13 fotosHURACANESUna vida enterradaLa comunidad hondure?a de La Reina acab¨® bajo las rocas que se desprendieron de un cerro afectado por los huracanes Eta y Iota, el pasado oto?o. Un a?o despu¨¦s, los vecinos de la zona lamentan la falta de oportunidades y alternativasEl Pa¨ªsNoor MahtaniHonduras - 27 oct 2021 - 08:37CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn los restos de esta casa vive Lourdes L¨®pez, junto a su hija de tres a?os. Su marido hace unos meses que est¨¢ preso y desde entonces alimenta a su familia con las ayudas que le da su padre. "El derrumbe lo cambi¨® todo", narra. Hace pr¨¢cticamente un a?o que un aluvi¨®n de rocas gigantes se desprendi¨® del cerro que custodiaba la comunidad hondure?a de La Reina, ubicada en el occidente del pa¨ªs, tras las tormentas Eta y Iota. Las piedras se tragaron las m¨¢s de 340 viviendas.Santiago MesaL¨®pez, de 22 a?os, ocupa la estructura de la casa de un familiar que reside en Estados Unidos. "Cuando llegue, no s¨¦ qu¨¦ voy a hacer", lamenta. Esta familia no consta en el plan de reubicaci¨®n, liderado por el cura del pueblo. ?ste asegura que es el ¨²nico caso de ¡°exclusi¨®n¡± porque no quiere formar una comunidad ¡°con borrachos o criminales¡±: ¡°Ella podr¨¢ acceder a una de las viviendas pero se pondr¨¢ a nombre de su hermano, no de ella. Queremos ser una ciudad modelo en Honduras¡±. "?A d¨®nde voy a ir?", se pregunta L¨®pez.Santiago MesaEste es ya un pueblo fantasma. El silencio recorre lo que era una humilde comunidad agr¨ªcola y cafetera, con m¨¢s de un centenar de ni?os que jugaban en las veredas y se repart¨ªan en las casas de unos y otros. Para Karen Caballero, voluntaria en la guarder¨ªa del pueblo, lo m¨¢s dif¨ªcil es el desarraigo tan fuerte. ¡°Antes le daba clase a 30 ni?os todos los d¨ªas, pero la mayor¨ªa se fueron porque sus pap¨¢s andan alquilando en otros sitios o no tienen plata para venir. Ahora solo cuido de 14 y una vez a la semana. Se acabar¨¢n mudando de La Reina, seguro¡¡±.Santiago MesaAunque el temporal no dej¨® v¨ªctimas directas en La Reina, al menos dos vecinos se suicidaron semanas despu¨¦s de la cat¨¢strofe. La pandemia, la debilitada econom¨ªa nacional y la violencia que acecha Honduras eran los motivos principales detr¨¢s de la fuerte migraci¨®n hacia Estados Unidos. Los estragos de ambos ciclones avivaron esta salida forzada. Asimismo, seg¨²n las cifras recogidas por Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados de Honduras, el mayor porcentaje de las nuevas solicitudes de asilo en M¨¦xico en el primer trimestre del 2021, corresponden a hondure?os.Santiago MesaLos pocos vecinos que se atreven a venir no aguantan las l¨¢grimas ni la nostalgia. La vegetaci¨®n ya se est¨¢ haciendo con el territorio en un escenario tan macabro como hermoso. Algunos lugare?os siguen apareciendo por las laderas a buscar sus pertenencias, otros recogen pedazos de madera para ¡°aprovechar la ida¡± y vuelven con el suspiro en la boca. ¡°Es muy dif¨ªcil ver en qu¨¦ quedaron todos estos a?os de trabajo¡±, murmura Antonio Enamorado. ¡°Se perdi¨® La Reina por completo¡±.Santiago MesaLas pertenencias de casi 1.400 vecinos est¨¢n bajo tierra casi un a?o despu¨¦s. La situaci¨®n de la comunidad atrajo en su momento la ayuda humanitaria de organizaciones como Oxfam y la Diputaci¨®n Foral de Bizkaia, quienes apoyaron con transferencias de efectivo para alimentos, art¨ªculos de higiene y ¨²tiles de prevenci¨®n de la covid y que fueron celebradas por los vecinos. Sin embargo, conforme