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A nueve d��as de un sue?o

Su traves��a en patera dur�� ese tiempo... y al desembarcar muchos migrantes se quedan despu��s varados y sin destino. Pero la historia de este grupo de subsaharianos es distinta. Tras llegar a Canarias hace un a?o, hablan ya espa?ol y aprenden un oficio con el apoyo de la Fundaci��n El Buen Samaritano

Andr��s Guti��rrez

Santa Cruz de Tenerife - 29 dic 2020 - 18:54CET

Ibrahim Ly. Inmigrante subsahariano llegado a las costas canarias en octubre de 2019. Tras m��s de un a?o en Tenerife, se ha topado con la inform��tica y ha encontrado su vocaci��n.

Malan Sane. Inmigrante africano. Desde que lleg�� a Canarias asiste a un curso de carpinter��a para buscar una salida a su situaci��n en este oficio.

Mamadou. Inmigrante subsahariano. Sali�� de Gambia y a los nueve d��as desembarc�� en Canarias con el objetivo de llegar a Francia para labrarse un futuro mejor.

Charreh. Inmigrante africano llegado a las islas en la misma patera que cuatro de sus compa?eros. Habla seis idiomas y aprende inform��tica en la isla de Tenerife.

Boubacar (Buba). Inmigrante subsahariano que huy��, como sus compa?eros, de la explotaci��n. En la isla de Tenerife asiste a un curso de cocina subvencionado por la Fundaci��n El Buen Samaritano, dedicada a la ayuda a personas en exclusi��n social.

Aladje Ndyoe (Sec). Inmigrante africano que so?aba con vivir en Espa?a desde peque?o. Trabaja cada d��a en el taller de carpinter��a, donde aprende y mejora sus habilidades y al mismo tiempo estudia para aprender a hablar, leer y escribir en castellano.

Woga. Inmigrante africano llegado a Canarias en patera meses despu��s de sus compa?eros. Apenas habla castellano, pero espera aprender pronto. Se dedicaba a la pesca en su pa��s natal y, aunque est�� aprendiendo carpinter��a, estar��a dispuesto a trabajar en cualquier oficio para ganarse la vida y poder ayudar a su familia.

Los siete inmigrantes conviven en las instalaciones que les ha ofrecido la Fundaci��n El Buen Samaritano, que impulsa numerosos proyectos de ayuda a familias y personas desfavorecidas. All�� comparten lo que tienen y practican lo que aprenden en su programa de formaci��n.

Boubacar asiste a su curso de cocina cada ma?ana. Los alimentos que cocinan son servidos por encargo a empresas y particulares de la zona. De esa manera, su aprendizaje revierte beneficios en la Fundaci��n que subvenciona sus gastos y cursos, dignificando as�� la ayuda que reciben.

Los compa?eros de cocina aprenden diferentes t��cnicas culinarias y platos t��picos de Espa?a y Canarias para adaptar sus sabores a los tradicionales del lugar. Su aprendizaje les servir�� de ayuda a la hora de encontrar un trabajo en Europa el d��a que consigan regularizar su situaci��n.

En el taller, Sec y sus compa?eros restauran sillas y otros muebles desechados por sus anteriores due?os. Una vez reparados y listos para ser usados sirven para decorar sus propias instalaciones o las de otras familias necesitadas que los soliciten.

Malan y un compa?ero del curso de carpinter��a miden las piezas necesarias para el montaje de una cocina. Malan se esfuerza cada d��a en cumplir con los objetivos y perfeccionar sus t��cnicas pensando en dedicarse a este oficio en el futuro.

Asistir a cursos de inform��tica cada d��a les ayuda a mejorar sus habilidades tecnol��gicas as�� como perfeccionar su castellano. Adem��s de favorecer el contacto con otros aprendices locales con los que practican el idioma y entablan amistad.

Ly sue?a con llegar a ser ingeniero inform��tico. Le apasiona lo que ha aprendido y, tras un a?o en la isla, se desenvuelve de forma fluida en castellano.

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