D¨ªas tristes
Parafraseando al poeta, podr¨ªamos escribir las palabras m¨¢s tristes, apenas hay resquicio para alguna alegr¨ªa. Cuando muere alguien tan entra?able como Michael Robinson, cuando sabes que nunca m¨¢s oir¨¢s su voz, que ya nada podr¨¢s aprender de su actitud frente a las adversidades de la vida, la pena ahoga cualquier llamarada de ese humor que ¨¦l tanto persegu¨ªa y que hoy no puede aflorar. Ayer Aute y Calleja, hoy Robinson. Vuestras vidas han hecho mejores las nuestras. Adi¨®s, amigos.
Andr¨¦s Gonz¨¢lez Ruiz. M¨¢laga
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