Situada al este de Madrid, La Nave, que as¨ª se llama esta vivienda dise?ada por la pareja de arquitectos Oph¨¦lie Herranz y Paul Galindo, es el perfecto ejemplo de c¨®mo convertir un espacio industrial en una acogedora casa sin renunciar a sus or¨ªgenes.
Vista del sal¨®n con el gato Chano sobre el sof¨¢ de Ikea; l¨¢mpara de suspensi¨®n Parentesi, de Flos; silla Butterfly BKF de cuero natural, de Bonet, Kurchan y Ferrari-Hardoy; litograf¨ªa de Pablo Palazuelo; cuencos de cer¨¢mica de Frigiliana; ambas mesas son dise?o de Nomos Arquitectos.Asier RuaHelia, con una c¨¢mara Fujifilm, posa en el ensanchamiento de la galer¨ªa que acoge la zona de juegos situada delante de los dormitorios. Mesa, silla y l¨¢mpara, todo de Ikea. Estanter¨ªa dise?o de Nomos Arquitectos, realizada con listones de pino, tableros y piezas de terrazo del pavimento original recuperado.Asier RuaDetalle de la balda de la cocina con ladrillo esmaltado de La Paloma Cer¨¢micas. Sobre ella, cuencos cer¨¢micos para yogur de Cermer y lata de sardinas de La Belleiloise. Punto de luz de Nomos Arquitectos.Asier RuaDetalle del comedor con taburete D¨²o, dise?o de Nomos Arquitectos; l¨¢mpara danesa de los a?os setenta comprada en Vintage 4P (Madrid), y mesa r¨²stica de madera y silla adquiridas en Sluiz (Ibiza).Asier RuaLina coge tomates en la cocina, de Vonna, con tableros en azul y encimera de granito de Guadarrama. La estructura de listones de pino es de Nomos Arquitectos. La mesa es una interpretaci¨®n del dise?o de Enzo Mari Autoprogettazione. La campana es de Alpes-Inox.Asier RuaHelia y Lina leen en el sal¨®n sobre el sof¨¢ de Ikea.Asier RuaVista del dormitorio principal. Fut¨®n sobre tatami. Al fondo, los pedestales para plantas son dise?o de Nomos Arquitectos.Asier RuaCuarto de ba?o principal con lavabo de Roca, grifer¨ªa serie Slimasm de Asm Taps, ducha alicatada con rasilla y, al fondo, vidrio armado.Asier RuaAcceso al dormitorio principal con cuadro de Carlos M¨ªnguez Carrasco. Puerta sujeta con un ladrillo esmaltado de azul. Transformar un espacio industrial, una imprenta para ser m¨¢s exactos, de 227 metros cuadrados en un lugar para la vida no parece, a priori, tarea f¨¢cil. Y m¨¢s si lo que se pretende es conservar ese aire a f¨¢brica en elementos como los pilares de hormig¨®n o las bajantes. Oph¨¦lie Herranz y Paul Galindo, socios fundadores de Nomos Arquitectos, lograron este objetivo hace poco menos de un a?o bautizando su hogar ¡ªen el que viven junto a sus tres hijos, Helia, Lina y Aldo¡ª como La Nave. Articulada en torno a una galer¨ªa que da luz, ordena y sirve como colch¨®n t¨¦rmico, surge una estructura llena de recovecos que parece jugar al escondite con sus habitantes. ¡°Nunca pensamos en crear un gran espacio abierto, tipo loft, sino una secuencia de espacios bien definidos que dieran lugar a que se produjeran m¨²ltiples situaciones: encontrarnos, dormir, correr, jugar, compartir o descansar¡±, explica Herranz. Para rebajar la est¨¦tica industrial, decidieron utilizar ¡°materiales tradicionales que aportan confort y refuerzan esa idea de domesticidad¡±. El ladrillo es el rey de la casa: esmaltado en blanco y azul, de cara vista, girado, vertical¡ Los paneles de DM (elaborados a partir de madera reconstruida), las cortinas y una decoraci¨®n que combina muebles funcionales con piezas rastreadas en alguna tienda vintage y objetos artesanales hacen el resto. El resultado es una declaraci¨®n de principios en la que la improvisaci¨®n y lo l¨²dico priman sobre cualquier otra consideraci¨®n.Asier Rua