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Barcel¨®, tierra ef¨ªmera En 2016, Miquel Barcel¨® pint¨® sobre las vidrieras de la Biblioteca Nacional de Francia, en Par¨ªs. Sus criaturas terrestres y marinas de arcilla y tierra fueron expuestas entre marzo y agosto. Luego las borr¨®. La revista Matador conmemora con un n¨²mero especial su 25? aniversario, y lo hace con un cuaderno de artista que recoge aquella experiencia radical y sublime. Cuatro cuchillos. Un pulpo. Pez grande. Dinosaurio medio borrado.Cebollas. Lomo de le¨®n. Cabezas de caballo, felino, humanas. Perfiles. Cuatro cuchillos. Un pulpo. Pez grande. Dinosaurio medio borrado. Cebollas. Lomo de le¨®n. Cabezas de caballo¡ Si Miquel Barcel¨® no se hubiera empe?ado en nombrar as¨ª los elementos de esta obra ef¨ªmera, qui¨¦n sabe lo que ver¨ªamos.Cuernos de bisonte. De b¨²falo. Mamut. Peces peque?os. Sepia. Cabezas de caballo. P¨¢jaro. Halcones. Cuervos. Tub¨¦rculos. Tintoreras. Cabezas de caballo. Perfiles con pico. Perfil de felino con cabeza humana. Pez. P¨¢jaro. Saltamontes. A pesar de los t¨ªtulos puestos por el artista, vemos lo que cada uno de nuestros ojos, con toda libertad, es capaz de digerir frente a esta obra magistral y vol¨¢til: un soplo de genio labrado con la contundencia de cinco toneladas de arcilla que el pintor plasm¨® en las vidrieras de la Biblioteca Nacional de Francia de Par¨ªs en marzo de 2016 y borr¨® en agosto de ese mismo a?o. Le grand verre de terre , lo titul¨®, como homenaje a Ramon Llull.Pez espada. Espina de pescado. Cebollas / Medusa. Felinos. Figuras. Retratos de perfil. Varios tuffatori. Tibur¨®n / Pez sierra. Anzuelos. Ahora, la revista Matador lo recupera y publica en forma de cuaderno de artista para conmemorar su 25? aniversario. Halcones. Cuervos. Tub¨¦rculos. Tintoreras¡ Todas esas im¨¢genes emergieron a lo largo y ancho de una superficie de 190 metros de longitud por 6 de altura.P¨¢jaro. Escualos. Bisontes, toros. Gacela. Cuchillo, fuego. Baile de esqueletos. Esqueleto gigante con cuernos bailando. Medusas varias. Las im¨¢genes trenzan un aquelarre de esqueletos, espinas y cefal¨®podos que se filtran hacia nuestras entra?as. Se van sucediendo en el pulso del mallorqu¨ªn, alzado en una especie de cuadriga gigante inventada para la ocasi¨®n ¡ª¡°todos los artistas estamos creando herramientas casi todos los d¨ªas, desde uncepillo de dientes a esto¡±, dice Barcel¨® en un documental grabado por la revista que dirige Alberto Anaut¡ª y con ritmo de buler¨ªa.Gran espina de pescado ¡ªdorada¡ª. Esqueletos. Baile de crust¨¢ceos. Langostas. Bogavantes, centollos. Mandr¨¢gora con exoesqueleto. De hecho, esa sucesi¨®n entrecortada de t¨ªtulos, perfecta para concretar sue?os monstruosos e infantiles, se la debe a Camar¨®n de la Isla. As¨ª defin¨ªa el cantaor su pintura: con apenas una palabra que le brotaba de la mirada en penumbra.Esqueleto de cazador con ciervo. Apaches. Sioux. Marioneta. Figura sentada. Esqueleto orinando. La combusti¨®n para esta obra monumental y ef¨ªmera se la proporcion¨® el arte rupestre. Lugares como las cuevas de Chauvet, donde hay que ir, seg¨²n ¨¦l, sin descanso para que a la en¨¦sima vez comiences a entender.Huesos de pez espada. Figura de pintor con pinceles. Figura femenina con pulpo. Esqueleto bovino. Desnudo de pie. Tres vasijas. Gran autorretrato. Las peticiones para no borrar lo que hizo en aquel espacio se sucedieron. Pero Barcel¨® no quiso conservarlo: ¡°Lo hubiera concebido de otra manera¡±, afirma. ¡°Y quiz¨¢s no lo habr¨ªa ejecutado con tanta libertad¡±. La que le proporcion¨® esa vor¨¢gine que despide la arcilla o el blanco o la luz que se cuela para aportar sus figuras sobre el vidrio: ¡°Son el silencio de la pintura¡±.Gran esqueleto con tres brazos sobre multitud bailando. Medusas. Cabezas de pescado. Pinceles. Cardos. Ojos. Perfiles (cerdo, pez, tibur¨®n). Ese borrado, esa aniquilaci¨®n fue una llamada a la memoria que ahora se concreta en este cuaderno imponente de Matador .Medusas, cabeza de ?u, b¨²falo, gacela... Vasijas. Elefante. Mamut. Cabrachos, gambas, sepias. Morsa. Peces nadando. Miquel Barcel¨®, arriba, trabaja sobre Le grand verre de terre en marzo de 2016 en la Biblioteca Nacional de Francia, en Par¨ªs. Jean-Marie del Moral