La poblaci¨®n saharaui, exiliada desde hace cuatro d¨¦cadas en el desierto argelino, recibe a una comitiva internacional llegada en el primer vuelo intercontinental desde que se declar¨® la pandemia de covid-19 en marzo de 2020. Un acontecimiento que rompe su aislamiento
Avi¨®n de Air Algerie en el aeropuerto Adolfo Su¨¢rez Madrid Barajas que se dirige a Tinduf, en Argelia. Es el primer vuelo intercontinental que aterriza con visitantes extranjeros en visita a los campamentos saharauis desde que se declar¨® la pandemia de covid-19.?scar CorralUn total de 264 pasajeros aterrizan en Tinduf durante la madrugada del 11 de octubre. Seis horas de espera para poder abandonar el aeropuerto argelino m¨¢s otra hora de trayecto en coche les separan de su destino: la ¡®wilaya¡¯ Bojador, en los asentamientos saharauis.?scar CorralUn grupo de anfitrionas espera junto a los autobuses la llegada de los visitantes para distribuirlos en sus alojamientos, sus propias casas, en Bojador.?scar CorralAutoridades de Bojador y pol¨ªticos espa?oles son recibidos en un desfile de la comitiva que registra la prensa local.?scar CorralVarios ni?os gritan proclamas en favor del pueblo saharaui en un acto de bienvenida a las autoridades, periodistas, representantes de las asociaciones amigas y ONG.?scar CorralUn grupo de personas, entre ellas varios ni?os, da la bienvenida a los reci¨¦n llegados. Seg¨²n Acnur, de los m¨¢s de 170.000 refugiados saharauis, el 50% de las mujeres en edad reproductiva y los ni?os de los campamentos padecen anemia, adem¨¢s de altas tasas de desnutrici¨®n (7,6%) y retraso del crecimiento (28%).?scar CorralEn Bojador adelantan la fiesta de la Unidad Nacional, que conmemoran el 12 de octubre, para agasajar a los europeos con una demostraci¨®n de su cultura y tradiciones bajo las t¨ªpicas jaimas saharauis. ¡°Con nuestras almas y armas defendemos el S¨¢hara¡±, proclaman los locales, ante la elevada presencia de fuerzas de seguridad.?scar CorralEn una explanada, los ni?os juegan en el ¨²ltimo d¨ªa de sus vacaciones alternativas, como han llamado las autoridades a las actividades de entretenimiento que sustituyen a las Vacaciones en Paz. Este programa por el que cada a?o casi 5.000 ni?os viajan en los meses de par¨®n escolar a convivir con familias en el extranjero, la mayor¨ªa (unos 4.000) en Espa?a, tambi¨¦n ha sido interrumpido por la pandemia en las dos ¨²ltimas ediciones.?scar Corral¡°V¨®leibol, explotar globos, el pa?uelo, carrera de sacos¡±, enumera los juegos con los que se ha divertido Andala, de 11 a?os (en el centro), este verano dado que no ha podido beneficiarse del programa Vacaciones en Paz. ¡°Yo quiero ir a Valencia¡±, dice Melika, de 11 a?os. La ni?a todav¨ªa no ha podido tener esa experiencia que marca en buena medida la infancia de los saharauis desde que se puso en marcha este programa en 1981. ¡°Hay una familia que acogi¨® a mi hermano y piden que vaya yo tambi¨¦n¡±, aclara en ¨¢rabe. Aunque le gustan las matem¨¢ticas, de mayor le gustar¨ªa ser diputada.?scar CorralEn el auditorio de Bojador, una de las cinco 'wilayas' (asentamientos) en las que se organizan los refugiados saharauis, los vecinos graban un espect¨¢culo para ellos y los visitantes en la jornada previa al D¨ªa de la Unidad Nacional.?scar CorralLemrabet Elmahfud, militar y cantante, act¨²a en el auditorio de Bojador. Pese a no querer asentarse en esta tierra prestada, 45 a?os aqu¨ª han acabado por llevar a los saharauis a levantar edificaciones m¨¢s permanentes que las jaimas y tiendas de campa?a.?scar CorralEl 11 de octubre fue el ¨²ltimo d¨ªa en el que los ni?os pudieron disfrutar las actividades de sus vacaciones alternativas. Mientras se desmontan las carpas que les han acogido, un grupo de cr¨ªos agota los minutos botando en un castillo hinchable.?scar CorralControl de carretera entre Bojador y Dajla, separadas por unos 200 kil¨®metros. Los viajeros que realizan el trayecto viajan en caravana, escoltados en todo momento por las fuerzas de seguridad del Polisario.?scar CorralDecenas de coches se dirigen a Dajla desde Bojador, por una carretera bien asfaltada pero con un paisaje des¨¦rtico alrededor. Al otro lado de la ventanilla, no hay ninguna edificaci¨®n a la vista en todo el trayecto.?scar CorralUna multitud se congrega en una explanada de Dajla para asistir a los fastos de la noche previa al D¨ªa de la Unidad Nacional.?scar CorralUna voluntaria de la organizaci¨®n de las celebraciones en Dajla y fuerzas de seguridad junto a las recreaciones de jaimas que van a ser quemadas en conmemoraci¨®n del desalojo de Gdeim Izik, un campamento de protesta a pocos kil¨®metros de El Aai¨²n, la ciudad m¨¢s importante del Sahara Occidental, en noviembre de 2010.?scar CorralPanor¨¢mica del evento celebrado en Dajla en el d¨ªa que llegan a la 'wilaya' los viajeros procedentes de Europa.?scar CorralUn periodista local graba la reproducci¨®n de la quema del campamento de Gdeim Izik. Seg¨²n su relato, que acompa?an con la proyecci¨®n del documental de aquel suceso del mexicano Antonio V¨¢zquez y la catalana Isabel Terrasa, 36 civiles saharauis murieron en el ataque. Marruecos reduce la cifra a tres.?scar Corral