Una jornada acompa?ando a las familias, el personal de funerarias y camposantos en los velatorios solitarios que impone el estado de alarma por la crisis sanitaria de la Covid-19.
Una cuadrilla de enterradores sepulta el ata¨²d de una mujer fallecida por coronavirus.David Exp¨®sitoUn taxista acude a rezar a la capilla del cementerio Sur de Madrid todas las ma?anas.David Exp¨®sitoEl capell¨¢n Jos¨¦ Luis S¨¢enz oficia un responso en el cementerio Sur de Madrid, el lunes. El cura dedica siete minutos a cada uno de los fallecidos antes de que sus cad¨¢veres sean enterrados o incinerados.David Exp¨®sitoEl cura Jos¨¦ Luis S¨¢enz, en otro de sus oficios. Desde que se declar¨® la pandemia su trabajo se ha triplicado.David Exp¨®sitoUna cuadrilla de sepultureros mete un f¨¦retro en un nicho. Era el de una mujer de 100 a?os a cuyo entierro nadie acudi¨®.David Exp¨®sitoLa cuadrilla de sepultureros no tiene ni un minuto de descanso. Durante toda la jornada entierran cad¨¢veres, m¨¢s de 120 al d¨ªa en los cementerios municipales.David Exp¨®sitoEntierro de Marisa, la exsecretaria del cantante Rafael, fallecida a causa del coronavirus. Fue de las pocos cad¨¢veres que se enterr¨® en una tumba. Es m¨¢s com¨²n el entierro en un nicho, aunque, sobre todo, se encargan incineraciones.David Exp¨®sitoOtro de los muchos oficios que el padre S¨¢enz tiene que oficiar cada d¨ªa.David Exp¨®sitoDavid Exp¨®sitoDavid Exp¨®sitoEl lunes fue el primer d¨ªa en el crematorio de Pepe Galera, cura. Sustitu¨ªa a un compa?ero que enferm¨® de Covid-19. "La gente viene Echa polvo. No se han podido despedir. Vienen poco acompa?ados. Vienen solo tres".David Exp¨®sitoEncarna le de el ¨²ltimo adi¨®s al cuerpo de su madre, fallecida por coronavirus. Su padre se encuentra grave en el hospital. El matrimonio convivi¨® en la misma habitaci¨®n del centro m¨¦dico.David Exp¨®sitoLa cuadrilla utiliza un remolque para alcanzar los nichos situados en la fila m¨¢s alta. Una mujer observa c¨®mo entierran a su hermano, fallecido a los 60 a?os tras contagiarse de la enfermedad.David Exp¨®sitoNuria Mart¨ªnez, 57 a?os, camino a su marido. Hoy enterraron al hermano de ella. Solo pudieron venir ellos dos porque su madre y otro hermano se encuentran en cuarentena. Nuria arranc¨® una flor de la corona para llev¨¢rsela a su madre. "No hemos podido ni abrazarnos".David Exp¨®sitoEl padre Jos¨¦ Luis despide el cuerpo del boxeador Manuel ?lvarez, campe¨®n de Espa?a en peso mosca durante los a?os 60.David Exp¨®sitoUno de los hijos del boxeador, fotografiando el localizador del nicho de su padre.David Exp¨®sitoCuadrilla de cuatro enterradores. En los d¨ªas m¨¢s duros de la pandemia est¨¢n sepultando f¨¦retros cada 10 minutos.David Exp¨®sitoEl padre Eduardo Batubenga, congole?o, tambi¨¦n oficia responsos en el cementerio. Su estilo es c¨¢lido. Utiliza un micr¨®fono y lee pasajes de la Biblia. Personaliza mucho las despedidas.David Exp¨®sitoLa Biblia que utiliza el cura Eduardo Batubenga para oficiar los responsos. Cree que las muestras de afecto son m¨¢s sentidas en su pa¨ªs, Congo, que en Espa?a. "All¨ª lloran todos. Si no, est¨¢ mal visto. Aqu¨ª hasta ves fumando a gente".David Exp¨®sitoDespedida en la capilla del crematorio. Al acabar la oraci¨®n, el cura anuncia que se va a cerrar la puerta. El f¨¦retro va directo a los hornos.David Exp¨®sitoImagen general de unas tumbas en el cementerio sur de Madrid.David Exp¨®sito
