Despertar en un para��so ibicenco

Vista de la piscina desbordante en la terraza sur, orientada al puerto de San Miguel. <br><br>Para Jaime Romano, reformar Sa Ferradura fue ��una aventura��. Ubicada en un islote de tres hect��reas y conectada con tierra por una playa, la construcci��n con la que se encontr�� el arquitecto era un pastiche.<br>

Vista de la piscina desbordante en la terraza sur, orientada al puerto de San Miguel. Para Jaime Romano, reformar Sa Ferradura fue ��una aventura��. Ubicada en un islote de tres hect��reas y conectada con tierra por una playa, la construcci��n con la que se encontr�� el arquitecto era un pastiche.

La cubierta horizontal principal, de 750 metros cuadrados, da al mar y est�� conectada con la zona de la piscina y la casa a trav��s del patio.<br><br>��Proyectada en los setenta, estaba inspirada en una casa que Onassis hizo construir en Grecia. Colocada en el punto m��s elevado, giraba en torno a un patio central. El dise?o de base ten��a una coherencia y permit��a que las diferentes estancias se abrieran hacia los cuatro puntos cardinales. Con los a?os sufri�� ampliaciones hechas sin mucho criterio��.<br>

La cubierta horizontal principal, de 750 metros cuadrados, da al mar y est�� conectada con la zona de la piscina y la casa a trav��s del patio.��Proyectada en los setenta, estaba inspirada en una casa que Onassis hizo construir en Grecia. Colocada en el punto m��s elevado, giraba en torno a un patio central. El dise?o de base ten��a una coherencia y permit��a que las diferentes estancias se abrieran hacia los cuatro puntos cardinales. Con los a?os sufri�� ampliaciones hechas sin mucho criterio��.

Detalle de la cubierta donde se puede apreciar el suelo natural de madera noble y gruesa pensado para que caminar descalzo por la casa se sienta como si se hiciera por la playa.Romano y su colaborador Manel Landete propusieron recuperar la idea original del atrium, demoler los elementos a?adidos y reinterpretar el torre��n como nexo entre el jard��n y la cubierta panor��mica. El otro reto era la sostenibilidad. Romano bromea: ��Ser��a absurdo pretender que una casa encima de un pe?asco en pleno Mediterr��neo pueda considerarse ecol��gica. Mi responsabilidad era minimizar su impacto sobre el entorno��.

Vista de la escalera, muy ligera, de madera, y que conecta la cubierta con el patio central de la vivienda.<br><br>Para ello, utilizaron sistemas de iluminaci��n de bajo impacto, instalaciones energ��ticas eficientes, un sistema de riego soterrado que permitiera reutilizar las aguas negras y redise?aron el jard��n con especies aut��ctonas. Adem��s, convencieron a su cliente para trabajar con empresas locales. ��Quer��a que la inversi��n repercutiera en la comunidad��. El resultado es esta villa tur��stica, una de las m��s destacadas ��y m��s caras�� de Europa, que se recoge en el libro Romano. Ibiza Summer Houses (Carafernalia).<br>

Vista de la escalera, muy ligera, de madera, y que conecta la cubierta con el patio central de la vivienda.Para ello, utilizaron sistemas de iluminaci��n de bajo impacto, instalaciones energ��ticas eficientes, un sistema de riego soterrado que permitiera reutilizar las aguas negras y redise?aron el jard��n con especies aut��ctonas. Adem��s, convencieron a su cliente para trabajar con empresas locales. ��Quer��a que la inversi��n repercutiera en la comunidad��. El resultado es esta villa tur��stica, una de las m��s destacadas ��y m��s caras�� de Europa, que se recoge en el libro Romano. Ibiza Summer Houses (Carafernalia).

Secuencia de espacios desde la fachada norte hasta la fachada sur a trav��s del patio central.

El torre��n, uno de los detalles clave de la casa. ��Lo utilizamos como un elemento de conexi��n vertical entre el jard��n y la cubierta. Vaciamos el interior y cambiamos la piedra exterior de la torre por una mamposter��a de piedra mar��s tra��da de Mallorca. La escalera es en h��lice de acero inoxidable ��el ��nico material que protege estando en primera l��nea de mar�� lacado en blanco��.

Una de las bazas de Sa Ferradura es su espectacular colecci��n de arte contempor��neo ibicenco. En la imagen, al fondo, la obra Futuros perdidos (azul), de Pedro Asensio.

Devolver el car��cter mediterr��neo al jard��n fue uno de los grandes retos de la reforma. Hacerlo ornamental pero tambi��n funcional, que huyera de toda ostentaci��n y recuperara especies aut��ctonas como el Pinus halepensis o el tamarindo.

Vista de una de las habitaciones de invitados orientada al jard��n norte, flanqueada por ��costillas�� de madera que le dan privacidad.

En el ba?o destaca el m��rmol arrugado que juega con la luz que entra por todas partes.

Deck de madera en la terraza norte, ideal para la puesta de sol, con la vista de Cap Gord al fondo.