Zika y covid-19
Ser¨¢ la misma poblaci¨®n pobre y vulnerable al Zika la que m¨¢s sentir¨¢ los impactos de la covid-19 en Brasil
El Twitter en Brasil indicaba #aborto como uno de los t¨®picos m¨¢s hablados. La conmoci¨®n fue provocada por el anuncio de la agenda de la Corte Suprema para el d¨ªa 24 de abril: la acci¨®n legal del Zika ser¨¢ llevada a plenaria por la jueza Carmen L¨²cia. Llega a parecer inoportuno, pues la acci¨®n ser¨¢ juzgada cuando el pa¨ªs enfrenta una segunda epidemia en un intervalo de cuatro a?os. Sin embargo, no est¨¢ fuera de la historia. El momento no podr¨ªa ser m¨¢s adecuado, ya que se trata de la acci¨®n legal no juzgada sobre la urgencia de la epidemia del Zika en 2016, cuando fue propuesta. Con diferentes riesgos a ser vividos, ser¨¢ la misma poblaci¨®n pobre y vulnerable al Zika de los rincones del pa¨ªs la que m¨¢s sentir¨¢ los impactos de la covid-19. Y en el n¨²cleo de la poblaci¨®n m¨¢s afectada est¨¢n las mujeres y sus hijas e hijos con m¨²ltiples necesidades.
Est¨¢ enga?ado quien piensa que el virus del Zika ya sali¨® de Brasil. Solamente en los tres primeros meses de 2020, fueron notificados 227 nuevos casos con sospecha del s¨ªndrome cong¨¦nito del Zika en el pa¨ªs. Son m¨¢s de dos reci¨¦n nacidos por d¨ªa. De esos, 10 ya tuvieron el diagn¨®stico confirmado. Entre notificaci¨®n y diagn¨®stico hay una peregrinaci¨®n por ex¨¢menes y especialidades m¨¦dicas, comenzando por ex¨¢menes de tomograf¨ªa, un equipamiento que es raro de encontrar en algunos Estados con mayor concentraci¨®n de ni?as y ni?os afectados. En 2019, fueron 1.138 nuevos casos. Pero ?qui¨¦n habla de esas ni?as y ni?os? Las madres que agonizan con el riesgo de que sus hijas e hijos enfermen de covid-19 y de ser rechazados en hospitales o tratamientos de cuidados intensivos. Son ni?as y ni?os ¡°especiales¡±, dicen ellas, recibidas de mala forma por los profesionales de la salud que deciden a la orilla de la cama qui¨¦n ocupar¨¢ un lugar en las UCI.
Tal vez ha sido la persistencia de los casos de Zika la que haya hecho a la jueza Carmen L¨²cia llevar la acci¨®n legal¡ªen el cuarto intento de llevarla a la plenaria de la corte suprema desde 2016¡ªen medio de la pandemia de covid-19: una sensibilidad sociol¨®gica a la desigualdad de la sociedad brasile?a. Los pedidos de la acci¨®n legal se concentran en los derechos de las mujeres en riesgo de enfermedad por Zika y todos contin¨²an vigentes, tales como la garant¨ªa de acceso a la informaci¨®n, acceso a m¨¦todos anticonceptivos de larga duraci¨®n, derecho al aborto en caso de sufrimiento mental de la mujer o asistencia social a las ni?as y ni?os afectados por el s¨ªndrome cong¨¦nito del Zika. Ninguna de las demandas de la acci¨®n fue solucionada por el gobierno federal, ni siquiera con el reciente anuncio de la ley de ¡°pensi¨®n vitalicia¡± a las ni?as y ni?os con Zika. Al contrario, la pandemia de covid-19 volvi¨® la decisi¨®n de la corte suprema todav¨ªa m¨¢s urgente.
La ¡°pensi¨®n vitalicia¡± a las ni?as y ni?os del Zika es una ley repleta de enga?os, cuyos equ¨ªvocos fueron silenciados en el debate p¨²blico por las urgencias de la covid-19. Tal vez sean los enga?os que la jueza Carmen L¨²cia busque corregir con el juicio de la acci¨®n legal. El m¨¢s importante de ellos es que la ley condiciona el beneficio a las ni?as y ni?os con diagn¨®stico confirmado de s¨ªndrome cong¨¦nito del Zika¡ªbasta mirar el atraso entre la notificaci¨®n al nacer y la capacidad diagn¨®stica de los servicios para tener una idea de cu¨¢nto hay de desajuste entre la ley y el diagn¨®stico. Lo mismo ocurre ahora con las personas enfermas por covid-19: la subnotificaci¨®n es la regla y son los casos m¨¢s graves los que pasan de la notificaci¨®n para la confirmaci¨®n.
Hay tambi¨¦n otros equ¨ªvocos en la ¡°pensi¨®n vitalicia¡±. La ley determina que solamente ni?as y ni?os nacidos entre 2015 y 2019 pueden solicitar el beneficio, ignorando que el virus Zika circula en Brasil y nuevas ni?as y ni?os fueron diagnosticados, seg¨²n datos del Ministerio de la Salud. Tan grave como los equ¨ªvocos m¨¦dicos y epidemiol¨®gicos son las presunciones de que las familias abdicaron de sus derechos fundamentales, como el de acceder a las cortes para tener acceso al beneficio. La ley espera que familias con procesos judiciales en curso abandonen las acciones para recibir la ¡°pensi¨®n vitalicia¡±. El juicio permitir¨¢ que la jueza Carmen L¨²cia corrija esos equ¨ªvocos, en particular concederse uno de los pedidos de la acci¨®n que es el de universalidad de la asistencia de renta para todas las ni?as y ni?os afectados por Zika, sin importar el ingreso familiar. En un momento de discusi¨®n del ingreso m¨ªnimo de emergencia, esa ser¨ªa una decisi¨®n urgente para las familias afectadas por el Zika.
Infelizmente, ninguno de esos aspectos import¨® para los que encendieron el debate en Twitter sobre #aborto para hablar de la acci¨®n legal del Zika. Pero, tal vez, todo eso est¨¦ en los c¨¢lculos de la jueza Carmen L¨²cia para llevar el juicio en una de las semanas pico de la pandemia de covid-19 en el Brasil: la Corte Suprema podr¨¢ mostrar c¨®mo cualquier situaci¨®n de grave amenaza a la salud p¨²blica tiene impacto en la salud reproductiva de las mujeres¡ªsi en la epidemia de Zika fue evidente con la angustia de las mujeres embarazadas, con la covid-19 tambi¨¦n son las mujeres que se enfrentan a servicios de aborto legal cerrados o con dificultades de acceder a servicios de salud reproductiva. Si para el Zika, las mujeres esperaron cuatro a?os por una respuesta de la Corte Suprema, se ha de esperar que, aprendidas las lecciones de aquella epidemia, con la covid-19 el pa¨ªs se podr¨¢ anticipar a los efectos del abandono de una enfermedad que amenaza a las mujeres con desempleo, violencia o muerte.
Debora Diniz es brasile?a, antrop¨®loga, investigadora de la Universidad de Brasilia y de la Universidad de Brown.
Giselle Carino es argentina, polit¨®loga, directora de la IPPF/WHR.
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