10 fotos
Y si llega el coronavirus... Yemen es un pa¨ªs devastado por la guerra, con el 50% de las instalaciones sanitarias destruidas y el 80% de la poblaci¨®n dependiente de la ayuda humanitaria para sobrevivir, un contexto muy dif¨ªcil para contener cualquier epidemia Arwa Saleh junto a su hijo reci¨¦n nacido en su vivienda de cart¨®n, maderas y chapas en el campo informal de personas desplazadas en el Distrito de Mahala, en Yemen. Ella, su marido, Mohammed Ali Salem, y sus hijos huyeron de Hodeida, al norte del pa¨ªs a causa del conflicto. No tuvieron tiempo ni de coger sus pertenencias. Su hijo peque?o naci¨® cuando ya estaban fuera de su ciudad, fueron al hospital y tuvieron que pagar 20.000 reales yemen¨ªes para la atenci¨®n m¨¦dica. La madre cuenta que la situaci¨®n en el campo, en el que viven unas 300 familias, es muy dif¨ªcil y que ha habido enfermedades como el dengue. Pablo Tosco Antes, el campo informal de desplazados en el Distrito de Mahalaeste era un almac¨¦n de mercanc¨ªas, pues el puerto est¨¢ cerca. La mayor¨ªa de personas que viven aqu¨ª huyeron de otras zonas de Yemen afectadas por el conflicto, como Hodeida. El descampado en el que viven est¨¢ lleno de basuras y su situaci¨®n es muy precaria: sin agua, sin ba?o ni refugio en condiciones; las chabolas est¨¢n construidas con las l¨¢minas de metal que cubr¨ªan una antigua nave del lugar. Pablo Tosco Los residentes cocinan quemando la basura que se encuentra entre las viviendas, pl¨¢sticos, cartones, maderas. Como en esta imagen: Saif Abdulkareem cocina pan en un horno improvisado a base de basura. En este distrito, Oxfam trabaja con la contraparte Fundaci¨®n Abilitiy en un proyecto de transferencias de efectivo para personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. Unas 500 personas se han beneficiado de este programa de protecci¨®n. Pablo Tosco Nahed cuida a su hermano peque?o, que padece desnutrici¨®n. Ambos son hijos de Amina Fahd, quien se vio forzada a abandonar su comunidad cuando se inici¨® el conflicto. Antes de llegar a Almusaimir estuvo escondi¨¦ndose durante d¨ªas en la monta?a, entre piedras y ¨¢rboles hasta llegar un lugar seguro. Pablo Tosco En 2020, Yemen est¨¢ sufriendo la peor cat¨¢strofe humanitaria del mundo, seg¨²n Naciones Unidas. M¨¢s de 24 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgentemente, lo que equivale a cerca del 80% de la poblaci¨®n del pa¨ªs. Una de cada dos personas, fundamentalmente mujeres y ni?as, est¨¢n a un paso de la hambruna. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n no tiene acceso a agua potable. En 2015 empez¨® el conflicto entre el Gobierno de Yemen, apoyado por la coalici¨®n de pa¨ªses del Golfo liderada por Arabia Saud¨ª, contra los rebeldes hut¨ªes, conocidos como movimiento Ansar-Allah. Tras cinco a?os marcados por el declive econ¨®mico, la inseguridad alimentaria y el colapso de los servicios p¨²blicos esenciales, la poblaci¨®n sigue sufriendo y se est¨¢ agudizando la pobreza existente. El barrio de Arish est¨¢ lleno de casas en ruinas, destruidas por bombardeos a¨¦reos en el suroeste de Aden. Los dos bandos enfrentados en el conflicto tuvieron intensos combates en esta zona por su ubicaci¨®n estrat¨¦gica. Las personas que viv¨ªan aqu¨ª tuvieron que huir. Pablo Tosco Desde octubre de 2016, el pa¨ªs ha sufrido varios brotes de c¨®lera, que ha alcanzado techos hist¨®ricos. La transmisi¨®n est¨¢ estrechamente vinculada a la falta de acceso al agua potable e infraestructuras sanitarias. En la imagen, Rami Sulaiman se ducha en una instalaci¨®n improvisada en el campo de Al Mashqafa. Pablo Tosco Un grupo de ni?as junto a un tanque de distribuci¨®n de agua. La falta de este bien imprescindible para la vida es muy com¨²n. En el pueblo de Almusaimir, Oxfam ha instalado tres sistemas de suministro que funcionan con paneles solares. Tambi¨¦n ha apoyado a un comit¨¦ de emergencia liderado por la comunidad en la escuela y un proyecto de recogida y reciclaje de basura, un problema muy visible en las comunidades y que afecta a gran parte del pa¨ªs. Pero todo es poco. Pablo Tosco Rami Sulaiman, junto a su mujer, Fatima Mansur, en su refugio del campo de Al Mashqafa. El matrimonio tiene tres hijos y tres hijas. Huyeron de Taiz hace cuatro a?os. El hombre echa de menos su casa. Antes de venir aqu¨ª trabajaba en una f¨¢brica y ahora malvive en el campo, donde comparte espacio con unas 140 familias (de media, de siete personas cada una). Muchas de ellas llevan m¨¢s de cuatro a?os aqu¨ª en condiciones muy precarias. No hay agua ni servicios b¨¢sicos. Viven en chabolas hechas de lonas de pl¨¢stico. Pablo Tosco Un grupo de mujeres junto a sus tiendas de campa?a en el campo de Al Mashqafa, el pasado febrero. Solo funcionan el 50% de los centros de salud, pero incluso estos sufren importantes recortes de medicinas, equipamientos y personal. Basura acumulada, un sistema de alcantarillado que ha dejado de funcionar y la ausencia de una dieta adecuada convierten a Yemen en un caldo de cultivo para la expansi¨®n de enfermedades. Pablo Tosco