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La vida de Felipe de Edimburgo, en im¨¢genes El marido de Isabel II, Felipe de Edimburgo, ha fallecido este viernes a los 99 a?os en el palacio de Windsor, seg¨²n ha anunciado la familia real brit¨¢nica Felipe de Edimburgo, en julio de 1922. El que se convertir¨ªa en marido de la reina Isabel II de Inglaterra viene al mundo en la residencia real de Mon Repos, en Corf¨² (Grecia) el 10 de junio de 1921. Philipos pertenece a la casa real de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Gl¨¹cksburg por parte de padre, y a la Battenberg (una rama de la de Hesse-Darmstadt) por parte de madre. A pesar de estar emparentado con buena parte de realeza europea (es descendiente de la reina Victoria, as¨ª como del rey Cristian de Dinamarca, apodados como la abuela y el suegro de Europa) nace pobre y en una familia sin suerte. Su abuelo paterno, el rey Jorge I de Grecia, hab¨ªa sido asesinado en 1913; su t¨ªo Constantino, derrocado, y su sucesor, Alejandro I, muerto por la mordedura de un mono rabioso. Tras la revoluci¨®n de septiembre de 1922, el padre de Felipe fue juzgado en un consejo de guerra y desterrado. Despojada de la nacionalidad griega, la familia se dispers¨® en el exilio. Hulton Archive (Getty Images) Andr¨¦s de Grecia y Dinamarca (1882-1944), padre de Felipe de Edimburgo, en una imagen de 1920. S¨¦ptimo hijo del rey Jorge de Grecia, un pr¨ªncipe dan¨¦s elegido rey de los griegos, y de Olga Constantinova, gran duquesa rusa de la familia de los Romanov, entra muy joven en el ej¨¦rcito. En 1913, tras el asesinato de su padre, el rey Jorge I, hereda la residencia de Corf¨², donde nace Felipe. La derrota de Grecia en la guerra contra Turqu¨ªa (1919-1922) acaba con su carrera militar y es expulsado del pa¨ªs. Parte de la Segunda Guerra Mundial la pasa atrapado en el r¨¦gimen colaboracionista de Vichy. Tras conseguir llegar a Montecarlo, fallece debido a una insuficiencia cardiaca en 1944, en la habitaci¨®n de un hotel. Al morir le dejar¨ªa a su hijo una gran deuda. Padre e hijo se hab¨ªan reencontrado en la boda de los padres de la reina Sof¨ªa, Pablo y Federica, y Andr¨¦s de Grecia le dio dos consejos a Felipe: ¡°Qu¨¦date en Inglaterra, es el lugar m¨¢s seguro para gente como nosotros, y c¨¢sate con una mujer rica¡±. Kestoyne (Getty Images) Alicia de Battenberg, madre de Felipe de Edimburgo, hacia 1910. Victoria Alicia Isabel Julia Mar¨ªa (1865-1969), hija mayor de Luis de Battenberg (un pr¨ªncipe de origen alem¨¢n que entra en el ej¨¦rcito brit¨¢nico con 14 a?os y cuyo apellido se transformar¨ªa del alem¨¢n Battenberg al ingl¨¦s Mountbatten) y de la princesa Victoria de Hesse, nace en el castillo de Windsor en presencia de su bisabuela, la emperatriz Victoria de Inglaterra. Sorda desde ni?a, conoce a su marido en Londres durante la coronaci¨®n del rey Eduardo VII en 1902. Tras la boda, marcha con ¨¦l a Grecia, pa¨ªs que tendr¨¢ que abandonar en 1922. Logra llegar a Par¨ªs con su familia, donde se instalan gracias a la ayuda de una de sus t¨ªas. Tras sufrir una crisis nerviosa en 1930, es diagnosticada de esquizofrenia paranoide e internada en contra de su voluntad en un psiqui¨¢trico y sometida a electrochoques. Durante su convalecencia, su marido se separa y sus cuatro hijas se casan con pr¨ªncipes alemanes, bodas a las que no pudo acudir. La Segunda Guerra Mundial la vive en Atenas, donde arriesga su vida al salir a las calles para repartir comida. Durante la guerra esconde a una familia de jud¨ªos (por lo que el Estado de Israel