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D��as eternos en una c��rcel de mujeres de El Salvador

El Salvador es uno de los pa��ses con mayor ��ndice de poblaci��n presa de Latinoam��rica. Una de las principales causas es la criminalidad asociada a pandillas como la Mara Salvatrucha o Barrio 18. El 7,2% de los 36.500 reclusos de este pa��s son mujeres. Este reportaje fue realizado en colaboraci��n con el Centro Pulitzer.

El Pa��s Semanal

05 jul 2021 - 13:23CEST

<br>Mi proyecto D��as eternos trata sobre el mundo de las mujeres presas en Latinoam��rica. Lo empec�� en 2017 en mi pa��s, Venezuela, y en 2021 lo extend�� a El Salvador. En las c��rceles salvadore?as un gran n��mero de reclusas vienen de hogares rotos y en su adolescencia se metieron en pandillas para suplir ese vac��o.<br> En la imagen, presas del sector D de la c��rcel de Ilopango (El Salvador), en marzo de 2021. En esta zona del penal est��n ��nicamente reclusas que han pertenecido a pandillas. Estas mujeres no han recibido visitas en tres a?os y solo pueden salir de la celda una hora al d��a. — Mi proyecto D��as eternos trata sobre el mundo de las mujeres presas en Latinoam��rica. Lo empec�� en 2017 en mi pa��s, Venezuela, y en 2021 lo extend�� a El Salvador. En las c��rceles salvadore?as un gran n��mero de reclusas vienen de hogares rotos y en su adolescencia se metieron en pandillas para suplir ese vac��o. En la imagen, presas del sector D de la c��rcel de Ilopango (El Salvador), en marzo de 2021. En esta zona del penal est��n ��nicamente reclusas que han pertenecido a pandillas. Estas mujeres no han recibido visitas en tres a?os y solo pueden salir de la celda una hora al d��a.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

<br><br>Una vez que pertenecen a la pandilla comienzan a ejercer ellas la violencia. Pasan de v��ctimas a victimarias. Frecuentemente terminan en la c��rcel y cuando salen lo hacen estigmatizadas y sin una red de apoyo oficial o familiar, por lo que son propensas a delinquir de nuevo.<br> Polaris (nombre ficticio) abraza a sus hijos en un piso franco de la Mara Salvatrucha, en San Salvador en febrero de 2021. Ella es miembro de la pandilla desde los 13 a?os. De peque?a, cont��, su padre la golpeaba y un vecino la viol��. Sus misiones para la banda consist��an en entregar drogas o armas en la frontera con Honduras. Fue detenida una vez por la polic��a, pero no fue declarada culpable. — Una vez que pertenecen a la pandilla comienzan a ejercer ellas la violencia. Pasan de v��ctimas a victimarias. Frecuentemente terminan en la c��rcel y cuando salen lo hacen estigmatizadas y sin una red de apoyo oficial o familiar, por lo que son propensas a delinquir de nuevo. Polaris (nombre ficticio) abraza a sus hijos en un piso franco de la Mara Salvatrucha, en San Salvador en febrero de 2021. Ella es miembro de la pandilla desde los 13 a?os. De peque?a, cont��, su padre la golpeaba y un vecino la viol��. Sus misiones para la banda consist��an en entregar drogas o armas en la frontera con Honduras. Fue detenida una vez por la polic��a, pero no fue declarada culpable.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

<br> En las prisiones salvadore?as tambi��n hay mujeres encarceladas por delitos relacionados con la ley que penaliza el aborto. Actualmente son 16, seg��n la ONG Agrupaci��n Ciudadana. El objetivo de mi proyecto, que desarrollar�� en m��s pa��ses latinoamericanos, es dar visibilidad a las mujeres encarceladas para que se conozca mejor su realidad dentro de los sistemas penitenciarios, que en este continente no funcionan igual para todos. <br> En el centro de la foto, Patricia Guadalupe Mac��a, de 50 a?os y condenada a 102 a?os de c��rcel por extorsi��n y homicidio. Reclama que a las reclusas de su sector se les permita ver a sus familias y programas de formaci��n. Todas las mujeres de la foto est��n reclusas en la c��rcel de Ilopango por delitos relacionados con la pandilla Barrio 18. — En las prisiones salvadore?as tambi��n hay mujeres encarceladas por delitos relacionados con la ley que penaliza el aborto. Actualmente son 16, seg��n la ONG Agrupaci��n Ciudadana. El objetivo de mi proyecto, que desarrollar�� en m��s pa��ses latinoamericanos, es dar visibilidad a las mujeres encarceladas para que se conozca mejor su realidad dentro de los sistemas penitenciarios, que en este continente no funcionan igual para todos. En el centro de la foto, Patricia Guadalupe Mac��a, de 50 a?os y condenada a 102 a?os de c��rcel por extorsi��n y homicidio. Reclama que a las reclusas de su sector se les permita ver a sus familias y programas de formaci��n. Todas las mujeres de la foto est��n reclusas en la c��rcel de Ilopango por delitos relacionados con la pandilla Barrio 18.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

