Orb¨¢n cruza la raya
Los poderes extraordinarios indefinidos de los que se dot¨® el lunes el primer ministro h¨²ngaro atacan aspectos fundamentales del Estado de derecho
Los poderes extraordinarios indefinidos de los que se dot¨® el lunes el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, atacan aspectos fundamentales del Estado de derecho y colocan a su pa¨ªs ante una peligrosa perspectiva autoritaria pretendidamente justificada por la emergencia derivada de la crisis del coronavirus. El mandatario ultraderechista podr¨¢ gobernar por tiempo indefinido mediante decretos leyes sin ning¨²n tipo de control parlamentario. Esto pr¨¢cticamente anula al poder Legislativo, cuyas dos principales funciones en una democracia son precisamente la elaboraci¨®n y aprobaci¨®n de leyes y el control al Ejecutivo. Adem¨¢s, podr¨¢n ser condenados a hasta cinco a?os de prisi¨®n los periodistas que publiquen informaciones ¡°que obstruyan o eviten la protecci¨®n eficaz de la poblaci¨®n¡±, una formulaci¨®n ambigua susceptible de toda clase de abusos, seg¨²n han denunciado observatorios de defensa de los derechos civiles.
Ignorando la advertencia de la Uni¨®n Europea de que toda medida contra la pandemia deb¨ªa ser temporal y proporcionada, Orb¨¢n ha sacado adelante su proyecto en una segunda votaci¨®n en el Parlamento con los sufragios de su partido ¡ªuna formaci¨®n nacionalista, xen¨®foba y eur¨®foba¡ª, despreciando a la oposici¨®n. El gobernante se ha escudado en la crisis sanitaria, pero la realidad es que en ninguna de las democracias europeas sus Gobiernos se han arrogado semejantes poderes. Al contrario. Todos se han esmerado por respetar los procedimientos parlamentarios por muy dif¨ªciles que hayan sido las circunstancias en las que se desarrollan y la libertad de informaci¨®n no ha llegado a ser ni remotamente puesta en cuesti¨®n. En el caso de Espa?a, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, la ha calificado de ¡°actividad esencial¡±.
Desde su llegada a la jefatura de Gobierno en 2010, Orb¨¢n no ha cejado en su sistem¨¢tico intento de socavar los valores del sistema democr¨¢tico que forman parte del proyecto europeo. Ha perseguido y logrado la expulsi¨®n de instituciones educativas, alentado bulos antisemitas y de rechazo al extranjero. Ha tenido recurrentes choques con las instituciones europeas por su negativa a cumplir sus obligaciones con la Uni¨®n en aspectos tan b¨¢sicos como alimentar a los solicitantes de asilo y en ocasiones ha vejado p¨²blicamente a los dirigentes de la Uni¨®n Europea. No ha habido detalle peque?o para esta pol¨ªtica. Incluso ha llegado a boicotear oficialmente el Festival de Eurovisi¨®n por ser ¡°demasiado gay¡±. En este tiempo, la respuesta de Europa ha sido prudencial: cr¨ªticas y apertura de procedimientos. Pero ante la gravedad del paso dado por Orb¨¢n puede que no basten los tiempos previstos para las circunstancias ordinarias. La UE no solo debe defender la salud de sus ciudadanos, sino tambi¨¦n su marco democr¨¢tico. Incluyendo el de los h¨²ngaros.
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