la har¨ªa formar parte de los ¡°Justos entre las Naciones¡±). Tras el conflicto mundial, fund¨® una orden de enfermer¨ªa de monjas ortodoxas para ayudar a los pobres. En 1967, tras el golpe de Estado de los coroneles en Grecia, fue llevada por su hijo al palacio de Buckingham, donde fallecer¨ªa dos a?os despu¨¦s. Antes de morir, destruy¨® todas sus cartas. Por deseo suyo est¨¢ enterrada en la iglesia de Santa Mar¨ªa Magdalena de Jerusal¨¦n. Hulton Archive (Getty Images) Las cuatro hermanas de Felipe de Edimburgo. Desde la izquierda, Cecilia (1911-1937), Margarita (1905-1981), Sof¨ªa (1914-2001) y Teodora (1906-1969), damas de honor en julio de 1922 en la boda de su t¨ªo materno Luis Mountbatten (¨²ltimo virrey de la India), quien luego tendr¨ªa un papel decisivo en la vida de su hermano Felipe. Las cuatro se casan con pr¨ªncipes alemanes: Cecilia (que muere con sus tres hijos y embarazada en un accidente a¨¦reo), con el gran duque heredero de Hesse; Margarita, con uno de la casa de Hohenlohe; Sof¨ªa, con otro pr¨ªncipe de Hesse, comandante de las SS, y luego con un Hannover, y Teodora, con un hombre que tambi¨¦n luchar¨ªa en la Segunda Guerra Mundial del lado de los alemanes. Topical Press (Getty) Felipe de Edimburgo, a la izquierda, en Rumania en 1928 junto a Miguel de Rumania, rey desde el a?o anterior por la muerte de su abuelo (y la huida de su padre, el heredero Carlos, con su amante). Cuando le preguntaban al duque de Edimburgo qu¨¦ idioma se hablaba en su casa, sol¨ªa contestar: ¡°?Qu¨¦ casa?¡±. Llevado a Francia con un a?o, su familia se instala a las afueras de Par¨ªs, donde asiste a una escuela estadounidense. Ser¨¢ poco el tiempo que viva con los suyos: sus hermanas (la mayor le lleva 16 a?os y siete la peque?a) se casan, su madre es internada en un psiqui¨¢trico y con su padre, jugador y mujeriego, tendr¨¢ escasa relaci¨®n a lo largo de su vida. Cordon Press En julio de 1935, disfrazado de griego para una producci¨®n teatral en el internado de Gordonstoun, Escocia. En 1928 hab¨ªa sido enviado a Inglaterra para vivir con su abuela materna y su t¨ªo, donde estudia en la escuela Cheam (fundada por Carlos I en 1665). Con 12 a?os, asiste a la Schule Schloss en Salem (al sur de Alemania), que era propiedad de la familia uno de sus cu?ados. Con la llegada del nazismo, el fundador, que era jud¨ªo, abre en Escocia la Gordonstoun (considerada en la actualidad como una de las escuelas m¨¢s elitistas de Europa). En este internado, donde los estudiantes viven bajo un r¨¦gimen espartano, transcurren cinco a?os de la vida de Felipe en los que no recibe ninguna visita de su familia, pasando las vacaciones en casa de compa?eros de clase y teniendo, en ocasiones, que pedir ropa prestada. Fox Photos (Getty) Tras dejar el internado en 1939, Felipe entra en el Real Colegio Naval en Dartmouth, donde se grad¨²a al a?o siguiente como el mejor cadete de su curso. Sirve en la Segunda Guerra Mundial en varios buques en el ?ndico, el Pac¨ªfico y el Mediterr¨¢neo. Participa en las batallas de Creta y del cabo de Matapan, ambas en aguas griegas. En 1941, con 21 a?os, se convierte en uno de los tenientes m¨¢s j¨®venes de la Armada brit¨¢nica; en 1943, durante la invasi¨®n de Sicilia, suya es la idea con la que enga?a a los bombarderos alemanes y pone a salvo al ¡®Wallace¡¯, buque del que es segundo en la cadena de mando. En la imagen, en 1947, despidiendo en la base a¨¦rea de Northolt a su t¨ªo, lord Mountbatten, que parte a la India como virrey. Cordon Press Su t¨ªo lord Mountbatten ser¨¢ un elemento