La trata, a orillas del Amazonas

Caballococha, una peque?a localidad peruana a orillas del Amazonas, es destino de ocio habitual para los capos de la coca y caciques madereros y el lugar al que los traficantes llevan a las adolescentes de los pa��ses vecinos (Colombia y Brasil) los fines de semana para ejercer la prostituci��n en locales de alterne o los tambi��n llamados 'prostibares'.

Atalaia do Norte, en la Amazon��a brasile?a, es el municipio al que acuden por emergencias m��dicas los ind��genas de los pueblos kulina, marubos, kanamar�� y mayoruna que viven en el valle de Javar��. En las aldeas, que cada vez sufren m��s aislamiento y desprotecci��n con continuos recortes en salud y educaci��n por parte del Gobierno, solo tienen atenci��n primaria y cuando necesitan tratamientos m��s espec��ficos vienen aqu�� y mientras esperan a ser atendidos viven en sus canoas a orillas del r��o Javar��.

Nathalia Forero Romero, coordinadora de la Red de Enfrentamiento a la Trata de Personas en la Triple Frontera (RETP), lucha para erradicar el grave problema en el territorio amaz��nico fronterizo de Colombia, Per�� y Brasil de la trata, en especial de adolescentes que son presa f��cil de traficantes manipuladores que las seducen con regalos o peque?as cantidades de dinero.

Aryana Adali se ba?a en el Tacana, uno de los miles de afluentes del Amazonas, en el resguardo ind��gena de Tikuna-Huitoto de Leticia (Colombia), amenazado por vertidos t��xicos y pesca masiva, que ponen en peligro la alimentaci��n y salud de millones de personas que se nutren de esta agua y los peces que la habitan.

Un ��prostibar�� de Caballococha, en la Amazon��a peruana, frontera con Colombia y Brasil. En locales as�� se re��nen caciques y jefes de negocios de miner��a ilegal, narcotraficantes y madereros a los que traen a adolescentes de localidades cercanas, enga?adas con promesas, para ejercer la prostituci��n.

La sensibilizaci��n que se realiza desde la Red de Enfrentamiento a la Trata de Personas en la Triple Frontera (RETP) no solo se centra en escuelas, sino que tambi��n incluye visitas a las, no siempre f��cilmente accesibles, comunidades ind��genas. En la foto Juliana Yucuna, nueve a?os, juega en el comedor de la Comunidad Monilla Amena, del Departamento Amazonas (Colombia).

Alumnos y alumnas ind��genas del internado Ind��gena de San Francisco de Loretoyaco, en Puerto Nari?o (Colombia) delante de un mural que relata la historia de los clanes de la cultura ticuna en una de las paredes de la escuela.

Maryori Murayari y sus compa?eras de clase estudian en los pasillos de la Instituci��n Educativa Internado Ind��gena de San Francisco de Loretoyaco en Puerto Nari?o, Colombia. Ni?as como ellas son ��objeto de deseo�� de traficantes que las esperan a la salida del colegio para enga?arlas y llevarlas a Caballococha para entretener a narcotraficantes en los 'prostibares' los fines de semana.

Fany Kuiru Castro, l��der ind��gena murui, en su casa de Bogot�� con sus mascotas Frank, Jazuk��to�� y Sophie. Ella es la ��nica mujer murui de la Amazon��a colombiana graduada como abogada, con especializaci��n en Alta Direcci��n del Estado y maestra en Estudios Pol��ticos e Internacionales con una tesis laureada que tuvo como tema central la resistencia las mujeres ind��genas durante la violencia de la Caucher��a.

Este es el hogar de los Durango. Una vivienda precaria en Monilla Amena (Resguardo Tikuna-Huitoto. De Leticia, en el Departamento Amazonas. Colombia) que muestra una mezcla su pasado ancestral y utensilios actuales, s��mbolo de la forma de vida de estas comunidades. "Se estima que en Colombia existen 102 pueblos ind��genas. Seg��n la Corte Constitucional Colombiana, 36 pueblos se encuentran en riesgo de extinci��n f��sica y cultural por consecuencias directas del Conflicto armado y otros 31 pueblos est��n en un proceso de completa desaparici��n por su bajo crecimiento demogr��fico entre otras causas", explica Mar��a Carlina Tez, coordinadora de la Macrorregi��n Amazon��a de la Comisi��n de la Verdad.

En Puerto Nari?o (Colombia) las pinturas en fachadas de casas o instituciones con motivos ��tnicos descriptivos de las culturas ind��genas aut��ctonas son muy frecuentes con el objetivo de darlas a conocer y conservar sus tradiciones.

La vulnerabilidad econ��mica y social de las poblaciones de la Amazon��a, especialmente de los ind��genas, les convierten muchas veces en el objetivo de las redes de trata con menos escr��pulos. Ni?os jugando en la orilla del r��o Igara Paran�� en San Francisco (Colombia), uno de los afluentes del Amazonas.