No es el peor de los tiempos

En estos tiempos de tribulaci¨®n planetaria es recomendable acudir a la historia para obtener consuelo y perspectiva. La historiadora estadounidense Doris Kearns Goodwin explica que el pasado sirve para saber que si piensas hoy que estamos en el peor de los tiempos, no es el peor. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n espa?ola no ha vivido una cat¨¢strofe como la pandemia que trastoca nuestras vidas. El 18 de julio de 1936 los ciudadanos con uso de raz¨®n de cualquiera de las dos Espa?as ¡ªquedan ya muy pocos supervivientes¡ª pens¨® que el golpe militar acabar¨ªa en un par de semanas, y que estaban viviendo la peor desgracia de sus vidas. Ni los sublevados ni el Gobierno constitucional de la rep¨²blica reconocieron que lo mucho peor estaba por llegar: una guerra civil.

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El futuro ya est¨¢ aqu¨ª

La pandemia contra la democracia

El estrago de la Covid-19 provoca muchas m¨¢s inc¨®gnitas que certidumbres. ?En qu¨¦ mundo nos despertaremos del confinamiento global tras la congelaci¨®n de la econom¨ªa y de la vida que cre¨ªamos estable y cierta? Un siglo despu¨¦s de la gripe espa?ola (1918), el siglo XXI ya tiene su pandemia, y con seguridad no ser¨¢ la ¨²ltima. Siempre cabe esperar un peor superior, para el que habr¨¢ respuestas gracias a los avances cient¨ªficos, m¨¦dicos, tecnol¨®gicos, porque la humanidad progresa y mejora, aunque hoy sea una afirmaci¨®n delicada.

En 1914, hasta Sarajevo y la I Guerra Mundial, no eran necesarios pasaportes para viajar. Hoy ha estallado el espacio Schengen y Europa cierra fronteras creyendo err¨®neamente que el coronavirus las respetar¨ªa. El virus, inasible ¡ªsu di¨¢metro es la diezmil¨¦sima parte de un mil¨ªmetro¡ª, es democr¨¢tico y no distingue a sus v¨ªctimas. Es un cretino quien todav¨ªa entiende la salud en t¨¦rminos nacionales. La pandemia opera en un mundo sin liderazgo claro, sin instituciones internacionales respetadas y eficaces para afrontar crisis globales. Lastima escuchar el grito nacionalista de la UE de s¨¢lvese quien pueda o el estadounidense, yo cuidar¨¦ de m¨ª, t¨² cuida de ti; sin confianza ni cooperaci¨®n internacional.

Cuando nos despertemos de la actual pesadilla, tras una respuesta que solo puede ser global y que vendr¨¢ de los vir¨®logos, la vacuna, producto de la cooperaci¨®n cient¨ªfica internacional, sabremos de nuestra capacidad y voluntad para vivir de otra manera: m¨¢s justa, m¨¢s respetuosa con el medio ambiente, menos desigual, menos individualista. Solidaria. Ojo, sin embargo, con levantar unas expectativas exageradas porque quiz¨¢s no desembarquemos en el final del mundo como lo hemos conocido.

Atenci¨®n tambi¨¦n para que la excepci¨®n, la p¨¦rdida de las libertades, circulaci¨®n, reuni¨®n, el poder para los Gobiernos sin controles parlamentarios, econom¨ªas intervenidas, desglobalizaci¨®n nacionalista, no se conviertan en la nueva normalidad. Otra peste, antidemocr¨¢tica, ser¨ªa un precio excesivo a pagar. El estado de alarma, m¨¢s correctamente de excepci¨®n, nos lo permite. So?emos desde el confinamiento con un futuro, no tan lejano, una nueva vida a construir todos juntos. fgbasterra@gmail.com