Otra factura sin pagar de Arabia Saud¨ª
Con la econom¨ªa mundial de rodillas a los gobernantes saud¨ªes no se les ocurri¨® nada mejor que empeorarla
Las dictaduras van a lo suyo y esto no es nada nuevo. Pero cuando pase ¡ªal menos, en un primer momento¡ª el par¨®n en la vida internacional debido a la pandemia de coronavirus no estar¨ªa mal que alguien le pidiera cuentas y le pasara la factura a Arabia Saud¨ª por lo que ha hecho. Al menos, por lo hecho en las ¨²ltimas semanas, tampoco nos pongamos exquisitos y pretendamos ir m¨¢s atr¨¢s en el tiempo.
En pleno tambaleo de la econom¨ªa mundial ¡ªes decir, nos guste o no, del sistema por el que se rige el modo de la inmensa mayor¨ªa de los habitantes de este planeta, incluidos aquellos que se autoproclaman fuera del sistema¡ª, la dictadura feudal saud¨ª decidi¨® poner su granito de arena para empeorar las cosas o, mejor dicho; ech¨® su gotita de petr¨®leo. Cuando las negociaciones con Rusia para reducir la producci¨®n se torcieron en la noche del pasado jueves ¡ªItalia estaba entonces a punto de retener en su casa a 16 millones de personas y el mundo ya ve¨ªa claramente lo que se ven¨ªa encima¡ª, los saud¨ªes optaron por abrir el grifo, literalmente, y hundir el precio mundial del crudo como estrategia negociadora. Los rusos tambi¨¦n tienen su parte en esta historia, pero quienes apretaron el bot¨®n fueron los saud¨ªes.
El consumidor pensar¨¢, con raz¨®n, que el que baje el petr¨®leo es bueno. S¨ª, pero que se produzcan p¨¦rdidas millonarias por ello, no tanto. Y menos en un momento de ca¨ªda libre en los mercados que siempre se traduce en personas que se quedan sin trabajo. Porque si hay una regla fija es que los platos rotos siempre los pagan los mismos.
Arabia Saud¨ª fue tan ego¨ªsta como el acaparador de mascarillas. Este ejemplo era un sinsentido hace pocos d¨ªas, pero ahora se entiende perfectamente. Aunque las cuentas no les cuadren, pueden permit¨ªrselo. Su petrolera de bandera obtuvo en 2019 un beneficio ¡ªojo, beneficio, el dinerito que queda¡ª cercano a los 80.000 millones de euros. Con la econom¨ªa mundial gravemente enferma, los saud¨ªes decidieron empeorarla, porque se creen inmunes.
No deber¨ªa sorprender porque la familia que gobierna el pa¨ªs desde hace d¨¦cadas lleva el mismo tiempo haciendo lo que quiere sin que nadie rechiste. Y todo con la mano puesta en el surtidor de petr¨®leo.
Por el camino se ha producido una nueva purga en el c¨ªrculo de poder. Ya se sabe, la habitual lucha ¡°contra la corrupci¨®n¡± que termina con los m¨¢s poderosos confinados en alg¨²n lugar y los menos afortunados convenientemente desaparecidos. Los rumores apuntan a un empeoramiento en la salud del rey, y el heredero est¨¢ procediendo a la correspondiente criba de lealtades y amenazas. Y tal vez vengan m¨¢s.
Es posible que nada de esto ¨²ltimo sea tenido en cuenta. Son pecadillos sistem¨¢ticamente tolerados por la comunidad internacional, como la opresi¨®n de la mujer o el asesinato de periodistas disidentes. Pero estar¨ªa bien que ahora que el r¨¦gimen saud¨ª ha tocado en el peor momento lo que verdaderamente le importa a la comunidad internacional ¡ªel bolsillo¡ª, quedara debidamente anotado en rojo. Y cobrado.
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