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8 fotos

FOTOENSAYO

Murmullos de la gran duna m��vil

En un fascinante paisaje de mar y arena moldeado por el viento, la fot��grafa Mar��a Primo retrata la fuerza de los elementos y las consecuencias de la intervenci��n del hombre sobre la naturaleza. La gran duna de Valdevaqueros, en C��diz, es protagonista y testigo de un relato entre pasado y presente, entre realidad y ficci��n

El Pa��s Semanal

17 sept 2021 - 18:58CEST

En Punta Paloma, en Tarifa, hay una peque?a aldea medio aislada a la que se llega atravesando una gran duna por una carretera comarcal asfaltada. Es lo m��s cercano a un para��so terrenal.<p>En la imagen, la carretera A-2325 conecta la aldea de Paloma Baja con la red viaria general. En 2009 qued�� sepultada y desde entonces se retira la arena-<p/> — En Punta Paloma, en Tarifa, hay una peque?a aldea medio aislada a la que se llega atravesando una gran duna por una carretera comarcal asfaltada. Es lo m��s cercano a un para��so terrenal.
En la imagen, la carretera A-2325 conecta la aldea de Paloma Baja con la red viaria general. En 2009 qued�� sepultada y desde entonces se retira la arena-
Mar��a Primo

Pero cuando uno comienza a observar con calma empieza a descubrir el rev��s de ese para��so: restos de intervenciones humanas, como b��nkeres e instalaciones militares en ruina, pateras y embarcaciones neum��ticas semienterradas, vallas de maderas erosionadas, basura, y esa carretera que es engullida por la arena cuando sopla el levante<p>En la imagen, B��nker en Punta Paloma, punto estrat��gico para vigilar el estrecho de Gibraltar. A partir de 1939 se construyeron m��s de 300 en el litoral gaditano.<p/> — Pero cuando uno comienza a observar con calma empieza a descubrir el rev��s de ese para��so: restos de intervenciones humanas, como b��nkeres e instalaciones militares en ruina, pateras y embarcaciones neum��ticas semienterradas, vallas de maderas erosionadas, basura, y esa carretera que es engullida por la arena cuando sopla el levante
En la imagen, B��nker en Punta Paloma, punto estrat��gico para vigilar el estrecho de Gibraltar. A partir de 1939 se construyeron m��s de 300 en el litoral gaditano.
Mar��a Primo

Cada a?o que visito la zona veo c��mo avanza la duna y c��mo dos excavadoras trabajan para pasar la arena de un lado al otro de aquella carretera. Me recuerda el mito de S��sifo, el absurdo de la condici��n humana. Con esta idea en la cabeza empec�� a fotografiar<p>En la imagen, la intervenci��n humana a partir de 1939 cambi�� la fisonom��a del sistema dunar de Valdevaqueros radicalmente.<p/> — Cada a?o que visito la zona veo c��mo avanza la duna y c��mo dos excavadoras trabajan para pasar la arena de un lado al otro de aquella carretera. Me recuerda el mito de S��sifo, el absurdo de la condici��n humana. Con esta idea en la cabeza empec�� a fotografiar
En la imagen, la intervenci��n humana a partir de 1939 cambi�� la fisonom��a del sistema dunar de Valdevaqueros radicalmente.
Mar��a Primo

La duna es protagonista y testigo. <p>En la imagen, la Mujer de Arena es un personaje que aparece en El libro de arena, como una enso?aci��n o la representaci��n antropom��rfica de la duna.<p/> — La duna es protagonista y testigo.
En la imagen, la Mujer de Arena es un personaje que aparece en El libro de arena, como una enso?aci��n o la representaci��n antropom��rfica de la duna.
Mar��a Primo

Y el viento lo organiza todo. Tambi��n est��n el pinar, la carretera, los aldeanos, los ecologistas, el historiador, el ingeniero, los pol��ticos, los militares�� Sus historias se recogen en El libro de arena, donde mezclo documentaci��n y ficci��n, para contar la cr��nica de una gran duna m��vil, la de Valdevaqueros, y la del absurdo empe?o humano en querer dominar la naturaleza. — Y el viento lo organiza todo. Tambi��n est��n el pinar, la carretera, los aldeanos, los ecologistas, el historiador, el ingeniero, los pol��ticos, los militares�� Sus historias se recogen en El libro de arena, donde mezclo documentaci��n y ficci��n, para contar la cr��nica de una gran duna m��vil, la de Valdevaqueros, y la del absurdo empe?o humano en querer dominar la naturaleza.Mar��a Primo

Este litoral es de los pocos que quedaban sin grandes proyectos urban��sticos en Espa?a, en gran parte gracias a esos vientos de levante, pero ya est�� todo vendido. No aprendemos. <p>En la imagen, cardo marino en la duna de Valdevaqueros.<p/> — Este litoral es de los pocos que quedaban sin grandes proyectos urban��sticos en Espa?a, en gran parte gracias a esos vientos de levante, pero ya est�� todo vendido. No aprendemos.
En la imagen, cardo marino en la duna de Valdevaqueros.
Mar��a Primo

En los a?os noventa se llevan a cabo intervenciones, como la colocaci��n de vallas, que no consiguen detener la duna. Hoy se encuentran esparcidas por la duna, destrozadas y erosionadas. — En los a?os noventa se llevan a cabo intervenciones, como la colocaci��n de vallas, que no consiguen detener la duna. Hoy se encuentran esparcidas por la duna, destrozadas y erosionadas.Mar��a Primo

Entre 2013 y 2020, la fot��grafa Mar��a Primo ha retratado el cambiante entorno de la duna de Valdevaqueros, en la costa de C��diz. — Entre 2013 y 2020, la fot��grafa Mar��a Primo ha retratado el cambiante entorno de la duna de Valdevaqueros, en la costa de C��diz.Mar��a Primo

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