14 fotosAmazonasLa vida emerge entre la basura de PucallpaLas familias de un vertedero en el coraz¨®n del Amazonas viven en condiciones de salubridad lamentables, trabajando 12 horas al d¨ªa y buscando entre los escombros para reciclar y sobrevivirHugo AlejosPer¨² - 09 sept 2021 - 09:51CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceYamila Reyes es de origen shipibo, una comunidad ind¨ªgena que se siente marginada por la sociedad peruana. Desde que sale el sol, su familia y ella se dedican a reciclar basura, pl¨¢sticos, latas, papel¡ La chatarra es lo m¨¢s valioso. Pero, con la pandemia de la covid-19, la situaci¨®n incluso empeor¨®.Hugo AlejosLa familia Reyes, en el vertedero de Pucallpa, en la frontera entre Per¨² y Brasil. Ellos viven en una casita de madera construida a la vereda del basurero, junto con otro centenar de vecinos, todos ind¨ªgenas shipibo.Hugo AlejosEl vertedero de Pucallpa recibe 338 toneladas de residuos anuales. Hace m¨¢s de 15 a?os que recomendaron su cierre. Al poco de comenzar la pandemia en marzo del 2020, varias personas que viven en la aldea del vertedero enfermaron y algunas murieron. Per¨² elev¨® el balance oficial de muertos por la pandemia a cerca de 200.000 fallecidos (a fecha de principioso de septiembre), lo que deja al pa¨ªs con una de las mayores tasas de mortalidad del mundo. Se estima adem¨¢s, que el Gobierno solo ha registrado el 36% de los decesos debido a la disparidad en las cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad, que informaba de 62.674 muertos en mayo, y las del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), que registraba 170.882, casi el triple.Hugo AlejosLa familia Y¨¢?ez est¨¢ curtida en mil batallas: tuvieron dengue hace a?os e incluso hubo momentos en los que pasaron hambre porque el campo no siempre daba para comer. Sobrevivieron. Defendieron su hacienda, una peque?a chacra ¡ªhuerto¡ª cuando la fiebre del caucho lleg¨® a Ucayali hace m¨¢s de un a?o.Hugo AlejosCon la llegada de la covid-19, los Y¨¢?ez no tuvieron muchas opciones: o vender su parcela o servir a una de las compa?¨ªas por sueldos m¨ªseros y jornadas extenuantes. Al final, talaron sus ¨¢rboles y trabajan para madereros. Ahora recorren cientos de kil¨®metros desde su finca para transportar los troncos; la deforestaci¨®n ha crecido desde el comienzo de la pandemia. La mayor¨ªa de la madera que se exporta desde Pucallpa, Amazonas, es ilegal. En la imagen, madre e hija Y¨¢?ez junto a una de las tiendas en las que vive la familia.Hugo AlejosLa familia Mellas trabaja en una carbonera clandestina y todos inhalan el humo t¨®xico que genera el carb¨®n. Aunque la producci¨®n de carb¨®n vegetal es ilegal, hay al menos 200 carboneras clandestinas alrededor de Pucallpa. O al menos as¨ª lo creen las asociaciones de vecinos que quieren expulsar a quienes las habitan, pues no hay registros oficiales. De vez en cuando se producen allanamientos y se cierran, pero se instalan nuevamente en la periferia.Hugo AlejosUn miembro de la familia Y¨¢?ez manipula las ascuas del carb¨®n. El humo que genera da?a los pulmones de los trabajadores causando enfermedades como neumonitis, la inflamaci¨®n del tejido de ese ¨®rgano.Hugo AlejosManuel Mellas lleva trabajando en las carboneras desde los seis a?os y no gana m¨¢s de 30 d¨®lares o 25 euros a la semana. En la imagen, Manuel, con su abuela, manipula las ascuas del carb¨®n.Hugo AlejosRosario, la abuela de Manuel, entierra el carb¨®n con serr¨ªn. Pese a tener m¨¢s de 60 a?os, trabaja 12 horas al d¨ªa. La familia Mellas es shipibo y cuentan que subsist¨ªan con lo que cosechaban y algunas ventas, pero baj¨® la demanda, tuvieron que ir a la ciudad y trabajar en las carboneras.Hugo AlejosManuel soporta temperaturas de m¨¢s de 40 grados. Adem¨¢s, enferm¨® de covid-19. Aunque tuvo problemas respiratorios no pudo acceder a una bombona de ox¨ªgeno por los altos costos que supone, especialmente en zonas remotas del Amazonas.Hugo AlejosYamila Reyes, en el vertedero de Pucallpa, con los buitres de fondo. Los recicladores ejercen su trabajo exponi¨¦ndose a todo tipo de enfermedades, pues beben del agua que proviene de los canales de agua subterr¨¢nea contaminada y tambi¨¦n sufren las consecuencias de la emisi¨®n del metano. De hecho, una investigaci¨®n realizada en 2017 por la Universidad Nacional de Ucayali confirm¨® que el 70% de la poblaci¨®n que reside aqu¨ª padece patolog¨ªas asociadas con la respiraci¨®n como asma, disnea, gripe, tos e intoxicaciones. Adem¨¢s, el 30% afronta otras dolencias, entre las que destacan los c¨®licos y el dengue. Y luego lleg¨® la covid-19.Hugo AlejosLa familia Reyes est¨¢ compuesta por seis miembros. Trabajan reciclando basura sin utensilios como guantes o botas. ¡°Hace seis meses, la plaga lleg¨® al pueblo. Empez¨® a extenderse, no sab¨ªamos qu¨¦ hacer, dec¨ªan que era la nueva cepa, la amaz¨®nica. Fueron cayendo miembros de cada familia, decenas de muertos. Nadie vino a socorrernos, fue horroroso¡±, describe el padre de familia. ¡°Encima, no despejaron el ¨²nico acceso que hay desde el botadero ¡ªvertedero¡ª al pueblo. Eso deber¨ªa hacerlo la Municipalidad con las orugas ¡ªm¨¢quinas que arrastran los desechos¡ª. Nos encerraron. Nos dejaron morir lentamente¡±..Hugo AlejosHay familias que resisten en el interior de la selva, pescadores tradicionales que tratan de reinventarse pese a las penurias. En Puerto Angamos vive Zequiel Wisper con su familia. En la imagen, ¨¦l y su hijo peque?o Josu¨¦, de nueve a?os, preparan las redes.Hugo AlejosJosu¨¦ prepara el sedal. La pesca escasea, pero prefiere este trabajo a descargar cargamentos en el puerto de Pucallpa.Hugo Alejos