clave en la vida del duque de Edimburgo. Isabel y Felipe se conocen en julio de 1939 en la academia naval, en Dartmouth. Los reyes brit¨¢nicos, Jorge VI e Isabel, y sus hijas, Isabel y Margarita, hacen una visita a bordo del yate real, el ¡®Victoria & Albert¡¯, acompa?ados por lord Mountbatten. El joven cadete de 18 a?os es invitado a cenar a bordo. La princesa Lilibet (como es conocida familiarmente), de 13 a?os, cae rendida a sus pies. Lord Mountbatten escribir¨ªa en su diario: ¡°Volvi¨® a tomar el t¨¦ y tuvo mucho ¨¦xito con las ni?as¡±. Comenzar¨ªa una correspondencia que durar¨ªa toda la guerra. En julio de 1947, el rey Jorge VI da su consentimiento para que este joven rubio, alto y atl¨¦tico pero pobre y perteneciente a una rama marginal de la realeza europea y, cuyos cu?ados hab¨ªan luchado en el lado alem¨¢n, se casara con su hija mayor. En la imagen, la pareja posa tras el anuncio del compromiso, el 10 de julio de 1947. Hulton Archive (Getty) La boda real, celebrada en la abad¨ªa de Westminster de Londres el 20 de noviembre de 1947, fue la primera de la historia transmitida a trav¨¦s de la televisi¨®n. Una idea, seg¨²n se cuenta, del mismo Felipe de Edimburgo. La se?al de la BBC fue seguida por unos 200 millones de personas, en una ¨¦poca en la que el televisor era art¨ªculo de lujo. Tras los duros a?os de la Segunda Guerra Mundial, Londres fue una fiesta. La multitud, que sobrepas¨® en muchas ocasiones las medidas de seguridad, quer¨ªa ver a la heredera al trono llegando en carroza junto a su padre, el rey Jorge VI. En el ¨¢gape, que tuvo lugar en el palacio de Buckingham, se sirvi¨® una tarta de tres metros de alto. A la ceremonia asistieron 2.000 invitados, entre ellos 10 monarcas reinantes. Entre los ausentes, las hermanas del novio, y el t¨ªo de la novia Eduardo VIII, que hab¨ªa renunciado al trono para casarse con una divorciada estadounidense. Getty Antes de la boda, Felipe renunci¨® a sus t¨ªtulos como pr¨ªncipe de Grecia y Dinamarca, se convirti¨® oficialmente al anglicanismo (hab¨ªa sido bautizado como ortodoxo griego) y adopt¨® el nombre de Felipe de Mountbatten (la forma inglesa del apellido materno, Battenberg). El rey Jorge VI cre¨® el ducado de Edimburgo para ¨¦l, con el tratamiento de alteza real. El vestido de la princesa Isabel, del dise?ador Norman Hartnell, inspirado en la ¡®Primavera¡¯ de Botticelli, estaba decorado con cristales y 10.000 perlas en seda. 25 costureras y 10 bordadoras trabajaron en ¨¦l durante tres meses. Debido a las medidas de austeridad tras la guerra, la princesa tuvo usar cupones de racionamiento (el Gobierno le permiti¨® 200 adicionales y las novias de todo el pa¨ªs le dieron cientos de cupones para ayudarla a confeccionar el vestido, que tuvo devolver, ya que se consider¨® ilegal ese regalo). No faltaron las an¨¦cdotas del d¨ªa de la boda: el ramo no aparec¨ªa por ning¨²n sitio (un trabajador lo hab¨ªa puesto con las otras flores para preservarlo), se rompi¨® la tiara de la princesa (un orfebre le hizo un apa?o sobre la marcha), y ella se olvid¨® el collar regalo de su abuela (su secretario tuvo que ir a pie a por ¨¦l, ya que el tr¨¢fico estaba imposible). Hulton Archive (Getty) Felipe de Mounbatten, con Carlos, el hijo mayor, mientras su esposa, a¨²n princesa, tiene en brazos a Ana, en agosto de 1951 en su residencia de Clarence House, donde se hab¨ªan establecido en julio de 1949. En esos dos a?os, el matrimonio vivi¨® de manera intermitente en Malta, donde Felipe estaba destinado como oficial de la Marina brit¨¢nica, mientras sus