Las penurias de los chatarreros sin quincalla confinados en sus asentamientos

"Si no vamos a la calle, no ganamos nada��, explica una mujer de origen extreme?o en la puerta del peque?o poblado, tras rechazar el servicio de asistencia sanitaria que tambi��n ofrece la organizaci��n en virtud del convenio firmado con la concejal��a de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valencia.M��nica Torres

Unas 600 personas que habitan infraviviendas en Valencia sobreviven a la cuarentena gracias a la comida y la asistencia de un programa municipal que reciben de la Cruz Roja.M��nica Torres

La ambulancia se dirige a su segundo destino, no muy lejos, una peque?a calle paralela a San Vicente, donde viven en casas abandonadas, en infraviviendas, varias familias.M��nica Torres

Claudio, que se ha acercado a la furgoneta de la Cruz Roja a por las avituallas con una ni?a en brazos a pesar de la tierra embarrada. El s�� que ha logrado trabajar en la cuarentena en la recogida de cebolla, dada la apremiante necesidad de jornaleros en el campo.M��nica Torres

Los habitantes de un asentamiento acuden a la ambulancia de la Cruz Roja a por las avituallas.M��nica Torres

La ambulancia se dirige a su destino, en las afueras de la ciudad, donde las personas afectadas por la pobredumbre viven en casas abandonadas, en infraviviendas, varias familias.M��nica Torres

Localizar las zonas de trabajo no siempre es f��cil. A veces los asentamientos se encuentran en lugares poco accesibles e inh��spitos, es entonces cuando el conductor se ve obligado a inspeccionar el camino para localizar el asentamiento a pie antes de arriesgarse a pasar con la furgoneta.M��nica Torres

Esta rumana que lleva 15 a?os en Valencia est�� muy agradecida a la Cruz Roja, que les acaba de repartir bocadillos y bebida sobre todo desde el estallido de la pandemia, pero recuerdan que les faltan muchas cosas como los pa?ales, que no pueden salir a recoger chatarra desde que se declar�� el confinamiento y no pueden ganar ��ni un c��ntimo��. ��Antes no necesit��bamos casi nada, porque gan��bamos algo todos los d��as. Pero ahora no podemos salir ni vender nada��, comenta la que parece ser la matriarca del asentamiento de Casa Gallineta.M��nica Torres

El equipo m��dico despliega sus mesitas y sillas y atiende a la gente tras ganarse su confianza.M��nica Torres

Una m��dico comprueba el term��metro tras tomar la temperatura a una mujer.M��nica Torres

El equipo m��dico atiende a una ni?a de 11 a?os a la que se le infect�� una herida en un dedo del pie.M��nica Torres

Tras la toma de muestras, llevar��n a posteriori un control de seguimiento.M��nica Torres

A veces son los colaboradores de la Cruz Roja los que se acercan a las casas para repartir los bocadillos y los lotes higi��nicos por las casas.M��nica Torres