Mujeres en pie de guerra: hero¨ªnas y estereotipos
Ofrecer personajes de mujeres fuertes, con capacidad de decisi¨®n, es un paso positivo hacia productos culturales m¨¢s diversos e inclusivos
Nuestros productos culturales no operan de forma ajena a nuestras convenciones sociales; el discurso de ficci¨®n y el mundo real se interconectan de formas complejas. El cine, la publicidad, los c¨®mics y otros productos de consumo presentan discursos (expl¨ªcitos o subyacentes) sobre nuestra concepci¨®n de la realidad y constituyen una forma m¨¢s de transmisi¨®n de informaci¨®n.
As¨ª se transmiten tambi¨¦n los estereotipos de g¨¦nero, que constituyen variantes o especializaciones dentro de los roles de g¨¦nero. Estos fijan lo femenino y lo masculino y perpet¨²an una dicotom¨ªa basada en supuestas diferencias biol¨®gicas que presupone actitudes y comportamientos diferenciados.
Fue en 1798 cuando el impresor franc¨¦s Didot cre¨® el t¨¦rmino estereotipo para denominar al proceso de duplicaci¨®n de p¨¢ginas. Posteriormente, se us¨® en ciencias sociales para referirse al conjunto de ideas que se repiten de forma sistem¨¢tica para hacerse una imagen mental de algo o alguien. Son, por tanto, estructuras cognitivas permanentes que facilitan el procesamiento de informaci¨®n (Naffziger y Naffziger 1974).
En esta l¨ªnea, todos reconocemos a la mujer ejecutiva o a la activista pol¨ªtica como estereotipos diferenciados de mujer occidental. Estas convenciones culturales no necesariamente se suscriben por toda la poblaci¨®n, pero s¨ª se constituyen en expectativas y esta?ndares que pululan repetitivamente por los productos audiovisuales que consumimos, nutriendo el imaginario colectivo.
Estereotipos recurrentes de la prehistoria a la distopi?a
Tambi¨¦n se han reproducido visiones estereotipadas de diferentes per¨ªodos hist¨®ricos o culturas. Por ejemplo, los vikingos se presentan como extremadamente violentos y sanguinarios; los ¡°locos an?os veinte¡±, como un momento de eclosio?n generalizada de la modernidad y liberaci¨®n de la mujer.
Del mismo modo, se han reproducido tambi¨¦n diferentes modelos de mujeres, muchas veces pr¨¢cticamente como personajes adscritos a per¨ªodos hist¨®ricos espec¨ªficos: la princesa medieval, la femme fatale, la sufragista, la dama victoriana¡ Estas ima?genes est¨¢n relacionadas con el contexto sociopol¨ªtico de la ¨¦poca, remarcan aspectos espec¨ªficos de la feminidad y se manifiestan a trav¨¦s de figuras concretas.
Incluso cuando presentan un car¨¢cter extremadamente reivindicativo, como es el caso de las sufragistas, participan de los roles de g¨¦nero imperantes (es decir, esas mujeres siguen participando de la idea de ¡°feminidad¡± que tenemos para esa ¨¦poca).
Estereotipos en la cultura
Los descriptores, estereotipos y roles de g¨¦nero cambian (Connell 1995) y eso se ve reflejado en nuestras industrias culturales. Hace unos an?os, y en el caso del cine, por ejemplo, solo protagonistas como la Princesa Leia o Ripley en Alien, eran conocidas. Hoy, la lista es significativamente superior y se fomentan narrativas protagonizadas por mujeres empoderadas, tales como Mad Max: Fury Road o Wonder Woman.
En cambio, hay aspectos que afectan a la representaci¨®n de mujeres que se mantienen en diferentes ¨¦pocas hist¨®ricas. Podri?amos pensar que las representaciones de las mujeres prehist¨®ricas nada tienen que ver con las representaciones de mujeres en mundos dist¨®picos y futuros imaginados. Pero hay aspectos que se repiten en ambas narrativas.
Mientras la mayor¨ªa de los per¨ªodos hist¨®ricos refuerzan la norma de comportamiento y una feminidad tradicional, los relatos relativos a la Prehistoria y las distop¨ªas parecen configurarse como espacios de mayor libertad y ajenos a nuestras normas sociales. A pesar de ello, su an¨¢lisis permite identificar ciertos aspectos, como la hipersexualizaci¨®n, que los ponen en conexi¨®n con narrativas al uso.
La sexualidad femenina generalmente se ha conceptualizado como una polarizacio?n de dos posturas opuestas: una m¨¢s conservadora, neoliberal y puritana, que se corresponde con la figura de la Virgen Mar¨ªa; y otra caracterizada por una hipersexualizaci¨®n, asociada al personaje b¨ªblico de Eva.
