Lo pr¨®ximo

No hay que echar gasolina al fuego, sobre todo porque ya se encargan de echarla los propios bomberos. El caso es que con un Gobierno tan ca¨®tico y trapacero como el que tenemos, mientras hace buen tiempo no molestan mucho, pero cuando llega la tormenta nos hunden. No creo que haya habido alguien m¨¢s triste que el ministro que nos envi¨® Iceta y que da idea de lo que es un gran pol¨ªtico socialcatalanista, gracias Iceta. Con ministros as¨ª no hace falta echar gasolina.

?Recuerdan el chiste de la se?ora que alecciona a su hija que va a casarse al d¨ªa siguiente? Hija m¨ªa, le dice, prep¨¢rate, ma?ana te ver¨¢s aplastada por 80 kilos de carne jadeante que te asfixiar¨¢¡­ ?y esa es la parte buena! Por eso digo que no hay que echar gasolina, porque la de ahora es la parte buena. La mala vendr¨¢ cuando se acabe el encierro (si se acaba) y nos encontremos con un pa¨ªs arrasado y una poblaci¨®n sumamente amostazada. Y entonces, ?qu¨¦? Sin duda, habr¨¢ que pensar en otro tipo de Gobierno. Hace a?os que algunos pedimos uno de concentraci¨®n nacional que recosa los costurones que ahora son ya insoportables, como que haya 17 sanidades distintas o que un empleado del Estado, el tal Torra, se dedique a insultar, calumniar y difundir mentiras por todos los foros europeos a los que a¨²n le dejan entrar y siga cobrando de nuestros impuestos.

Si, como se vaticina, llegaremos a superar los cinco millones de parados es evidente que no hay partido en Espa?a que pueda ponerle remedio o freno. Y mucho menos con la clase pol¨ªtica que a base de trepar se ha hecho con el control de los partidos en plan empresa de contrataci¨®n. Un Gobierno de t¨¦cnicos, por favor, con mucha experiencia y ninguna ideolog¨ªa.

O bien, a esperar las hogueras chavistas, nacionalistas y peronistas.