hijos permanec¨ªan en Gran Breta?a. Se ha hablado mucho de la relaci¨®n de Felipe con sus hijos mayores, con una preferencia por Ana sobre Carlos, debido al car¨¢cter m¨¢s extrovertido y atrevido de ella, frente al del heredero, m¨¢s t¨ªmido. En una biograf¨ªa de Felipe de Edimburgo, escrita por Graham Turner, el duque consideraba a su hijo "artificial y extravagante" y al que le har¨ªa falta "dedicaci¨®n y disciplina para ser un buen rey". Getty Un ni?o pide un aut¨®grafo al duque de Edimburgo el 2 de agosto de 1953, en un partido de cr¨ªquet ben¨¦fico en Arundel, en la Asociaci¨®n Nacional de Campos de Juego (Fields in Trust) de la que fue presidente desde 1947, hasta que su nieto Guillermo le relev¨® en 2013. Deportista (cr¨ªquet, polo, caza, conducci¨®n de carruajes), navegante y piloto, pintor..., a lo largo de su vida fue miembro de unas 800 organizaciones deportivas, educativas y del medio ambiente. Entre los muchos cargos que desempe?¨® se pueden contar desde la presidencia de la Federaci¨®n Ecuestre Internacional de 1964 a 1986, a la del Fondo Mundial de la Naturaleza de 1961 a 1982, pasando por la presidencia de la Asociaci¨®n para el Avance de la Ciencia o el Consejo Central de Investigaci¨®n F¨ªsica, y haber sido rector de las universidades de Cambridge, Edimburgo, Salford y Gales. Getty La noticia de la muerte de su padre, Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, coge a Isabel y Felipe de viaje en Kenia. La ascensi¨®n al trono provoca una disputa familiar sobre el posible cambio de denominaci¨®n de la casa real, para que Windsor se convirtiera en Mountbatten, seg¨²n la costumbre de que la mujer tomase el apellido del marido. La propuesta contaba con la oposici¨®n del primer ministro Winston Churchill y la reina Mar¨ªa, abuela de Isabel, quienes lograron imponer su criterio. Tras la muerte de ambos, la reina Isabel tom¨® la decisi¨®n de que los descendientes masculinos sin t¨ªtulos reales tomaran el apellido Mountbatten-Windsor. En la imagen, el ata¨²d de Jorge VI es sacado del tren para ser llevado al funeral en Westminster, en presencia de sus hijas, su viuda y su yerno. Getty Images La princesa Alicia, madre del duque de Edimburgo, encabeza el cortejo que sale de la abad¨ªa de Westminster tras la coronaci¨®n de la reina Isabel II el 2 de junio de 1953. Siguiendo la tradici¨®n, la ceremonia tuvo lugar un a?o despu¨¦s de la muerte de su padre, Jorge VI. La reina Mar¨ªa, la abuela de Isabel, fallecida en marzo de ese a?o, hab¨ªa establecido en su testamento que su muerte no deber¨ªa afectar a la planificaci¨®n de la coronaci¨®n. Felipe fue el presidente de la Comisi¨®n de la Coronaci¨®n, que durante 14 meses prepar¨® la hist¨®rica cita. La ceremonia fue retransmitida a todo el mundo. La reina Isabel sigui¨® el consejo de su marido y permiti¨® que las c¨¢maras de televisi¨®n de la BBC entraran en la abad¨ªa y se pudiera seguir de manera ¨ªntegra toda la coronaci¨®n, lo que fue objeto de un debate en el Gobierno (Churchill se opon¨ªa). El cortejo real desfil¨® ante unos tres millones de personas que se agolparon a lo largo de los ocho kil¨®metros de recorrido por las calles de Londres. Getty El pr¨ªncipe de Edimburgo y la reina Isabel II, en el palacio de Buckingham, en 1958. Durante la mayor parte de su vida p¨²blica, el duque se ha creado la imagen de ser el mayor servidor a la corona. Fiel a la reina, pero infiel a su mujer, al duque de Edimburgo se le ha relacionado con las actrices Zsa Zsa Gabor y Patricia Hodge. Tambi¨¦n se le atribuye una entra?able amistad