Sobre las capacidades del Estado
En la gesti¨®n de la crisis sanitaria ha habido s¨ªntomas de desgobierno y excesiva complejidad en determinadas medidas
Creo que el Estado espa?ol en su conjunto es poco eficaz, lo que limita su capacidad para que las pol¨ªticas p¨²blicas alcancen sus objetivos. Y esta limitaci¨®n, a la que no se presta atenci¨®n, resulta especialmente importante en la actual crisis. Empecemos enumerando deficiencias cr¨®nicas del Estado que se ponen de manifiesto una y otra vez, y que han aparecido en la gesti¨®n de la crisis actual.
1. Desgobierno: anunciar con gran trompeter¨ªa medidas y acciones con independencia de su aut¨¦ntico calado.
2. S¨ªndrome del BOE: considerar que una medida consiste en su mera publicaci¨®n en el BOE, descuidando su cumplimiento y la medici¨®n del resultado.
3. Complejidad del enunciado: los textos que contienen las medidas son confusos. Frecuentemente incluyen requisitos ex ante (no siempre claros) que tienen que cumplir los beneficiarios o afectados. Todo ello crea incertidumbre, reduce la credibilidad y excluye injustificadamente a beneficiarios de programas asistenciales. El ineficiente control burocr¨¢tico ex ante domina claramente en nuestro pa¨ªs al m¨¢s eficiente control ex post (con sanciones).
4. Cambios continuos en la formulaci¨®n de las pol¨ªticas, que no hacen m¨¢s que crear confusi¨®n y desconfianza.
5. Escasa transparencia sobre los datos, sobre el dise?o de las medidas y sobre la ejecuci¨®n de los programas.
6. D¨¦ficits de gesti¨®n de los programas: se descuida por parte de los responsables pol¨ªticos (?ya est¨¢ en el BOE!). Esta falta de atenci¨®n y la excesiva complejidad de los enunciados propician una mala gesti¨®n.
7. Escasa o nula evaluaci¨®n ex post independiente de los programas. La fiscalizaci¨®n que realiza el Tribunal de Cuentas no supone una evaluaci¨®n.
8. Ausencia de rendici¨®n de cuentas sobre el resultado de las pol¨ªticas p¨²blicas.
La respuesta a la crisis sanitaria y a la crisis de renta ocasionada por el par¨®n econ¨®mico ha adolecido de algunos de los defectos cr¨®nicos enumerados. Ha habido s¨ªntomas de desgobierno en el anuncio de los 200.000 millones que se iban a inyectar. Y ha habido excesiva complejidad tanto en las medidas para dotar de liquidez a particulares, aut¨®nomos y pymes, como en las destinadas a compensar ca¨ªdas de rentas: en la concesi¨®n de moratorias en las hipotecas los requisitos son demasiado complejos y estrictos, y pocos solicitantes van a poder beneficiarse de ellas. En los aplazamientos tributarios para aut¨®nomos y pymes las disposiciones son confusas y cambiantes. Tambi¨¦n el acceso a pr¨¦stamos para dotar de liquidez a las empresas est¨¢ siendo tortuoso.
Esas carencias se agravan al combinarse con cambios continuos en las pol¨ªticas y con d¨¦ficits de gesti¨®n. Y la angustia de miles de ciudadanos no ha tenido la oportunidad de verse mitigada por la existencia de buzones ¨¢giles. Adem¨¢s, se ha pasado del incumplimiento de hecho de la Ley de Transparencia a la expl¨ªcita congelaci¨®n de la misma.
Son los especialistas quienes deben avanzar en el planteamiento de reformas, pero me permitir¨ªa subrayar algunas: dotar de m¨¢s funciones, mayor independencia y m¨¢s medios a las agencias que cuidan de la transparencia; mayor profesionalizaci¨®n, autonom¨ªa de gesti¨®n y evaluaci¨®n de los directivos p¨²blicos; la estructura de gesti¨®n deber¨ªa ser m¨¢s lineal, agiliz¨¢ndola y haciendo m¨¢s clara la rendici¨®n de cuentas, y los medios digitales permitir¨ªan una comunicaci¨®n directa entre los responsables de los programas y los ciudadanos afectados.
Carlos Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico de la Universidad Complutense de Madrid.
Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S
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