Confusi¨®n en M¨¦xico
Atender la crisis sanitaria, paliar sus consecuencias y evitar el colapso econ¨®mico debe ser ahora, dejando de lado mezquinos c¨¢lculos pol¨ªticos, la prioridad de todos. Tambi¨¦n la del presidente
M¨¦xico se apresta a entrar en la fase m¨¢s aguda de la pandemia del coronavirus con los mismos problemas que pa¨ªses que ya pasaron por esa fase, a los que resulta necesario a?adir algunos otros de fabricaci¨®n nacional. A las severas carencias de su sistema sanitario, el pa¨ªs norteamericano suma la negativa de su presidente a aumentar el gasto ¡ªcomo le piden expertos, empresarios y su propio secretario de Hacienda¡ª para mitigar el golpe econ¨®mico que amenaza con destruir el tejido productivo de la naci¨®n y empobrecer a¨²n m¨¢s a amplias capas de la poblaci¨®n. El sistema sanitario tambi¨¦n se beneficiar¨ªa de una inversi¨®n extra, dados los recortes de los ¨²ltimos a?os, que continuaron bajo la presente Administraci¨®n.
Editoriales anteriores
El comportamiento de L¨®pez Obrador tampoco ayuda. Hasta hace poco, el presidente mantuvo sus giras, donde congregaba multitudes, en clara contradicci¨®n con los responsables epidemiol¨®gicos, que insist¨ªan en que la poblaci¨®n ten¨ªa que quedarse en casa para romper la cadena de contagios. Este mismo fin de semana, el presidente agradeci¨® a los mexicanos por estar cumpliendo a la perfecci¨®n las recomendaciones. Al mismo tiempo, los responsables oficiales del control de la epidemia se quejaban de que demasiada gente hace caso omiso de estas, especialmente las miles de personas que aprovecharon la Pascua para salir de vacaciones.
Parecida confusi¨®n reina sobre el estado de la red hospitalaria. El discurso oficial insiste en que est¨¢ preparada y que se dispone de todo el material necesario, tanto para la atenci¨®n a los pacientes como para la protecci¨®n de los sanitarios, un punto clave, como se ha visto en Italia, Espa?a o EE?UU. Al mismo tiempo, el personal sanitario protesta d¨ªa tras d¨ªa en demanda de equipos de protecci¨®n. Tampoco hay suficientes pruebas.
Los contagios masivos que se han dado en muchos centros p¨²blicos les dan, por desgracia, la raz¨®n. Comienzan tambi¨¦n a aflorar se?ales de que algunos hospitales se acercan al l¨ªmite de sus capacidades, semanas antes del pico de casos previsto, lo que alimenta el miedo a un colapso de consecuencias devastadoras. En las ¨²ltimas semanas se han dado compras apresuradas de material, as¨ª como contrataci¨®n de personal m¨¦dico adicional. Todo ello da a entender que, pese a observar qu¨¦ pasaba en el resto del mundo, algunas decisiones clave fueron postergadas. Varios Estados (Jalisco, Michoac¨¢n) han endurecido las medidas de aislamiento social ante lo que consideran una falta de respuesta del Gobierno federal. Son decisiones dictadas m¨¢s por los intereses pol¨ªticos que por la crisis sanitaria. Atender esta ¨²ltima, paliar sus consecuencias y evitar el colapso econ¨®mico debe ser ahora, dejando de lado mezquinos c¨¢lculos pol¨ªticos, la prioridad de todos. Tambi¨¦n la del presidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.