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Un mal concierto y adi¨®s: 11 actuaciones que (casi) acaban con la carrera de un artista Peleas sobre el escenario, malas interpretaciones vocales, una banda musical que no estuvo a la altura o decisiones demasiado controvertidas para un p¨²blico conservador. Todas tuvieron la misma consecuencia una noche de la que se habl¨® durante a?os Si hay un concierto que ha puesto fin a una carrera, es este. La agotadora gestaci¨®n (a?o y medio) de 'The long run' hab¨ªa acentuado las tiranteces entre los miembros de The Eagles y la tensi¨®n se desbord¨® en el Long Beach Arena el 31 de julio de 1980. Parte de la recaudaci¨®n del evento iba destinada a sufragar la campa?a del senador de California, Alan Cranston, y antes de la actuaci¨®n, este y su esposa celebraron un encuentro con los m¨²sicos. Cuando el pol¨ªtico le dio las gracias al guitarrista Don Felder por el apoyo del grupo, este contest¨® con un despectivo: ¡°Es usted bienvenido... supongo¡±. Glenn Frey, cantante y guitarrista, lo oy¨®, lo consider¨® una falta de respeto y en el camerino se desat¨® la batalla. Insultos y botellas estampadas contra la pared precedieron su salida al escenario. Mientras tocaban, Frey no dejaba de amedrentar a Felder: ¡°Cuando terminemos te voy a matar, desagradecido¡±, ¡°Llevo siete a?os pag¨¢ndote el sueldo¡± o ¡°Faltan tres canciones, ?te vas a enterar!¡±. Tras bajar de la tarima, Felder rompi¨® una de sus guitarras (delante de Frey y los Cranston) y desapareci¨® en su limusina. Al d¨ªa siguiente los Eagles ya no exist¨ªan. En 1994 volvieron a juntarse, aunque Felder abandon¨® definitivamente la formaci¨®n en 2001. Getty Images Los Stone Roses, emblema del sonido M¨¢nchester, ofrecieron un lamentable espect¨¢culo en su aparici¨®n en Reading el 25 de agosto de 1996. Una p¨¢gina web de fans (ojo, de fans) describi¨® as¨ª la grabaci¨®n pirata de aquella infausta noche: ¡°La ¨²ltima batalla de los Roses, y puedes escuchar por qu¨¦. Ian Brown [cantante] se lanza al espacio mientras grita las canciones sin ning¨²n indicio de melod¨ªa. (¡) Los Roses mueren ante tus ojos¡±. La revista musical 'Uncut' dijo de la voz de Brown que era ¡°plana, atonal, asombrosamente espantosa¡±. En noviembre de ese a?o, 'Melody Maker' public¨®: ¡°Despu¨¦s de su desastrosa actuaci¨®n en el festival de Reading de este a?o, el consenso general es que The Stone Roses deber¨ªan hacer lo decente y separarse. La semana pasada, lo hicieron¡±. (Volver¨ªan entre 2011 y 2017). Getty Images La mayor¨ªa de la gente conoci¨® a la cantante irlandesa gracias a 'Nothing compares 2 U' (1990), canci¨®n original de Prince que ella version¨® con emotiva sensibilidad. Pero su imagen de chica dulce dur¨® poco. El 3 de octubre de 1992 apareci¨® en 'Saturday Night Live', el programa de la cadena estadounidense NBC, y al t¨¦rmino de su adaptaci¨®n de 'War', de Bob Marley, blandi¨® una foto del papa Juan Pablo II y la hizo pedazos al grito de ¡°Fight the real enemy!¡± (¡°?Combate al verdadero enemigo!¡±). Era una protesta por los casos de abusos a menores en la Iglesia cat¨®lica. La centralita de la emisora se colaps¨® con llamadas de espectadores ofendidos, hubo quema de discos en las calles y muchas emisoras de radio vetaron a la cantante. Ahora que hab¨ªa sacado car¨¢cter, ya no gustaba. A pesar de su enorme talento, su alejamiento de las listas de ventas ha sido desde entonces tan paulatino como imparable. Timos en los anales del pop ha habido muchos, pero ninguno se ha destapado de un modo tan estrepitoso como el de este d¨²o francoalem¨¢n. En 1989, lleg¨® a los primeros puestos de las listas con cuatro singles: 'Girl you know it's true', 'Baby don't forget my number', 'Girl I'm gonna miss you' y 'Blame it on the rain'. Ese verano, en la cresta de la ola gracias a esas canciones, Rob Pilatus y Fab Morvan actuaron en un parque tem¨¢tico de Connecticut para un programa de la MTV mientras cantaban el primero de esos ¨¦xitos. En