Hero¨ªnas inocentes contra figuras sobreerotizadas
El polo de ¡°Mar¨ªa¡± es comu?n a la mayor¨ªa de los estereotipos hist¨®ricos y aparece tambi¨¦n en la ciencia ficci¨®n. Si bien es cierto que es positivo que muchas hero¨ªnas no est¨¦n sexualizadas, detr¨¢s de esta representaci¨®n a menudo encontramos discursos que responden a patrones conservadores. En muchas ocasiones, la protagonista de la historia es aquella que es incompetente o inocente en cuanto a la sexualidad se refiere, ensalzando as¨ª los valores de inocencia, virtud y castidad. Es, por ejemplo, el caso de Katniss Everdeen en la exitosa saga de Los Juegos del Hambre.
Si bien en la ciencia ficci¨®n y otros g¨¦neros el polo de "Mar¨ªa" es com¨²n, en ocasiones tambi¨¦n encontramos algunas hero¨ªnas hipersexualizadas. La versi¨®n de la hero¨ªna hipersexualizada, aunque es menos frecuente, es una caracter¨ªstica distintiva precisamente tanto de las narrativas dist¨®picas (donde convive con hero¨ªnas el polo de ¡°Mar¨ªa¡±) como de aquellas basadas en la prehistoria.
As¨ª, en ambas narrativas encontramos el polo de ¡°Eva¡±, que se caracteriza por la preponderancia de im¨¢genes de mujeres sexualizadas, objetos sexuales para ser deseados, admirados, y pose¨ªdos en ¨²ltima instancia por los hombres.
Las protagonistas de c¨®mics sobre la prehistoria como Sheena, el personaje interpretado por Raquel Welch en Hace un mill¨®n de an?os, o la Viuda Negra, en el universo de los superh¨¦roes, son figuras y superhero¨ªnas que ejemplifican esta sobreerotizaci¨®n.
Adem¨¢s, muchas de estas protagonistas cumplen papeles asociados fundamentalmente a la lucha y la guerra; llevan armas y constituyen excepciones en un mundo de hombres (ver Cavewoman o Sheena.
Un punto a destacar es que, tanto en las narrativas dist¨®picas como en las prehist¨®ricas, generalmente no hay espacio para cuerpos no normativos. Es decir, todas las protagonistas son mujeres blancas que corresponden a un ideal de belleza muy actual, caracterizado por la melena larga, la delgadez, etc¨¦tera. La indumentaria de estas mujeres remarca las curvas y la figura femenina, sea a trave?s de un traje ajustado, sea directamente mostrando el cuerpo.
En el caso de los personajes no reales, como los que aparecen en el c¨®mic, presentan una exageraci¨®n de los atributos femeninos, como unas cinturas de avispa y unos pechos desproporcionados.
?Se puede evitar el estereotipo?
Cuestionar concepciones normativas sobre g¨¦nero y otras diferencias (clase, raza, sexualidad, etc¨¦tera¡) es extremadamente complejo, ya que cuando intentamos desmontar ciertos estereotipos, a menudo acabamos reforzando otros.
Hemos visto, por ejemplo, que en ocasiones se trata de empoderar a hero¨ªnas asoci¨¢ndolas a papeles masculinos y el uso de armas. Lo que acaba sucediendo, en cambio, es que estas protagonistas acaban hipersexualizadas y enfocadas al consumo masculino. Un caso paradigm¨¢tico podr¨ªa ser el de Catwoman.
Cabr¨ªa preguntarnos si son posibles los personajes no estereotipados, dada la necesidad de identificaci¨®n con los personajes por parte del p¨²blico.
Adem¨¢s, el mercado proporciona estas narrativas de mujeres empoderadas para generar m¨¢s consumo, y no para alterar fundamentalmente las estructuras sociales y pol¨ªticas.
Frente a los estereotipos (especialmente los que perpet¨²an roles de g¨¦nero obsoletos), ofrecer personajes de mujeres fuertes, con capacidad de decisi¨®n (tambi¨¦n en el terreno sexual, pero en sus propios t¨¦rminos), es un paso positivo hacia productos culturales ma?s diversos e inclusivos. Y no solo se debe hacer con las mujeres, tambi¨¦n con los hombres, a trav¨¦s de personajes que cuestionan la masculinidad estereotipada o t¨®xica, y de historias que promuevan escenarios y alternativas diferentes, representativos de la realidad.
Este arti?culo es fruto del ciclo Investigaci¨®n y Femineidad: Estereotipos de mujeres en la cultura contempor¨¢nea, organizado por la Delegaci¨®n del CSIC en Catalun?a y la IMF-CSIC, celebrado en febrero de 2020 en la Residencia de Investigadores de Barcelona.
D¨¦bora Zurro es cient¨ªfica titular en Arqueolog¨ªa Prehist¨®rica, Instituci¨®n Mil¨¢ y Fontanals de Investigaci¨®n en Humanidades (IMF-CSIC) y Paula Talero ?lvarez pertenece a la Unidad de Cultura Cient¨ªfica de la Delegaci¨®n del CSIC en Catalu?a, CSIC - Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas
Este art¨ªculo fue publicado en The Conversation. Consulte el art¨ªculo original.
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