con lady Penny Brabourne, una mujer 30 a?os m¨¢s joven que ¨¦l. La actriz Debbie Reynolds contaba en sus memorias que el marido de la reina quiso "tocarle el culo" en el cumplea?os de Bob Hope. En 2015, un documental del Canal 5 de la televisi¨®n brit¨¢nica aireaba las crisis del matrimonio real y las escapadas de Felipe en el yate real 'Britannia'. Donald McKague (Getty) Isabel II y Felipe, con sus cuatro hijos, en 1965. El mayor Carlos, pr¨ªncipe de Gales, heredero de la corona, nace en 1948; la princesa Ana, la ¨²nica hija, en 1950; Andr¨¦s, duque de York, en 1960, y el peque?o, Eduardo, conde de Wessex, en 1964. La pareja real tiene ocho nietos: de Carlos (y Diana), Guillermo y Enrique; de Ana (y Mark Phillps), Peter y Zara; de Andr¨¦s (y Sarah Ferguson), Beatriz y Eugenia; y de Eduardo (y Sof¨ªa Rhys-Jones), Louise y James. Sus tres hijos mayores (y alg¨²n nieto) se han divorciado. Diana aparte, quien m¨¢s quebraderos de cabeza les ha dado ha sido su tercer hijo, Andr¨¦s, que renunci¨® a sus "obligaciones reales" por su relaci¨®n de amistad con el financiero Jeffrey Epstein (hallado muerto en la c¨¢rcel en la que cumpl¨ªa condena por pederastia). Su noviazgo con la explosiva actriz Koo Stark, su complicado matrimonio con Sarah Ferguson o los esc¨¢ndalos econ¨®micos (amistad con el hijo de Gadafi incluida) protagonizados desde su puesto de representante especial para el Comercio y la Inversi¨®n le han convertido en el "pr¨ªncipe de los esc¨¢ndalos". Cordon Press Felipe de Edimburgo acompa?a a Carlos, heredero al trono, y Diana Frances Spencer en el balc¨®n del palacio de Buckingham el d¨ªa de su boda, 29 de julio de 1982. En contra de la opini¨®n popular, la relaci¨®n de Felipe de Edimburgo con Diana de Gales fue bastante buena y medi¨® entre la pareja para que recompusieran su relaci¨®n. La comisi¨®n que investig¨® la muerte de lady Di en agosto de 1997 examin¨® la correspondencia entre ambos. Algunas de esas cartas, fueron m¨¢s tarde publicadas por el diario franc¨¦s 'Express'. "Es est¨²pido que un hombre con el estatus de Carlos arriesgue todo por Camila". "Nunca imaginamos que podr¨ªa dejarte. Nunca se nos pas¨® por la cabeza. No me puedo imaginar que una persona sensata pueda dejarte por Camilla". El 9 de abril de 2005 el pr¨ªncipe Carlos se casaba con Camilla Parker Bowles en Windsor. Getty Felipe de Edimburgo, junto a su esposa, en la apertura del curso parlamentario en la C¨¢mara de los Lores, en Westminster, el 27 de mayo de 2015. Es uno de los actos con m¨¢s pompa en los que participa la pareja. Despu¨¦s de que los s¨®tanos del palacio de Westminster sean examinados en busca de explosivos (en 1605 Guy Fawkes intent¨® volarlo), ambos entran por la puerta del Soberano, a la que llegan en una carroza tirada por caballos. Tras ponerse la toga del Estado y la corona imperial, entran en la C¨¢mara de los Lores y se sientan en el trono. En el tradicional discurso de la reina se anuncian las prioridades del Gobierno. En este, la bomba fue el anuncio de un refer¨¦ndum sobre la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea, el Brexit. Reuters La reina Isabel II y Felipe de Edimburgo observan, el 5 de septiembre de 1997, los innumerables ramos de flores, mu?ecos y mensajes dejados a las puertas del palacio de Buckingham de Londres, tras la muerte de la princesa Diana, exesposa de su hijo mayor, en un accidente de tr¨¢fico en Par¨ªs. Uno de los momentos m¨¢s bajos de la popularidad de la monarqu¨ªa brit¨¢nica, que el cine y la televisi¨®n han convertido en ic¨®nicos. Los