La periodista Luz S¨¢nchez-Mellado se aloja en el Four Seasons y el Mandarin Oriental Ritz, pen¨²ltimos hoteles de superlujo en abrir en Madrid, y cuenta su estancia en una cr¨®nica
Iv¨¢n Garc¨ªa, el portero del Ritz, lleva un cuarto de siglo abriendo el taxi, el Rolls, el Bentley o el Uber a lo mejor de cada casa. ¡°Nuestros clientes est¨¢n enamorados de nosotros, y nosotros de ellos¡±, afirma. No hace falta que lo jure.David Exp¨®sitoPictura es la cocteler¨ªa de autor del Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid, donde el joven barman David Ferrero, tres a?os en el Mandarin de Londres aprendiendo a ser el perfecto ¡®mix¨®logo¡¯, prepara c¨®cteles, marid¨¢ndolos con los exquisitos bocados del chef Quique Dacosta.David Exp¨®sitoPenetrar en el ¡®lobby¡¯ del Hotel Four Seasons, antiguo patio del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito, a tiro de piedra de los hombres-anuncio con petos de 'compro oro' de la Puerta del Sol, es "alunizar en otro planeta¡±. Las apabullantes e impecables mimosas dan idea de la magnificencia del hospedaje.David Exp¨®sitoUnas escaleras conectan el recibidor del Hotel Four Seasons con las habitaciones, tras recorrer kil¨®metros de pasillos decorados con obras de arte de j¨®venes artistas espa?oles. Muchos clientes se interesan por comprarlas. No est¨¢n a la venta.David Exp¨®sitoFelpudo de la habitaci¨®n 605 del Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid, ubicada en una de las dos torretas del palacio, a 5.800 euros la noche ¡ªaunque la tarifa media son 1.000 euros¡ª con espectaculares vistas sobre el paseo del Prado. So?ar es gratis.David Exp¨®sitoLa periodista, aclimat¨¢ndose a sus aposentos en el Ritz: ¡°Ficho de refil¨®n el espectacular centro floral, los ¡®macarons¡¯, la cesta de frutas, los chocolates, el champ¨¢n en su hielera, la ba?era con p¨¦talos de flores y velas led, el cofre del tesoro con un secador y una plancha GHD en el ba?o, y el quimono de estar por la ¡®suite¡¯ que deja mi pijama en un pingo". Podr¨ªa acostumbrarse.David Exp¨®sito¡°Quique en persona me hace, amabil¨ªsimo, la visita y la cata por sus seis ¡®universos¡¯ sin salir del planeta Mandarin. Del champ¨¢n bar al cl¨¢sico, pasando por el Deesa, su espacio m¨¢s experimental, y la braser¨ªa del jard¨ªn, donde este verano hay bofetadas cada noche para cenar, ver y ser visto¡±, cuenta la periodista.David Exp¨®sitoDegustaci¨®n de la c¨¦lebre gamba roja de Quique Dacosta en el espacio del chef del hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid. El chef atiende al otro lado las preguntas de la autora.David Exp¨®sitoLa autora toma el sol en la azotea del spa del hotel Four Seasons, con vistas a la plaza de Canalejas de Madrid. Abajo, gente sin tanta suerte va de casa al trabajo y de trabajo a casa.David Exp¨®sitoLa periodista se relaja en el ¡®spa¡¯ del Ritz. ¡°Ofrezco mi rostro a las manos de Jennifer, mi simpatiqu¨ªsima terapeuta venezolana, y hora y media despu¨¦s mi cara brilla cual faro, no s¨¦ si de Alejandr¨ªa, pero s¨ª de Hong Kong, en homenaje a la casa madre de Mandarin¡±, relata.David Exp¨®sitoDespu¨¦s del ba?o, S¨¢nchez-Mellado sube a su habitaci¨®n, desde el exuberante recibidor del spa. Dan ganas de quedarse a vivir en el paisaje de las paredes.David Exp¨®sitoMasaje cervical a todo chorro en el 'spa' del hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid.David Exp¨®sitoMar¨ªa, la terapeuta de S¨¢nchez-Mellado en el Four Seasons, le informa de que tiene un nudo ¡°que r¨ªete t¨² de la M-40¡± junto al hombro izquierdo. Deshacerlo no est¨¢ incluido en el precio.David Exp¨®sitoDos camareros preparan sendos c¨®cteles en la sala Pictura el Hotel Mandar¨ªn Oriental de Madrid.David Exp¨®sitoPara despedirse del Four Seasons, S¨¢nchez-Mellado cena a la carta en el restaurante de la azotea del hotel, gestionado por Dani Garc¨ªa. ¡°Est¨¢ hasta la bola, aunque el hotel no llegue a un tercio, puesto que cualquiera puede darse el gusto de cenar en las alturas si puede pagarlo. Todo ideal y delicioso, por supuesto¡±, describe la autora.David Exp¨®sitoUn mayordomo recoge la cena de la periodista en su ¡®suite¡¯ del Hotel Mandar¨ªn Oriental de Madrid. Y la retira a la cocina utilizando el ascensor del servicio.David Exp¨®sito