El d¨ªa a d¨ªa hospitalario
Soy m¨¦dico en un hospital p¨²blico de Madrid. No estoy en la primera l¨ªnea de actuaci¨®n frente a la Covid-19, pero todos hemos escuchado testimonios impactantes y algunos desgarradores de m¨¦dicos de algunas zonas con demanda muy alta de ingresos. Una de las labores que estamos haciendo los profesionales que no estamos al pie de estos enfermos es facilitar informaci¨®n por tel¨¦fono a familiares de pacientes ingresados que permanecen en aislamiento. La informaci¨®n es telef¨®nica y, por razones obvias, a algunos les llega antes que a otros. Ante la incertidumbre sobre el estado de sus familiares y a la espera de noticias, solo me han ofrecido agradecimiento y comprensi¨®n para el personal sanitario. Hoy, a las ocho de la tarde, cuando salgamos al balc¨®n, pido el aplauso para estos familiares que permanecen separados de sus seres queridos enfermos, sin poder darles la mano, mirarles a los ojos o esbozarles una sonrisa.??
Teresa Gasta?aga Holguera. Madrid
En estos d¨ªas de tanto aplauso quiero hacer un reconocimiento a los acompa?antes de los enfermos con estancia larga en los hospitales, que con las medidas contra el coronavirus han visto c¨®mo sus condiciones han empeorado mucho. Han cerrado la cafeter¨ªa, el restaurante y el quiosco. Quien no tenga a nadie fuera que le traiga comida tiene que recurrir a las m¨¢quinas de vending. No pueden salir a dar un paseo. No pueden recibir visitas porque solo puede haber una persona por paciente. Tienen que?estar encerrados en la habitaci¨®n pr¨¢cticamente todo el tiempo para evitar contagios. Y est¨¢n en un entorno que tiene miedo, en el que se respira ese miedo y en el que est¨¢n expuestos a contraer esta o cualquier otra enfermedad.
Gerardo Vicente Rodr¨ªguez. Pe?aranda de Bracamonte (Salamanca)
Mi mujer fue diagnosticada de c¨¢ncer de pecho, un tumor agresivo. Despu¨¦s de la operaci¨®n resulta que no le pueden dar tratamiento ni quimioterapia ni radioterapia por la saturaci¨®n del coronavirus en los hospitales madrile?os, poderoso argumento, sin duda. Como poderosa es la consecuencia de que sus posibilidades de reca¨ªda aumentaran exponencialmente. No s¨¦ decir m¨¢s.
Jos¨¦ Luis Gallo Alday. Alcorc¨®n (Madrid)
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