Las ¡®brujas¡¯ de Salem: una historia de intoxicaciones, revanchas e histeria colectiva

Mientras medio mundo acaba de disfrazarse de brujas, vampiros y fantasmas ¡ªsiempre dentro de los l¨ªmites que la pandemia de coronavirus ha permitido¡ª para celebrar Halloween o el D¨ªa de Muertos, la exaltaci¨®n del m¨¢s all¨¢ o de lo m¨¢gico no siempre ha sido motivo festivo. Entre 1692 y 1693, 19 personas fueron ahorcadas y otra m¨¢s lapidada en los juicios por brujer¨ªa de Salem. Muchas son las hip¨®tesis que intentan explicar lo sucedido a finales del siglo XVII en aquella colonia inglesa de Massachussets (Estados Unidos), desde un episodio de histeria colectiva a una intoxicaci¨®n de pan de centeno en mal estado. Y aunque ninguna ha logrado aclarar de forma fidedigna los hechos que empujaron a la caza de brujas m¨¢s famosa de la historia, todas tienen algo en com¨²n: las convulsiones y padecimientos f¨ªsicos de las j¨®venes de Salem no fueron producto de brujer¨ªa.

A finales de 1691, ocho ni?as, entre ellas la hija y la sobrina del pastor puritano Samuel Parris, comenzaron a sufrir un mal de origen desconocido. Las ni?as y adolescentes hablaban de forma desordenada, hac¨ªan gestos extra?os y se retorc¨ªan entre convulsiones, seg¨²n consta en los registros del juicio. Sin una explicaci¨®n cient¨ªfica a tal aflicci¨®n, un m¨¦dico sugiri¨® que las j¨®venes podr¨ªan haber sido hechizadas. Pronto comenz¨® la caza de brujas para buscar a los responsables de tales males. La primera arrestada fue Tituba, una esclava de Barbados que trabajaba para Parris, y otras dos mujeres sin buena reputaci¨®n en aquella colonia de puritanos, un grupo radical del protestantismo calvinista.

Hasta el proceso de Salem solo hab¨ªan sido ejecutadas por brujer¨ªa cinco personas en Massachussets, seg¨²n la investigaci¨®n de George Lyman Kittredge, autor de Brujer¨ªa en la vieja y nueva Inglaterra (Harvard University Press, 1929). Sin embargo, las acusaciones de hechicer¨ªa se extendieron r¨¢pidamente en la colonia de Salem en medio de un clima en el que los rumores o las rencillas entre vecinos llevaron a imputar el oficio de las artes oscuras a los m¨¢s devotos feligreses. Un total de 14 mujeres y 5 hombres fueron ahorcados. Otro m¨¢s fue lapidado. Y en 1693, m¨¢s de 150 ciudadanos fueron detenidos por brujer¨ªa en la zona, aunque la mayor¨ªa fueron finalmente indultados por el gobernador.

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Pero, ?qu¨¦ ocurri¨® de verdad? Algunos historiadores como Charles Wentworth Upham (1802-1875), tambi¨¦n alcalde de Salem y autor de Salem Witchcraft (Brujer¨ªa de Salem), han apuntado al ¡°fraude¡± de las j¨®venes, que intentaron con las acusaciones ganar notoriedad en una sociedad opresora o simplemente protegerse de un hipot¨¦tico castigo puesto que exist¨ªan rumores de que hac¨ªan experimentos de brujer¨ªa. Otros consideraron m¨¢s plausible que los acontecimientos fueran producto de un proceso de histeria colectiva o incluso de un enfrentamiento entre los seguidores y detractores del pastor Parris.

Sin embargo, seg¨²n las ¨²ltimas investigaciones, la teor¨ªa que m¨¢s fuerza cobra es que las ni?as sufrieron ergotismo, una enfermedad producida por la intoxicaci¨®n con cornezuelo, que es un hongo que crece en el centeno y en otros cereales. Este hongo contiene un alcaloide, la ergotamina ¡ªde la que deriva el LSD¡ª, que puede provocar alucinaciones, convulsiones, gangrena y, en algunos casos, la muerte. Seg¨²n esta hip¨®tesis, las ni?as se habr¨ªan contaminado al consumir pan de centeno en mal estado.

Una de las primeras en defender la teor¨ªa del ergotismo fue Linda Caporael, en un art¨ªculo publicado en la revista Science, en 1976, en el que describe algunos indicios que sugieren que los supuestos hechizos de Salem no fueron obra del demonio sino del hongo del centeno. Seg¨²n algunos historiadores, el invierno de 1691 fue muy fr¨ªo y fue sucedido por una primavera y un verano h¨²medos, condiciones que favorecen la aparici¨®n del cornezuelo. Adem¨¢s, ¡°las manifestaciones f¨ªsicas que produce el ergotismo¡± coinciden con los relatos transcritos del juicio de Salem, considera Caporael, aunque cree que no se pueden obviar los factores psicol¨®gicos y sociol¨®gicos que buscaron en la brujer¨ªa el origen de los padecimientos de las j¨®venes.

Fueran producto del ergotismo, de un proceso de histeria colectiva o de las confrontaciones en torno a la figura del pastor Parris, los acontecimientos en Salem han pasado a la historia como la prueba fat¨ªdica de lo que causa el fanatismo religioso, las falsas acusaciones y una justicia arbitraria que se deja llevar por el fervor popular.