La movilidad verde gana peso en las urbes
Las ciudades tienen la oportunidad de tener m¨¢s carriles bici, m¨¢s veh¨ªculos el¨¦ctricos y un transporte p¨²blico menos saturado
La pandemia de covid-19 ha tenido un tremendo impacto en la movilidad urbana. Tras el confinamiento, muchas grandes ciudades apuestan por el uso de la bicicleta, en l¨ªnea con las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Esta instituci¨®n considera que la bici es una alternativa para los recelosos de contagiarse en el transporte p¨²blico. De hecho, numerosas urbes ya han comenzado a adoptar medidas como el dise?o de nuevos carriles especiales para los ciclistas. Los expertos coinciden en que la bicicleta puede contribuir, por un lado, a reducir los desplazamientos urbanos en coche y, adem¨¢s, a descongestionar el transporte p¨²blico tradicional. Toda una oportunidad con importantes beneficios medioambientales y para la salud humana.
"En estos tiempos de confinamiento y sedentarismo, su uso provoca un mayor bienestar emocional. Tampoco hay que olvidar que es el modo de transporte m¨¢s r¨¢pido para las distancias de hasta ocho kil¨®metros, las m¨¢s habituales en los entornos metropolitanos", recuerda Nacho Ruiz, miembro de la Red de Ciudades por la Bicicleta.
Conscientes de que las nuevas tendencias de teletrabajo y flexibilidad horaria marcar¨¢n nuevos patrones de movilidad, cada vez m¨¢s voces apelan a los responsables municipales pidi¨¦ndoles la creaci¨®n de espacios seguros que garanticen unas condiciones adecuadas para los ciclistas. La reducci¨®n del tr¨¢fico en las horas punta y el fomento de un uso seguro del transporte p¨²blico son otras de estas peticiones.
Desde la Red de Ciudades por la Bicicleta enumeran una serie de tareas pendientes en muchos ayuntamientos para facilitar la utilizaci¨®n de este medio de transporte: ampliar las redes ciclistas, reabrir los sistemas de alquiler, coordinar los sem¨¢foros para dar preferencia a peatones y ciclistas, conseguir ciudades 30 (donde no se puedan superar los 30 km/h) y hacer respetar los l¨ªmites de velocidad, facilitar espacios de aparcamiento seguro, impulsar los servicios de ciclolog¨ªstica, desarrollar ayudas para la compra de bicicletas y poner en marcha planes de formaci¨®n vial en las escuelas e institutos, entre otras.
Voluntad pol¨ªtica
"Percibo que, m¨¢s all¨¢ de las ideolog¨ªas, existe una voluntad pol¨ªtica hacia una movilidad m¨¢s sostenible, precisamente porque estamos ante un problema de supervivencia. Hay una concienciaci¨®n real sobre la salud, la contaminaci¨®n y el cambio clim¨¢tico, que con la pandemia ha aumentado todav¨ªa m¨¢s", sostiene el experto en transporte y movilidad urbana Juli¨¢n Sastre.
En este nuevo contexto, no solo las bicicletas van a poblar m¨¢s las calzadas de las ciudades. Tambi¨¦n es muy posible que otros veh¨ªculos de movilidad personal (VMP) como el patinete el¨¦ctrico vivan un nuevo impulso. Aun as¨ª, el transporte p¨²blico va a seguir desempe?ando un papel clave, sobre todo en las ciudades grandes y medianas. "En autobuses, metros y trenes, no hay problema a los requerimientos de distancia personal, es decir, menor ocupaci¨®n, y confianza sanitaria", razona Sastre. En su opini¨®n, el principal problema se da en la hora punta, que es cuando hay un mayor pico de demanda. "Pero con la crisis econ¨®mica que se avecina ¡ªen la que se desplazar¨¢ menos gente ¡ª, el teletrabajo, la flexibilizaci¨®n de horarios y la creaci¨®n de carriles preferenciales al transporte colectivo, podemos cubrir las nuevas necesidades urbanas con la misma flota de transporte p¨²blico e igual n¨²mero de conductores", explica este ingeniero.
Tambi¨¦n el sector del carsharing ha vuelto a la actividad con estrictas medidas de seguridad y nuevos servicios. Las empresas de coche compartido son conscientes del nuevo escenario en el que deber¨¢n desenvolverse y se han preparado para asumir los retos de esta etapa cargada de incertidumbres. Entre otras medidas, es obligatorio el uso de mascarillas y aconsejable el de guantes dentro de los veh¨ªculos, se recomienda a los clientes que comprueben su temperatura corporal antes de ponerse al volante, se han reforzado los protocolos de higienizaci¨®n y desinfecci¨®n de los coches y se ha acotado el n¨²mero de personas que pueden ocupar las plazas del autom¨®vil. "Debemos apelar a la responsabilidad personal, a otra forma de relacionarnos y de actuar que nos permita asumir los menos riesgos posibles", reconoce el consejero delegado de Zity, Javier Mateos. Una nueva realidad que cambiar¨¢ la fisonom¨ªa de las ciudades, tal vez para siempre.
La asignatura pendiente de la eficiencia energ¨¦tica
Edificios m¨¢s eficientes, habitables y sostenibles. Este es uno de los grandes retos del sector de la construcci¨®n, uno de los que mayor margen de mejora tiene en el ¨¢mbito de la eficiencia energ¨¦tica. El 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE y el 40% del consumo energ¨¦tico procede de esta actividad, la que m¨¢s materias primas del planeta consume (alrededor de un 40%). Estas cifras demuestran la necesidad de avanzar en modelos urbanos m¨¢s seguros, sostenibles e inclusivos, en los que la renovaci¨®n y las reformas de edificios juegan un cometido fundamental.
En materia de rehabilitaci¨®n y renovaci¨®n urbana, Espa?a est¨¢ a la cola de Europa. M¨¢s del 70% de los 25,5 millones de viviendas que forman el parque residencial nacional incumple la normativa de ahorro energ¨¦tico necesaria para mitigar los efectos de la emergencia clim¨¢tica. Mientras que la tasa media de gran rehabilitaci¨®n en la UE es del 2% anual, en Espa?a se sit¨²a en un exiguo 0,2%.
"Es necesario adecuar los espacios y sus caracter¨ªsticas a las necesidades actuales, cada vez m¨¢s diversas, como hemos podido comprobar durante el confinamiento, con espacios flexibles dotados de mayor confort, habitabilidad y funcionalidad", admite el presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a (CSCAE), Lluis Comer¨®n. Estas actuaciones pasan por la intervenci¨®n en aislamientos, cubiertas, fachadas y ventanas, as¨ª como por la mejora del dise?o y la distribuci¨®n de los espacios para facilitar la ventilaci¨®n cruzada. Todo ello implica ahorros en los consumos energ¨¦ticos y un descenso de las emisiones de di¨®xido de carbono. "Adem¨¢s de las consecuencias evidentes en la econom¨ªa de los hogares, hay que a?adir los beneficios sociales y de bienestar. Junto con la reducci¨®n de gases contaminantes, la rehabilitaci¨®n integral mejora la accesibilidad de las viviendas y las hace m¨¢s habitables, con los efectos positivos que esto tiene para la salud individual", a?ade Comer¨®n.
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