mitad de dicho tema, el playback se atasc¨®, y como si fuera un vinilo rayado empez¨® a repetir: ¡°Girl, you know it's¡ Girl, you know it's¡", una y otra vez. Abochornados, y a¨²n con la rid¨ªcula letan¨ªa de fondo, Rob y Fab salieron escopetados del escenario. Solucionado el problema, regresaron como si tal cosa. Pero la semilla de la sospecha ya estaba plantada. Meses m¨¢s tarde ganaron un Grammy, que hubieron de devolver cuando en noviembre de 1990 su productor, Frank Farian, desvel¨® el montaje: Rob y Fab no eran los que cantaban en sus discos. Todo para deshacerse de ellos: al parecer, el ¨¦xito se les hab¨ªa subido a la cabeza y quer¨ªan cantar de verdad en el siguiente ¨¢lbum. Cuando lo hicieron, ya no hab¨ªa nadie dispuesto a escucharlos. Getty Images Participar representando a Espa?a en el certamen europeo de la canci¨®n es a la m¨²sica lo que fumar dos cajetillas diarias a la salud: predispone a morir antes de tiempo. ?Cu¨¢ntos recuerdan a Ram¨®n del Castillo, D'Nash o Luc¨ªa P¨¦rez? Estos tres artistas defendieron el pabell¨®n nacional en el festival en 2004, 2007 y 2011, y con actuaciones m¨¢s que correctas. Si encima cometes un desliz, es la puntilla. Por desgracia, le ocurri¨® a Manel Navarro. Su gallo en mitad de 'Do it for your lover' fue objeto de innumerables memes, muchos de car¨¢cter internacional. Hasta el mejor escriba echa un borr¨®n, y sin duda el simp¨¢tico Manel tuvo mala suerte y hasta se tom¨® las bromas con humor, pero el caso es que su carrera, que parec¨ªa pronta a despegar, qued¨® tristemente atascada. Getty Images Hubo un tiempo en que a Sly Stone, leyenda del funk de finales de los sesenta y principios de los setenta, la gente iba a verlo m¨¢s por el morbo (pod¨ªa no presentarse, terminar antes de tiempo o hacer un concierto deplorable) que por la indiscutible calidad de su m¨²sica. Las adicciones y los enfrentamientos en el seno de su grupo (Sly and the Family Stone) hicieron a?icos su carrera a mediados de los setenta, y est¨¢ documentado que en 2009 estaba en paro y viv¨ªa en una caravana. En 2010 le invitaron a tocar en el festival de Coachella (en Indio, California) y, en vez de tom¨¢rselo como una oportunidad de reivindicarse, apareci¨® con cuatro horas de retraso, ataviado con peluca rubia tipo Raffaella Carr¨¤ y gorra de capit¨¢n de barco, caminando con dificultad (a sus 67 a?os) y, seg¨²n la cr¨®nica de 'Los Angeles Times', cantaba ¡°algunos compases de los cl¨¢sicos, pero pronto se deten¨ªa y comenzaba a preguntar qu¨¦ hora era y cu¨¢nto tiempo ten¨ªa que quedarse en el escenario para que le pagaran¡±. Dedic¨® gran parte de la actuaci¨®n a despotricar contra su exrepresentante, Jerry Goldsmith. Como respuesta, Goldsmith lo demand¨® por haberle llamado ladr¨®n en p¨²blico. Getty Images No vamos ahora a preguntarnos qu¨¦ hac¨ªa en 1983 un grupo de punk (sonido en boga en 1976) maquetero (ni un solo disco publicado hasta entonces) disfrutando de horario estelar (s¨¢bado por la ma?ana) en la televisi¨®n estatal haciendo, para colmo, una versi¨®n. Nos ce?iremos a los hechos: este cuarteto bilba¨ªno toc¨® aquel aciago 23 de abril 'I wanna be your dog', de los Stooges (1969), adaptado libremente al castellano como 'Me gusta ser una zorra'. Sus versos m¨¢s sonados eran: ¡°Mira, imb¨¦cil, que te den por el culo¡±, ¡°Prefiero masturbarme yo sola en mi cama¡±, ¡°Prefiero joder con ejecutivos que te dan la pasta¡± y ¡°Quiero meter un pico en la polla¡±. La emisi¨®n en franja infantil derivo en un esc¨¢ndalo may¨²sculo: columnistas conservadores se rasgaron las vestiduras, Carlos Tena (director del programa, 'Caja de ritmos') recibi¨® una querella de la Fiscal¨ªa General del Estado y tuvo que dimitir y el espacio se cancel¨®. Las Vulpes publicaron ¡°a todo correr¡± el single con la canci¨®n y vendieron 10.000 copias. Despu¨¦s se separaron. Fin de la historia. EFE En 1978 la banda brit¨¢nica de punk, ya celebrada en Europa, afront¨® la asignatura pendiente de realizar una gira por