C��rcel de Ilopango, sector B, donde se encuentran quienes entran en prisi��n preventiva. La imagen, de marzo de este a?o, fue tomada desde el agujero de los aseos de una celda; al fondo, las presas lavan sus platos despu��s de comer. — C��rcel de Ilopango, sector B, donde se encuentran quienes entran en prisi��n preventiva. La imagen, de marzo de este a?o, fue tomada desde el agujero de los aseos de una celda; al fondo, las presas lavan sus platos despu��s de comer.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

La Osa, de 41 a?os, en un piso franco de la Mara Salvatrucha, en San Salvador en febrero de 2021. Se meti�� en la pandilla a los 15 a?os. Ha estado detenida dos veces por posesi��n de armas y agrupaci��n il��cita. Hoy, con dos hijos, se encarga de hacer las tareas dom��sticas para los suyos y para otros miembros de la pandilla. — La Osa, de 41 a?os, en un piso franco de la Mara Salvatrucha, en San Salvador en febrero de 2021. Se meti�� en la pandilla a los 15 a?os. Ha estado detenida dos veces por posesi��n de armas y agrupaci��n il��cita. Hoy, con dos hijos, se encarga de hacer las tareas dom��sticas para los suyos y para otros miembros de la pandilla.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

Una madre le hace un mo?o a su hija en el sector materno de la prisi��n de Izalco. Es el ��nico sector de este tipo en las c��rceles salvadore?as. Esta mujer est�� condenada a 10 a?os de c��rcel por posesi��n de marihuana y su condena se cumple en 2029. — Una madre le hace un mo?o a su hija en el sector materno de la prisi��n de Izalco. Es el ��nico sector de este tipo en las c��rceles salvadore?as. Esta mujer est�� condenada a 10 a?os de c��rcel por posesi��n de marihuana y su condena se cumple en 2029.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

Taura (nombre ficticio), de 37 a?os, tras una sesi��n en un centro de rehabilitaci��n y reinserci��n de una ONG para personas que estuvieron en prisi��n. Ella ha sido detenida entre 15 y 20 veces, dijo, acusada de diversos delitos. Estuvo en prisi��n hasta 2019 por posesi��n y tr��fico de drogas. Usa el programa para aprender barber��a. ��Quiero trabajar para recuperar el amor y respeto de mis hijos��, cont��. La imagen es de abril de 2021. — Taura (nombre ficticio), de 37 a?os, tras una sesi��n en un centro de rehabilitaci��n y reinserci��n de una ONG para personas que estuvieron en prisi��n. Ella ha sido detenida entre 15 y 20 veces, dijo, acusada de diversos delitos. Estuvo en prisi��n hasta 2019 por posesi��n y tr��fico de drogas. Usa el programa para aprender barber��a. ��Quiero trabajar para recuperar el amor y respeto de mis hijos��, cont��. La imagen es de abril de 2021.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

C��rcel de Izalco el pasado marzo. Estela recoge tomates en la Granja Penitenciaria. Lleva presa desde 2013. Fue trasladada a este centro por buena conducta. Aqu�� est��n mujeres a las que les falta poco para cumplir condena y que en opini��n de las autoridades han tenido un comportamiento positivo. Cultivan un huerto, cr��an animales y pueden salir a ver a sus familias. — C��rcel de Izalco el pasado marzo. Estela recoge tomates en la Granja Penitenciaria. Lleva presa desde 2013. Fue trasladada a este centro por buena conducta. Aqu�� est��n mujeres a las que les falta poco para cumplir condena y que en opini��n de las autoridades han tenido un comportamiento positivo. Cultivan un huerto, cr��an animales y pueden salir a ver a sus familias.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

Cunas reci��n lavadas en el exterior de la sala de maternidad del penal de Izalco. La ley establece que los ni?os deben ser separados de sus madres presas cuando cumplen seis a?os. Por lo general, los acoge un familiar o el Estado. — Cunas reci��n lavadas en el exterior de la sala de maternidad del penal de Izalco. La ley establece que los ni?os deben ser separados de sus madres presas cuando cumplen seis a?os. Por lo general, los acoge un familiar o el Estado.Ana Mar��a Ar��valo Gosen

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