actores James Cromwell, en la pel¨ªcula ''The Queen', de Stephen Frears (2006), y Matt Smith y Tobias Menzies, en la serie de Netflix 'The Crown' (2016), han encarnado al marido de la reina Isabel e influido de manera notable en la visi¨®n que muchos tienen de ¨¦l. Reuters Felipe de Edimburgo visita el Parque de Cultura Aborigen de Tjapukai, en Cairns (Queensland), en un viaje oficial a Australia, con motivo de la cumbre de la Commonwealth. En esta visita pregunt¨® a un anciano si todav¨ªa se mataban a lanzazos entre las distintas tribus. Debido a sus famosas meteduras de pata, el marido de la reina Isabel es odiado y venerado a partes iguales. Para unos, es un racista sin remedio, para otros un librepensador. Sus frases m¨¢s pol¨¦micas se recogen en varios libros ('Duke of Hazard', de Phil Walton y Phil Dampier, fue un superventas en el Reino Unido en 2006). No solo los abor¨ªgenes australianos se matan a lanzazos, seg¨²n pensaba, los caribe?os son piratas; los escoceses, borrachos. En 1981, en una reuni¨®n durante la grave crisis econ¨®mica que atravesaba el pa¨ªs, solt¨®: "Antes todo el mundo se quejaba de que quer¨ªa tener m¨¢s tiempo libre. Ahora se quejan de que est¨¢n en el paro". A una enfermera filipina, en una visita al hospital Dunstalbe de Lutton, le dijo: "Filipinas debe de estar medio vac¨ªo porque est¨¢is todos aqu¨ª trabajando". En una fiesta de la Commonwealth, a un invitado de raza negra le pregunt¨®: "?De qu¨¦ ex¨®tico lugar del mundo es usted?". El aludido, que result¨® ser lord Taylor de Warwick, le contesto: "Soy de Birmingham". EPA Sikor Natuan, hijo del jefe local, muestra el 6 de agosto de 2010, en la localidad de Yaohanen, en la isla de Tanna (en la Rep¨²blica Vanuatu, en el Pac¨ªfico Sur), dos fotos de Felipe de Edimburgo, a quien veneran como un dios. El culto del "hijo del Esp¨ªritu de la Monta?a" se inici¨® en los a?os cincuenta. Una leyenda local anunciaba que el dios de la monta?a tendr¨ªa un hijo "de piel p¨¢lida" que viajar¨ªa muy lejos para casarse con una mujer poderosa. Para ellos, no pod¨ªa ser otro que Felipe de Edimburgo, que viajar¨ªa a trav¨¦s de los oc¨¦anos para acabar con "la pobreza, la enfermedad y las deudas". En 1974, el duque, desconocedor de su situaci¨®n divina, visit¨® las Nuevas H¨¦bridas (que en aquel momento era una colonia brit¨¢nica; tras su independencia en 1980 se convertir¨ªa en la Rep¨²blica de Vanuatu). Tras ser informado, no dud¨® en enviarles una fotograf¨ªa firmada (la de la derecha). Ellos le respondieron, mand¨¢ndole un 'nal-nal' (un garrote para matar cerdos). Felipe no dud¨® en hacerse una foto con el artefacto (la de la izquierda) y envi¨¢rsela. Las im¨¢genes, junto a la bandera brit¨¢nica que muestra el hijo del jefe, son objetos muy preciados para los miembros de ese culto. AFP (AFP) Felipe de Edimburgo se despide con 96 a?os de su larga vida p¨²blica al m¨¢s puro estilo 'british', con gabardina y bomb¨ªn. Lo hace en un desfile de la Marina Real, en el palacio de Buckingham y en su papel de capit¨¢n general honorario, el 2 de agosto de 2017. Seg¨²n los datos oficiales, desde el d¨ªa de la coronaci¨®n de la reina Isabel, en 1952, el duque de Edimburgo asisti¨® a 22.219 compromisos individuales, dio 5.496 discursos y realiz¨® 637 viajes oficiales al extranjero. Hannah McKay (AFP)
Sobre la firma Ver biograf¨ªa Documentalista en el Archivo Gr¨¢fico de EL PA?S y coeditora de 'Un Pa¨ªs de Archivo'. Licenciada en Ciencias de la Documentaci¨®n por la Universidad Complutense de Madrid y en Geograf¨ªa e Historia por la UNED.