Estados Unidos. A su m¨¢nager, el ¨ªnclito Malcolm MacLaren, no se le ocurri¨® otra cosa que cerrar la mayor¨ªa de los bolos en ciudades del interior del pa¨ªs, ante una mayor¨ªa de p¨²blico poco receptivo a cualquier m¨²sico que no lleve sombrero vaquero. La acogida dispensada fue atroz. La gira se cerr¨® en el Winterland de San Francisco, local de grandes dimensiones al que acudieron hordas de 'hippies' curiosos. ¡°Yo estaba resfriado, Sid [Vicious, bajista] no tocaba una nota y ni siquiera estaba enchufado la mitad del tiempo¡±, recordaba el guitarrista Steve Jones. Johnny Rotten, el cantante, perdi¨® la voz, y en la despedida (una versi¨®n de 'No fun', de los Stooges), exclam¨®: ¡°Esto no es divertido, nada divertido¡±. Al t¨¦rmino de la canci¨®n, pronunci¨® unas palabras que han pasado a la posteridad: ¡°?Alguna vez hab¨¦is tenido la sensaci¨®n de que os han enga?ado?¡±, y se esfum¨®. Al d¨ªa siguiente cogi¨® un avi¨®n a Nueva York y comunic¨® su renuncia, precipitando el final del grupo, que no volver¨ªa a juntarse sobre un escenario hasta la gira de reuni¨®n de 1996. Getty Images Excepto por su primer disco, triple platino, no se puede decir que la carrera de Amaia Montero en solitario haya ido viento en popa. Tras aquel aclamado debut de 2008, sus discos han obtenido acogida menguante, y la presentaci¨®n en concierto del ¨²ltimo en la localidad c¨¢ntabra de Renedo no contribuy¨® precisamente a revitalizar su carrera. Ante la patente descoordinaci¨®n entre ella y su banda, Amaia se encar¨® con los m¨²sicos y, en ingl¨¦s, les espet¨®: ¡°This is a disaster, guys. This is an absolute disaster. I don¡¯t know where I am¡± (¡°Esto es un desastre, chicos. Un absoluto desastre. No s¨¦ d¨®nde estoy¡±). Y a continuaci¨®n busc¨® aprobaci¨®n en el p¨²blico (en perfecto espa?ol): ¡°?Est¨¢n tocando en otro tono, s¨ª o no? ?S¨ª o no? S¨ª, ?no?¡±. Volviendo al ingl¨¦s, dijo al teclista: ¡°Para, para. No soy yo. ?S¨ª! ?Todo el mundo! ?No soy yo! Esto es de locos, tremendo¡±. Rubric¨® su ¡°peor noche¡± (as¨ª titulamos el incidente en ICON) excus¨¢ndose por no haber ¡°podido ensayar demasiado¡±. Getty Images Que Mariah es un portento vocal no puede ponerse en tela de juicio. No solo destaca como cantante estratosf¨¦rica, sino que es compositora y productora de muchos de sus ¨¦xitos. Por citar solo uno de sus r¨¦cords, es la artista femenina que m¨¢s singles ha situado en el n¨²mero uno de Estados Unidos (19 en total; uno m¨¢s que Elvis Presley y solo uno menos que los Beatles). Pero nada es para siempre, y en los ¨²ltimos a?os ha entrado en franca decadencia. Aunque ella no tuvo culpa del desaguisado t¨¦cnico, su actuaci¨®n en la fiesta de Nochevieja de 2016 en Times Square fue impropia de una figura de su calibre. Ante la imposibilidad de escuchar la base musical, opt¨® por no cantar, invitando a la concurrencia a hacerlo mientras se limitaba a ejecutar algunas cabriolas con sus bailarines. Su siguiente ¨¢lbum, 'Caution' (2018), ha sido el menos vendido de su carrera (apenas 43.000 copias en su pa¨ªs; de 'Music Box', de 1993, vendi¨® all¨ª 8 millones). Getty Images Nuestra estrella masculina m¨¢s internacional (con permiso de su padre) tiene muchos atributos, entre los cuales no est¨¢ una voz superlativa. Los asistentes a sus conciertos tienen las redes sociales para valorar en tiempo real lo que escuchan, y a tenor de algunos comentarios (¡°lamentable¡±, ¡°estafa¡±, ¡°atraco a mano armada¡±) parece que no quedaron excesivamente satisfechos de su actuaci¨®n en la capital c¨¢ntabra aquel 15 de julio de 2017. En el recinto tambi¨¦n expresaron su descontento, con gritos de ¡°?fuera, fuera!¡± o ¡°?manos arriba, esto es un atraco!¡±. Hasta el presidente Miguel ?ngel Revilla, siempre presto a defender su regi¨®n de ultrajes, intervino en el programa de Antena 3 'Espejo p¨²blico' para declarar que la interpretaci¨®n hab¨ªa sido ¡°bochornosa¡± y explicar que ¡°de los 90 minutos cantar¨ªa 60, porque el resto eran coros¡±. Getty Images