Rumbo a una nueva (y verde) normalidad
La dura pandemia abre el camino para acelerar un verdadero cambio medioambiental
Cuando en marzo se cerraron las puertas y se callaron las calles, el aire, la tierra y el agua, ajenas a la actividad y el sufrimiento humano, se renovaban. Mientras los animales iban recuperando el espacio de la civilizaci¨®n, ¨¦sta se quedaba en casa, viendo pasar todas las estaciones en cuesti¨®n de d¨ªas. El cambio clim¨¢tico parec¨ªa mandar un mensaje claro, sin informes cient¨ªficos de por medio. Y cuando se permiti¨® volver a tomar las calles, por turnos, el ser humano tuvo la oportunidad de redescubrir una ciudad m¨¢s limpia. En mitad de la tragedia global, la naturaleza marc¨® a los ciudadanos un camino m¨¢s responsable. Ahora deja en sus manos convertir ese espejismo en un cambio permanente.
"El hecho de que tanta gente haya descubierto la necesidad que tiene de correr, montar en bici y pasear cerca de la naturaleza y haya apreciado el aire limpio y las calles vac¨ªas de coches, da pie a cambiar la escala de valores", resume Luis Rico, coordinador estatal de Ecologistas en Acci¨®n. "Esto es lo que va a quedar de esta crisis. Y quiz¨¢ haya quienes se den prisa por volver a pintar todo del color que era, pero la sensaci¨®n de felicidad por respirar esos espacios m¨¢s naturales ha sido compartida por mucha gente. La pandemia nos ha puesto delante del espejo para mostrarnos qu¨¦ ser¨¢ de nosotros como sociedad si no cambiamos".
Seg¨²n datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, los niveles de di¨®xido de nitr¨®geno bajaron en Madrid un 56% la primera semana de confinamiento; en Barcelona, un 40%. Comparado con la misma semana del a?o anterior, un 41% y un 55% respectivamente. En ello influy¨®, adem¨¢s del par¨®n de la industria y el tr¨¢fico rodado, la reducci¨®n del a¨¦reo. Flightradar24 mostr¨® durante la pandemia mapas de calor en los que comparaba la actividad en el mismo d¨ªa del a?o anterior. Seg¨²n sus estad¨ªsticas, a mediados de abril se hab¨ªa notado una ca¨ªda de los vuelos comerciales de hasta el 76,1% respecto al 1 de marzo. Si se compara el tr¨¢nsito a¨¦reo global en el per¨ªodo comprendido entre el 24 de febrero y el 31 de mayo de este a?o y el anterior, la ca¨ªda fue del 42%.
"Todo el mundo deber¨ªa reparar en que la limpieza del aire causar¨¢ menos muertes este a?o. Adem¨¢s, se ha visto la relaci¨®n entre la contaminaci¨®n y la sensibilidad al virus, que ataca al sistema respiratorio", explica el director del Observatorio Ciudad R, el urbanista y arquitecto Juan Rubio del Val, uno de los fundadores de Ecodes. Muchas ciudades han aprovechado la adquisici¨®n de h¨¢bitos saludables para ceder espacio permanente a ciclistas y peatones. La apuesta contaba con el respaldo e impulso del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico y casi todas las ciudades han hecho cambios de calado, a excepci¨®n de Madrid, que no solo no ha quitado un metro al coche (salvo medidas ostensiblemente temporales), sino que forma parte de una Comunidad que quiere modificar la ley de suelo para facilitar la vida de los promotores de vivienda.
?Otra vez el ladrillo?
La covid-19 ha puesto en duda que el ladrillo y el turismo sean los mejores generadores de riqueza para el pa¨ªs. "Nuestro modelo de desarrollo es ecol¨®gicamente depredador", resume el portavoz de ecologistas.
El sector de las reformas, sin embargo, parece la alternativa m¨¢s interesante para no dejar por el camino a todo el que depende de la industria de la construcci¨®n. Green Building Council Espa?a acaba de firmar el 'Manifiesto por la declaraci¨®n de la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica del parque edificado como una medida prioritaria de inter¨¦s general'. Los firmantes ¨CGreenward Partners, la Asociaci¨®n Nacional de Empresas de Servicios Energ¨¦ticos (ANESE), la Asociaci¨®n de Empresas de Eficiencia Energ¨¦tica (A3E)¨C trasladan sus temores a que la pandemia vuelva a llevar a la industria al modelo tradicional, "poniendo en duda" que se deba avanzar contra el cambio clim¨¢tico "a los ritmos comprometidos". Para ellos, lo ambiental "no deber¨ªa ser considerado un coste", sino "ser valorado en su naturaleza preventiva y en su capacidad de generar riqueza".
