cicl��n arranc�� el techo del m��dulo de anatom��a patol��gica del hospital central de Beira, entre otros destrozos. Todav��a no ha sido rehabilitado.Albert Garc��a