han ido pasando los meses, estos lamentan que ¡°ya no lleguen apenas ayudas¡±. En la imagen, Karen Caballero y su hijo menor en la ladera donde quedaron los restos de su casa.Santiago MesaEn un banco sin respaldo, frente a las ruinas del colegio de sus nietos, el C.E.B. Manuel Bonilla, Nieves Isabel Mej¨ªa agarra con fuerza un llavero de madera con la foto de la fachada azul y blanca de su antigua casa. Es el ¨²nico recuerdo amable de su hogar. Las ¨²ltimas memorias son las decenas de v¨ªdeos de la tragedia: algunos de una lluvia cruel e incesante que llen¨® de agua y lodo el lugar en el que creci¨® y otros de los despojos que hoy est¨¢n salpicados por la monta?a. Lo ¨²nico que esta mujer no perdi¨® fue la fe. ¡°Dios dispondr¨¢¡±, repite una y otra vez como un mantra. En la fotograf¨ªa, una de las aulas de la escuela.Santiago MesaEl ambiente en la aldea es desolador. En la calle principal, apenas se asoman los restos de alguna puerta, ropa de beb¨¦ a medio enterrar y ollas. Unos metros hacia abajo de la ladera, los restos de un pu?ado de casas que fueron arrastradas por las piedras y el temporal. Algunas, las "afortunadas", a¨²n mantienen la estructura y parte de las paredes.Santiago MesaAntonio Enamorado, de 56 a?os, sigue viniendo a la ladera donde qued¨® la vida de su familia enterrada. "Sigo cultivando caf¨¦ aqu¨ª al lado y vengo aqu¨ª a echar el rato", dice afectado. "Mi mujer me lo advirti¨®", reconoce, "nos hab¨ªan dicho que esto pasar¨ªa, pero nunca lo cre¨ª".Santiago MesaExiste un plan de construcci¨®n de 290 casas que financiar¨¢ el Gobierno y que donar¨¢ gratuitamente a los damnificados de La Reina y otras cuatro comunidades y otras 40, subvencionadas con fondos de la Iglesia y USAID, seg¨²n asegura el Padre Leopoldo Serra. ¡°Aunque, sinceramente, me preocupa que estas casas del Gobierno nunca se terminen de construir por temas pol¨ªticos. El objetivo era acabarlas a fin de a?o y creo que para entonces no superar¨¢n las 50 viviendas. Por ahora, solo hay una lista: la casa piloto¡±.Santiago MesaPara la mayor¨ªa de vecinos, mudarse a La Esperanza ¨C San Francisco de As¨ªs no es una opci¨®n. Rodrigo Castr¨®n, que pasea entre los escombros de su casa ¡°para echar el rato¡± no quiere mudarse: ¡°All¨¢ el terreno es bien chiquito, no va a dar para sembrar y uno que es pobre, ?de qu¨¦ va a vivir?. Esto al menos era nuestro...¡±. Este padre y abuelo no pudo sacar absolutamente nada de su hogar. ¡°No ten¨ªa coche, ped¨ª a un vecino que me trajera, pero cuando vine mi casa estaba ya tapiada (cubierta en rocas)¡±.Santiago MesaEl peligro de quienes se queden es enorme. El ingeniero Gerson Armando Valle Perdomo, jefe de sismolog¨ªa de Cenaos-Copeco, el Centro de Estudios Atmosf¨¦ricos, Oceanogr¨¢ficos y S¨ªsmicos, es rotundo: ¡°Es una zona que definitivamente no se deber¨ªa de habitar y con un deslizamiento activo¡±. Valle fue quien realiz¨® la medici¨®n de impacto el pasado marzo.Santiago Mesa¡°En 15 d¨ªas se llegaron a acumular 350 mil¨ªmetros de agua. Es much¨ªsimo¡±, cuenta el ingeniero. Y, aunque asegura que se podr¨ªan hacer obras de mitigaci¨®n para contener el peligro y que las familias volvieran a vivir all¨¢, asegura que son muy caras. ¡°Son obras millonarias que no est¨¢n presupuestadas¡±, lamenta por tel¨¦fono. E insiste: ¡°En Honduras tenemos un grave problema de comunidades que se construyen sin ning¨²n tipo de supervisi¨®n t¨¦cnica, por eso estas cat¨¢strofes han sido tan violentas, porque en esas zonas no deber¨ªa vivir nadie¡±.Santiago Mesa