"De aqu¨ª tendr¨ªamos que salir cuestionando el veh¨ªculo privado y las ciudades que lo premian. Pero m¨¢s importante, dejar de pensar que es una cuesti¨®n ideol¨®gica. Debemos ser el ¨²nico pa¨ªs de Europa con esa mentalidad", afirma el coordinador de Ecologistas en Acci¨®n, en referencia al Ayuntamiento de Madrid. Rubio del Val va m¨¢s all¨¢: "Se abr¨ªa un momento ¨²nico para redise?ar el urbanismo y que recupere su significado. El urbanismo no es ladrillo; es favorecer la creaci¨®n de espacios verdes, negocios de cercan¨ªa, relaciones sociales, recorrer el barrio caminando. Es una ciencia que trata de cambiar las urbes". Y abre la puerta a dise?ar ciudades donde todo todo est¨¦ al alcance de la mano, "valorar la vida en un radio de 5 kil¨®metros", la misma reflexi¨®n que ha hecho Greenpeace en su reciente informe, Las ciudades en un mundo poscovid.
La ciudad de 15 minutos es un concepto que la alcald¨ªa de Par¨ªs llevaba en su programa y que pondr¨¢ en marcha el urbanista Carlos Moneo. En resumen, todos los servicios b¨¢sicos de la ciudad deben estar dentro de ese radio. Es una forma de vida que bebe de la literatura de Henri Lefebvre, el fil¨®sofo que acu?¨® el t¨¦rmino "Derecho a la ciudad". El plan de Par¨ªs, adem¨¢s, para favorecer el encuentro f¨ªsico, incluye peatonalizaciones y calles para ni?os alrededor de las escuelas, que en la ciudad francesa ser¨¢n el coraz¨®n del barrio, pues durante el fin de semana se transformar¨¢ su uso. Asimismo, viene acompa?ado con una bater¨ªa de medidas de renaturalizaci¨®n de espacios y zonas verdes.
Presi¨®n ciudadana
Greenpeace hace hincapi¨¦ en la participaci¨®n ciudadana y los procesos participativos como herramienta de reconstrucci¨®n. "Puede ser muy ¨²til para despertar cambios y llamar a la acci¨®n en un momento de toma de conciencia sin precedentes. Deber¨ªamos aprovechar toda esta energ¨ªa, este impulso y las ideas que hemos tenido durante el confinamiento para crear nuevos espacios", subraya el profesor C¨¦sar Garc¨ªa Aranda, especialista en Cambio Clim¨¢tico en la Universidad Complutense de Madrid. Como detalla Greenpeace, estos procesos participativos que empoderan a la ciudadan¨ªa podr¨ªan acelerar los cambios; tejer redes de cuidados, de consumo local e incluso gestionar la generaci¨®n de energ¨ªa de fuentes renovables.
Documentos e iniciativas como estas tienen, sin embargo, muchas opciones de quedarse en el caj¨®n si no se act¨²a r¨¢pido. "Los cambios deben fijarse siguiendo la inercia del confinamiento", resume Rubio del Val. Y tanto ¨¦l como el portavoz de Ecologistas en Acci¨®n urgen vertebrar pol¨ªticas con una agenda clim¨¢tica. "La normalidad no puede significar volver al modelo de consumo que ha demostrado no aguantar dos crisis y no tener en cuenta los l¨ªmites del planeta; deber¨ªamos oponernos a volver al modelo anterior, pero no todos quieren hacer los cambios estructurales que hacen falta para ser competitivos a nivel ambiental", argumenta Rico. El representante de Ecodes muestra su preocupaci¨®n por "la urgencia por volver a la construcci¨®n, como si eso, que ya ha demostrado no ser la soluci¨®n, fuera el mejor remedio; est¨¢n lanzando un mensaje equivocado, porque se trata de una de las industrias m¨¢s contaminantes y, salvo excepciones, no se basa en criterios ambientales".
Para el profesor Garc¨ªa Aranda "los pol¨ªticos y las empresas deber¨ªan mostrar liderazgo y tener valent¨ªa para implementar otro modelo econ¨®mico, no lineal y verde". "La pandemia nos ha ense?ado a escuchar a los cient¨ªficos. ?Por qu¨¦ cuesta tanto que les escuchen cuando hablan de cambio clim¨¢tico? La respuesta es f¨¢cil: con el virus los efectos son tr¨¢gicos e inmediatos. El calentamiento global tiene efectos devastadores ¡ªde hecho, el da?o a los ecosistemas agrava pandemias como esta¡ª , pero no se ve a corto plazo y entonces parece que no ocurre". En su opini¨®n, Gobierno, Uni¨®n Europea y empresas deber¨ªan liderar estas reformas y construir otro modelo, "porque la ciencia lleva a?os advirtiendo del da?o que le causa al planeta nuestra forma de vivir y ellos tienen un papel de liderazgo clave". Para ¨¦l, uno de los primeros pasos que deber¨ªan darse en el ¨¢mbito corporativo, p¨²blico y privado es "reducir los desplazamientos innecesarios; la pandemia ha demostrado que el teletrabajo y las videoconferencias funcionan, ?para qu¨¦ subirse a un medio de transporte que recorra el mundo y llene el aire de emisiones contaminantes?".
