La lucha de Mafalala contra la droga

En Mafalala, uno de los barrios m��s humildes de Maputo (Mozambique) el consumo de drogas est�� en auge desde hace un lustro. La hero��na y el crack son las m��s consumidas, y los usuarios se enfrentan a da?os adicionales, fundamentalmente, el contagio de enfermedades como VIH, s��filis y hepatitis B y C derivadas de la utilizaci��n compartida de jeringuillas. Aqu�� en Mafalala tambi��n funciona desde 2018 un centro de atenci��n a la salud de usuarios de droga que tiene como meta reducir estos da?os colaterales y, adem��s, ofrecer una ventana a la desintoxicaci��n. El espacio fue abierto por M��dicos Sin Fronteras y funciona con la colaboraci��n del Ministerio de Salud, el Fondo Global contra la tuberculosis, la malaria y el VIH, y la ONG local Unidos.?scar Corral

A cinco minutos de Mafalala est�� el centro de salud de Alto-Ma��, una cl��nica en la que se presta atenci��n a pacientes de VIH y tuberculosis en estado avanzado. Aqu�� tambi��n se suministra desde 2020 terapia de sustituci��n de opioides con metadona. Este es uno de los componentes del paquete de reducci��n de da?os para usuarios de droga recomendado por la Organizaci��n Mundial de la Salud. Actualmente cuenta con 200 personas usuarias y otras 600 est��n en lista de espera. En la imagen, Satar Zavala, de 38 a?os y exheroin��mano, se toma su dosis de metadona ante la mirada de un enfermero.?scar Corral

Ver��nica Lionora, usuaria del servicio de metadona, aguarda su turno en el centro de Alto-Ma�� de Maputo. Las muertes directas por sobredosis no son elevadas en Mozambique: de acuerdo con los ��ltimos datos de la OMS, llegaron a 44 en 2018, el 0,2% del total. Pero el sida s�� que es la primera causa de mortalidad, con 51.000 fallecidos en 2019, seg��n ONUSIDA. Entre los atendidos en Mafalala, MSF calcula que el 40% de quienes se inyectan son seropositivos; el 20% entre fumadores de hero��na o crack.?scar Corral

Detalle del jarabe de metadona y los vasos de un solo uso con los que los beneficiarios del programa de sustituci��n de hero��na toman su dosis. Esta viene fijada por un m��dico del centro de salud de Alto-Mae. La metadona es un opioide sint��tico cuya eficacia en el tratamiento de desintoxicaci��n est�� demostrada, pero hay que suministrar la dosis correcta porque tambi��n puede causar dependencia. Una de las principales ventajas que encuentran sus usuarios es que no provoca el temido 'mono'.?scar Corral

Miguel es fumador de hero��na desde hace m��s de 13 a?os. Ha escuchado hablar del centro de atenci��n a usuarios de droga de Mafalala y ha acudido a pedir ayuda. En sus instalaciones se ofrece asesoramiento y apoyo psicosocial, realizaci��n de test de VIH, s��filis y hepatitis, servicios de enfermer��a, distribuci��n de jeringuillas limpias e informaci��n, y derivaci��n a los servicios m��dicos necesarios para desintoxicarse de las drogas.?scar Corral

En el centro de Alto-Ma��, Ver��nica Lionora observa c��mo el enfermero le prepara su dosis de metadona. Esta se suministra en forma de jarabe, y los que la reciben han de beberlo delante del sanitario. En Mozambique, hasta 40 toneladas de hero��na entran cada a?o, seg��n los c��lculos del analista de la London School of Economics, Joseph Hanlon. Con un valor total de entre 600 y 800 millones de d��lares, es la segunda exportaci��n m��s grande del pa��s, cuya situaci��n geogr��fica lo convierte en un puerto de entrada en el continente para la mercanc��a que llega desde Asia, fundamentalmente desde Pakist��n y Afganist��n. Luego se transporta a Sud��frica y, desde all��, sube hacia los mercados europeos.?scar Corral

Muestra del paquete de inyecci��n segura que suministra MSF y la ONG local Unidos a los usuarios de drogas que acuden al centro de Mafalala. Es la herramienta principal para evitar m��s contagios de VIH y hepatitis C, y consta de jeringa, aguja, la cuchara, agua destilada, algod��n y tirita. En este espacio distribuyen unas 15.000 jeringuillas al mes, y tambi��n explican a los usuarios en qu�� partes del cuerpo y de qu�� manera inyectarse para no provocarse infecciones.?scar Corral

Samuel Jo?o, de 40 a?os, estuvo en lista de espera para el tratamiento de metadona nueve meses. Desde enero de 2020 lo est�� siguiendo y ya no consume hero��na. Se dice un hombre nuevo despu��s de a?os intentando desintoxicarse sin ��xito. Este hombre lleg�� a vender hasta los zapatos para conseguir dinero para un 'pincho'. Destaca la ayuda de su madre para salvarle la vida.?scar Corral

Vista del barrio de Mafalala desde la puerta del centro de atenci��n a usuarios de droga, con un guardia de seguridad en la puerta. En este centro hay 2.400 personas registradas. Las labores de reducci��n de da?os fueron controvertidas al principio, pero el trabajo estrecho con polic��a, vecinos, activistas y Ministerio de Sanidad ha dado resultados positivos. En este barrio proliferan las 'bocas', que son casas o locales privados, clandestinos, donde se compra y consume droga, fundamentalmente hero��na y crack.?scar Corral

