Panor¨¢mica de la locura
No atinamos a encontrar un camino que nos lleve a la certidumbre pues aunque a las personas en el Gobierno se les oye firmes, no hay coherencia
Se vive dos veces, en realidades paralelas, al estilo Hollywood, con la f¨®rmula de Syd Field: la torpeza como conflicto central y cada tanto un plot twist que nos mantiene pegados a la televisi¨®n y a las redes. Desde casa somos espectadores de nuestra propia realidad. La vivimos sin vivirla.
No atinamos a encontrar un camino que nos lleve a la certidumbre pues aunque a las personas en el Gobierno se les oye firmes, no hay coherencia. Nosotros tampoco somos coherentes, a momentos estamos bien, a otros, mal. El meme y el pensamiento pol¨ªtico conviven, se transmigran, se confunden, risas y preocupaci¨®n. Todo al mismo tiempo hasta que es la hora de la comida y empezamos de nuevo: ?Ya cerraron las fronteras! ?No han cerrado las fronteras hasta ma?ana! ?Aplausos para las personas que sostienen a la sanidad p¨²blica! ?Se ha muerto un empresario, se han enfermado diez, veinte, mil! ?Esto es el caos! Pero no hay caos porque en realidad la casa est¨¢ en calma, relativamente limpia, hay comida en el refrigerador y hasta ahora no hay enfermos en la familia.
Los noticieros nos cuentan que las calles est¨¢n vac¨ªas, pero la mayor¨ªa de las veces la c¨¢mara dice otra cosa, apenas hace un par de noches, contamos veintis¨¦is personas dispersas pero poco preocupadas detr¨¢s de la reportera que daba la nota de una Espa?a vac¨ªa. Nos ponen im¨¢genes de drones en Madrid R¨ªo pidiendo a la gente que se confine en sus casas aunque en el barrio a¨²n escuchamos el ruido de las calles. Como si hubieras muchos Madrid, todos distintos, viviendo diversas realidades. Lo mismo pasa con M¨¦xico, que nos llega desde otra dimensi¨®n pero de la misma forma se antoja incre¨ªble y dando esa sensaci¨®n de que no vivimos en el mismo mundo: se celebran conciertos masivos, no hay aplausos para los m¨¦dicos y se inventan bulos de personas muertas que no han muerto, o de madres que tienen que ser tranquilizadas a cachetadas.
El ¡°gran cambio del mundo occidental¡± nos lo cuentan de manera improvisada y a escaladas diferidas. Un clickbait por aqu¨ª, otro por all¨¢. La informaci¨®n siempre es incompleta, casi que a prop¨®sito, por eso nos sentimos frustrados. En Espa?a porque nuestro encierro parece no dar resultados, en M¨¦xico porque nuestro no-encierro no da consuelo.
As¨ª no imaginamos que ser¨ªa el fin del fin del fin de nuestras expectativas del mundo. Ya no necesitamos guerras, ni bombas, ni armas; el futuro se antoja aburrido, nos creamos nuestras propias psicosis y por eso salimos a los balcones a cantar, a aplaudir, a tuitearlo e instagramearlo: el presente lo es todo. Nos hemos volcado en el aqu¨ª y ahora, en el fav y el retuit hasta llegar a otros pa¨ªses que a su vez, chocan con nuestra realidad pero por supuesto los ignoramos. Somos el centro del mundo. De un porrazo olvidamos la crisis de refugiados en Moira, Grecia, los conflictos en Siria, las constantes pobrezas en ?frica, las personas empobrecidas en Am¨¦rica Latina y otros desastres que generan m¨¢s muertes y desesperanza. Hollywood est¨¢ orgulloso, nos ha educado a imagen y semejanza y es por esto, justo por esto, que saldremos victoriosos de este espejismo. Al menos eso nos decimos despu¨¦s de nuestra dosis diaria de redes sociales.
Si cada d¨ªa encerrados en casa, cooperando con las instrucciones estatales, es nuestra munici¨®n para combatir el COVID-19, entonces esta guerra est¨¢ ganada. Es cuesti¨®n de paciencia. Que nos sobra, aunque parezca que nos falta y por eso corremos a los supermercados a comprar lo que no necesitamos, pero pensamos que podr¨ªamos necesitar. ?Que se jodan los que no tienen la capacidad econ¨®mica o el tiempo para ser como nosotros! ?Que se joda la se?ora a la que grab¨¦ sin autorizaci¨®n para demostrar que le festej¨¦ el cumplea?os o le compr¨¦ el s¨²per, yo soy el protagonista! ?Que se jodan hombres y mujeres que no pueden parar, mi sufrimiento es primero! ?Que se jodan los representantes del Gobierno mexicano, queremos estar como Europa, vivir el caos en primera persona! Estamos todos locos, muy locos por ser parte de la fiesta.
Se vive dos veces, seguiremos en realidades paralelas: Europa por un lado y el mundo por otro. Pretenderemos que seguiremos conectados aunque hagamos todo lo posible por estar m¨¢s desconectados que nunca. Estamos cerrando fronteras. Pero de esta pel¨ªcula todav¨ªa no vamos a hablar. Por ahora, si acaso, en estos ratos de ocio inventados, -inexistentes, porque en realidad hay m¨¢s trabajo acumulado que nunca-, iremos escribiendo el nuevo gui¨®n, una especie de Leviat¨¢n reloaded donde el Estado de Bienestar vuelva para una Europa que con este confinamiento se est¨¢ haciendo un detox, mientras que otros pa¨ªses, criticados porque no pueden responder de la misma forma, estar¨¢n condenados a ser personajes extra de esta pel¨ªcula que por ahora se antoja como una panor¨¢mica de la locura.
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