F¨®rmulas habitacionales
De ah¨ª que, probada la eficacia del teletrabajo, haya vuelto a ponerse sobre la mesa la repoblaci¨®n rural. "Tenemos un ministerio que se ocupa de los asuntos clim¨¢ticos que tambi¨¦n se centra en el territorio y la despoblaci¨®n. No es casualidad", expone Rubio del Val. En su opini¨®n, "el debate ambiental necesariamente pasa por mirar este tipo de territorios y buscar f¨®rmulas para volver a habitarlos". Para el ecologista Rico, esa misma reflexi¨®n debe incluir nuevas pol¨ªticas y din¨¢micas para la agricultura. "Valorar la cercan¨ªa y regular el mundo agrario de otra manera m¨¢s justa", cuenta. Y en este sentido pide "comprender y mimar el mundo rural mientras se piensa c¨®mo ayudar a conseguir que quien se marcha a esas zonas, se quede y aporte valor".
En esta guerra lleva a?os Almanatura, especializada en fijar poblaci¨®n rural. Este a?o han lanzado la iniciativa Hola Pueblo, en colaboraci¨®n con Red El¨¦ctrica de Espa?a y las diputaciones de Burgos, Palencia, Soria, Teruel, Guadalajara, Huesca y Cuenca, para poner en contacto a emprendedores que tengan ya un proyecto en marcha con alguno de los 52 ayuntamientos que est¨¢n en el programa. No se trata de buscarles alojamiento, sino de conseguir que las dos partes se aporten y arranque una vida en ese destino. "Este a?o hemos recibido 437 proyectos de Espa?a y de todo el mundo, se han seleccionado 20", cuenta Juanjo Manzano, uno de los fundadores de la empresa social.
El mayor curso ¡®online¡¯
Para ¨¦l, "la pandemia ha sido el mayor curso online de la historia, porque ha demostrado a las empresas que se puede trabajar de forma productiva desde casa, ha ense?ado a las compa?¨ªas a adaptarse y ha acelerado la voluntad de muchas personas de cambiar de residencia". De hecho, ante la demanda de solicitudes en la que era su primera edici¨®n, abrir¨¢n otra convocatoria en septiembre. "Es la demostraci¨®n de un modelo p¨²blico privado social y sostenible, con una clara vocaci¨®n por el mundo rural y por mejorar la calidad de vida de las personas, que se han dado cuenta de que podr¨ªan vivir y trabajar menor en otro sitio".
Pero igual que pide ideas claras a los emprendedores, a los pueblos les pide que se preparen para recibir nuevos pobladores. "Nosotros nos aseguramos de no enviar ni seleccionar a alguien que vaya a marcharse o que tome la decisi¨®n por impulso. Por eso, es importante que tengan un plan de negocio, pero los ayuntamientos deben asumir que tienen que existir infraestructuras y cambiar la mentalidad sociocultural".
Almanatura conf¨ªa en que la nueva sociedad que salga de esta nueva etapa acabe generando una nueva industria cultural, llena de oportunidades de riqueza. "Debe crearse una cultura desde el rural; no una que lleve la etiqueta de rural. No va de eso". Manzano se muestra convencido de que "veremos repoblarse muchas zonas en los pr¨®ximos 18 meses". Solo el tiempo podr¨¢ terminar de confirmar si todos estos planes para vivir una vida m¨¢s conectada a la naturaleza y dentro de un sistema econ¨®mico m¨¢s justo y sostenible se convierte en una realidad que ayude a estar preparados para nuevos escenarios incontrolables, derivados de la p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico.
Biodiversidad y la covid-19
Desde las primeras semanas de la pandemia, los ec¨®logos, bi¨®logos y expertos en materia ambiental se apresuraron a advertir, ante las im¨¢genes de los delfines llegando a las costas y la limpieza de las aguas, que la p¨¦rdida de la biodiversidad era una de las causas de la pandemia.
El profesor del Departamento de Biogeograf¨ªa y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Fernando Valladares, publicaba una columna a principios de abril en la que explicaba que "una naturaleza sana, de ecosistemas funcionales y ricos en especies, nos protege ante infecciones y pat¨®genos".
Es precisamente esa ruptura del equilibrio sobre la que los cient¨ªficos nos advierten desde hace d¨¦cadas. "La ciudad es una destructora natural de ecosistemas", insiste Garc¨ªa Aranda.
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