Miguel va a pasar a una consulta donde charlar�� con uno de los asistentes sociales. Adem��s de los servicios m��dicos, aqu�� los usuarios cuentan con lavander��a, duchas y zona de descanso, pues algunos viven en la calle y no tienen donde quedarse.?scar Corral

Aissa Ibrahim Chicalia, de 49 a?os, toma su dosis de metadona en presencia del enfermero del centro de salud de Alto-Ma��. Chicalia tiene cinco hijos y empez�� a fumar hero��na con 22 a?os, cuando su pandilla se amig�� con unos chavales que manejaban dinero y pod��an comprar droga. Iban a casa de esta mujer a consumir aprovechando que el marido estaba fuera, y ella acab�� entrando de lleno. De ese grupo de diez amigos, solo ella queda viva.?scar Corral

Retrato de Pedro Bugalho, un usuario del programa de metadona en el centro de salud de Alto-Ma��. Adem��s de la terapia farmacol��gica, reciben asistencia psicol��gica y tambi��n pueden realizarse test de Hepatitis B y C, s��filis, VIH y tuberculosis.?scar Corral

En el centro de Mafalala, la enfermera Alzira Paulino Uamba toma los datos b��sicos de Miguel. Cuenta que ofrece asesoramiento y realizaci��n de pruebas r��pidas de VIH, s��filis, tuberculosis y hepatitis a los beneficiarios, tanto los que van por primera vez como a los antiguos. Quienes dan positivo en alguna enfermedad pasan a otro gabinete donde se les hace an��lisis de sangre. Al d��a siguiente, el usuario que da positivo para VIH recibe informaci��n espec��fica sobre la medicaci��n antirretroviral y despu��s es derivado al centro de salud de Alto-Ma��, donde se le pondr�� en tratamiento.?scar Corral

La consejera psicosocial F��tima Mac��a es una de las primeras personas que habla con los interesados en inscribirse en la terapia de sustituci��n de opioides. Dice que ella ha aprendido y recibido m��s de los usuarios de droga de lo que ha podido dar, y le parece muy duro tener que inscribirlos en la lista de espera. "Llegan con la idea de iniciar el tratamiento el mismo d��a y les tengo que decir que el problema no se va a resolver de forma inmediata; es complicado y es triste porque vienen de una situaci��n de mucha aflicci��n", cuenta la terapeuta.?scar Corral

Miguel pasa a una consulta con Manuel Macaim��, asistente social de MSF, en el centro comunitario de Mafalala. En la intimidad que dan un par de biombos, ambos mantienen una charla de casi una hora en la que Miguel se abre y cuenta sus inicios con la droga, su impotencia por no poder dejarla y hasta su suicidio frustrado hace casi diez a?os. Aceptar que existe una dependencia es el primer paso para dejar la hero��na.?scar Corral

Un enfermero toma una muestra de sangre a un usuario del centro de Alto-Mae. Con ella, buscar�� enfermedades t��picas entre consumidores de drogas inyectables: VIH, s��filis y hepatitis B y C.?scar Corral

Aissa Ibrahim Chicalia acaba de tomar su dosis de metadona y se dispone a marchar a casa en compa?��a de uno de sus cinco hijos. La mujer estuvo enganchada sin remedio y a causa de ello su primer esposo la abandon��, ya con dos hijos en el mundo. Luego tuvo un tercero con otro heroin��mano y se lo entreg�� a sus padres porque ella no era capaz de cuidarlo. Este ni?o se enganch�� al crack a los ocho a?os, seg��n descubri�� ella despu��s.?scar Corral

En el centro de Mafalala, un usuario descansa en una silla, de espaldas. A su lado pasa Meke Manuel, de la ONG local Unidos. Hasta 50 activistas como ��l trabajan en el programa de reducci��n de da?os: suministran material est��ril, ayudan a los pacientes de VIH y tuberculosis a que no pierdan la adherencia a sus tratamientos y aconsejan sobre formas seguras de inyectarse.?scar Corral

Ejemplo de tests de hepatitis B y C, s��filis y VIH. En el pasado, la infecci��n por VIH a trav��s del uso de jeringuillas usadas no era considerada una prioridad en la lucha contra el sida en Mozambique, pero hace un a?o esto cambi��. El Ministerio de Sanidad present�� la parte de reducci��n de da?os como uno de los componentes de la lucha contra el sida al Global Fund, que es el organismo internacional que financia la lucha contra el VIH, la malaria y la tuberculosis, y este aprob�� la propuesta. Al menos hasta 2023 el pa��s tiene asegurados los fondos para seguir suministrando metadona, jeringas y naloxona, as�� como para mantener el centro comunitario de Mafalala.?scar Corral

Natalia Tamayo es m��dica especialista en enfermedades infecciosas y coordinadora del programa de reducci��n de da?os en usuarios de droga. En la imagen charla con Almeida Djamba, supervisor del laboratorio del centro de Alto-Ma��, donde tambi��n se hace diagn��stico de tuberculosis. ��Lo que queremos es que la gente no se infecte, y que si se infecta no se muera��, resume sobre el proyecto.?scar Corral

Aissa Ibrahim Chicalia, en el centro de Alto-Ma��. Ella volvi�� a nacer el 9 de septiembre de 2020, cuando comenz�� el tratamiento de metadona. Dice que su actual marido, con quien ha tenido otros dos ni?os, fue una ayuda indispensable para que lograra desengancharse. Ahora se ve bonita, saludable y se siente en paz, y est�� planeando con su psic��loga dejar la metadona para las pr��ximas navidades y, as��, concluir su largo proceso de desintoxicaci��n.?scar Corral