Los fulani de Senegal, acosados adem��s por el coronavirus

Tres pastores fulani observan su ganado bajo la sombra de un ��rbol en un punto de agua en Dolly, Senegal, el 30 de mayo de 2020. Dolly es una reserva donde los pastores pueden refugiarse antes de regresar al norte cuando caen las primeras lluvias. Las restricciones de la covid-19 han cerrado los mercados y el movimiento regional. Como resultado, estas comunidades pastoralistas intentan trasladarse a ��reas como Dolly, que tienen m��s tierras de pastoreo y acceso al agua.JOHN WESSELS (AFP)

Un pastor fulani se rodea de sus ovejas, que luchan por beber mientras el joven lleva su suministro de agua de regreso a su campamento, en las afueras de Dolly. El ��rea, escasamente poblada es una llanura arenosa, salpicada de ��rboles ��rabes de goma fina. Miles de pastores fulani semin��madas est��n atrapados en la regi��n de Louga en Senegal, en el Sahel, desde el inicio de la pandemia de coronavirus.JOHN WESSELS (AFP)

Los pastores fulani esperan para llenar sus tanques en un punto de agua en Dolly, el 30 de mayo de 2020. Los pastores, vestidos con t��nicas de colores brillantes, se disponen a partir. Pronto, deambular��n kil��metros atr��s a trav��s del semi-desierto del norte de Senegal en busca de escasos pastos amarillos que se asoman por la arena.JOHN WESSELS (AFP)

Los pastores llevan cubos de agua de un pozo para que su ganado tambi��n beba. Ellos se mueven con su ganado de norte a sur a trav��s de Louga, y m��s lejos, a medida que el pasto se seca, antes de regresar al norte nuevamente con las lluvias de verano. Pero los ��ltimos tiempos han sido dif��ciles. Menos lluvia, atribuida al cambio clim��tico, ha significado menos pastoreo.JOHN WESSELS (AFP)

Una mujer fulani llena su tanque de agua en un mercado no oficial de pastores en Barkedji, el 28 de mayo de 2020. El acceso al agua tiene un precio: muchas familias deben viajar hasta diez kil��metros todos los d��as para llenar sus bidones, que luego se utilizar��n para abastecer a su ganado y para ellos mismos.JOHN WESSELS (AFP)

Un pastor fulani sostiene el cuerno de una vaca en el pueblo de Mbetiou Peulh el 29 de mayo de 2020. Por lo general, no vender��an una vaca de esta calidad, pero se necesita dinero y suministros para avanzar hacia el sur, hacia mejores tierras de pastoreo. Las familias de pastores se han quedado atrapadas en esta aldea desde que se implementaron las restricciones de coronavirus en marzo de 2020.JOHN WESSELS (AFP)

Un pastor vigila su ganado mientras bebe de un pozo en el pueblo de Mbetiou Peulh el 29 de mayo de 2020. Los fulani tienen que llevar sus animales cada vez m��s lejos para encontrar pasto para comer y est��n luchando para comprar suministros para mudarse al sur, a mejores tierras de pastoreo, despu��s de que el precio de las reses se haya reducido a la mitad.JOHN WESSELS (AFP)

Una familia regresa a su campamento de Molly despu��s de intentar comprar y vender bienes en un mercado no oficial de pastores en Barkedji el 28 de mayo de 2020. Meses de restricciones gubernamentales sobre los movimientos dise?ados para frenar el virus han coincidido con los meses m��s dif��ciles de la estaci��n seca. Incapaces de viajar lejos en un paisaje inh��spito, los pastores se han visto obligados a gastar el poco dinero que tienen en alimentaci��n animal.JOHN WESSELS (AFP)

Los fulani llevan su ganado a un punto de agua en Dolly el 30 de mayo de 2020. "Los pastores son parte de la poblaci��n m��s afectada por la crisis de la covid-19 aqu�� en Senegal", dice el diputado local Yoro Sow.JOHN WESSELS (AFP)

Varios pastores descansan a la sombra de un ��rbol en Dolly. La principal fuente de ingresos de los pastores fulani, la venta de ganado, tambi��n se ha cortado, porque el Gobierno local ha prohibido grandes mercados por temor a la contaminaci��n. Incluso cuando se levanten las restricciones, no est�� claro si todos los pastores tendr��n suficiente dinero para irse.JOHN WESSELS (AFP)

Un fulani dirige su ganado en busca de pastos. En la aldea de Mbetiou Peulh, que est�� habitada solo durante una parte del a?o, un pastor llamado Adama Ba dice que pronto deber�� viajar casi 100 kil��metros (60 millas) al sur, a una zona que contenga pastos. La escasez de efectivo significa que su autom��vil tiene que quedarse atr��s.JOHN WESSELS (AFP)

Dos hombres cargan su carro con forraje antes de regresar a sus campamentos en un mercado no oficial de pastores en Barkedji. Los mercados semanales conocidos como "loumas", que pueden atraer a comerciantes de lugares tan lejanos como la capital, Dakar, fueron el coraz��n econ��mico de la regi��n hasta que cerraron en marzo. Para ayudar a los pastores, las autoridades locales est��n distribuyendo alimentos para animales y les est��n permitiendo vender ganado en peque?as cantidades, pero no es suficiente.JOHN WESSELS (AFP)

Los precios de la carne tambi��n han ca��do, afirman varios pastores y funcionarios locales. "La gran crisis est�� aqu��, en el coraz��n de las peque?as aldeas", dice Diegane Daff, de 40 a?os y concejal de Barkedji. Agrega que los pastores est��n sobreviviendo al ayudarse mutuamente tanto como sea posible. JOHN WESSELS (AFP)

Una ONG local llamada ADID estima que el n��mero de pastores afectados ser�� de decenas de miles. Senegal es una naci��n mayoritariamente musulmana de unos 16 millones de personas.JOHN WESSELS (AFP)

Un joven pastor enciende un cigarro en Barkedji antes de volver a Dolly. Senegal destin�� esta ��rea, que abarca 87.500 hect��reas y que est�� encerrada por un muro de cemento, para pastores en 1969. El interior se ve casi tan ��rido como la regi��n circundante, pero los fulani usan el rancho con menos frecuencia durante tiempos de abundancia, por lo que retiene el pasto durante m��s tiempo durante la estaci��n seca.JOHN WESSELS (AFP)

Los pastores, que entran gratis en Dolly, acampan en chozas de paja rodeados de sus animales. El jefe del Gobierno local, Mamadou Sow, sin ofrecer cifras precisa dice que m��s personas han venido este a?o en comparaci��n con el pasado. Pero los fulani se refugian all�� cada temporada seca. "El coronavirus simplemente acentu�� una situaci��n dr��stica que ya estaba all��", dice.JOHN WESSELS (AFP)

Las lluvias tard��as e irregulares de los ��ltimos a?os han sido atribuidas a pastos de baja calidad, lo que complica la vida de los pastores. Al preguntar qu�� pueden hacer para abordar sus problemas, uno de ellos responde que la oraci��n es su ��nica arma.JOHN WESSELS (AFP)