Una multitud se agolpa en los muros del aeropuerto de Kabul para ser evacuada. El Ej¨¦rcito afgano coloc¨® alambre de espino. Entre el paso que sirve de embudo y la multitud.Juan CarlosNi siquiera es f¨¢cil llegar al atasco que conduce a la entrada. Los talibanes no solo controlan las v¨ªas de acceso al aer¨®dromo, sino que patrullan las calles, hay controles aleatorios.Juan CarlosHay quien va con un visado en regla. Otros llevan un diploma de haber trabajado durante un tiempo en una empresa extranjera. Otros muestran un correo electr¨®nico en el que se dice, simplemente, que la petici¨®n para poder salir se est¨¢ tramitando desde cualquier Gobierno extranjero.Juan CarlosEntre los colaboradores que quieren ser evacuados hay personal de todo tipo conductores, secretarias, traductores, personal local, gente que trabajaba en proyectos europeos de desarrollo de la agricultura, de promoci¨®n de la mujer, de higiene y sanidad...Juan CarlosNo hay listas, ni ning¨²n medio de control num¨¦rico, ni nadie que organice nada.Juan CarlosCada d¨ªa acuden ah¨ª miles de personas para tratar de acceder al recinto desde el que podr¨¢n tomar un avi¨®n. El calor es atosigante. No hay sombra. Ni agua, ni comida.Juan CarlosSolo existe la suerte de llegar en un momento en el que se produzca una brecha y avanzar.Juan CarlosPor la noche la marea de personas que afluye remite algo. Pero no del todo. Un afgano con visado estadounidense aseguraba el jueves que llevaba tres d¨ªas llegando a las cuatro de la ma?ana y que siempre hab¨ªa personas ya esperando para pasar.Juan Carlos
