14 fotosEl bibliocajero que combina servicios para el medio rural de SalamancaLa Diputaci¨®n charra inserta cajeros autom¨¢ticos en los cl¨¢sicos bibliobuses para ayudar a los pueblos sin sucursal bancaria a acceder al dinero en efectivoEl Pa¨ªsJuan NavarroSalamanca - 31 dic 2021 - 10:59CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa Diputaci¨®n de Salamanca (PP) ha destinado 18.000 euros a colocar cajeros en los bibliobuses que recorren los pueblos de la provincia para que sea m¨¢s f¨¢cil que los mayores accedan a sus ahorros sin tener que desplazarse si en sus pueblos no hay sucursales bancarias.David ArranzEl veh¨ªculo incluye unos 3.500 t¨ªtulos entre libros, pel¨ªculas o revistas para cualquier p¨²blico. Los usuarios miran con curiosidad el nuevo servicio que se les ofrece junto a los libros que aguardan con cada visita mensual. Estas semanas los destacados son los de la fallecida Almudena Grandes y los poemarios que le dedic¨® su marido, Luis Garc¨ªa Montero.David ArranzLa primera parada llega en Aldearrubia (530 vecinos), donde los salmantinos empiezan a ver las funcionalidades del nuevo cajero m¨®vil. En la imagen, el empleado p¨²blico Javier R¨ªos observa a los lugare?os que agradecen tener disponible esta nueva opci¨®n, aunque los m¨¢s mayores recelan de la banca electr¨®nica o sistemas de este tipo.David ArranzLos objetivos del bibliocajero pasan por servir de libros y dinero en efectivo all¨ª donde no hay bibliotecas o cajeros ordinarios. La ruta llega a decenas de peque?as localidades donde los ni?os y los mayores la esperan con anhelo. Una de las claves contra la despoblaci¨®n pasa por, adem¨¢s de atraer habitantes, retener a los que se pueden alejar por falta de prestaciones.David ArranzUna usuaria se dirige al veh¨ªculo estacionado en Espino de la Orbada (240 habitantes). Javier R¨ªos y su compa?era Cristina Mart¨ªn sostienen que este trabajo les ha permitido conocer a los charros ¡°como a una familia¡± y celebran poderles proporcionar esta doble ayuda.David ArranzUn problema con los que cuenta la provincia de Salamanca, al igual que otras tantas en Espa?a, es la falta de cobertura telef¨®nica. Esta circunstancia provoca que en Aldearubia el nuevo cajero tenga dificultades para proporcionar los billetes que varias personas le est¨¢n solicitando.David ArranzPedro Gonz¨¢lez de los Dolores, residente en Pedroso de la Armu?a, carga con varias pel¨ªculas. ¡°Cada d¨ªa vamos a peor en los pueblos, tienen que facilitar las cosas¡±, comenta el hombre, de 60 a?os, que lamenta c¨®mo la falta de prestaciones en el ¨¢mbito rural acaba hastiando a sus habitantes y los empuja a las ciudades.David ArranzEl bibliocajero nace de la necesidad de miles de personas de acceder a su dinero. Un estudio del Banco de Espa?a ha afirmado que la escasez de sucursales lleva a 1,3 millones de espa?oles a tener que desplazarse para disfrutar de este servicio tan sencillo en las ciudades. Castilla y Le¨®n es la comunidad m¨¢s perjudicada.David ArranzLa profesora Sonia Villoria, en el centro rural agrupado de Aldearrubia, vive en la ciudad de Salamanca y se desplaza al pueblo para educar a su alumnado. La docente destaca que en los ¨²ltimos meses han llegado nuevos ni?os gracias al teletrabajo, que ha permitido que sus progenitores abandonaran Madrid para regresar a la provincia.David ArranzLos trabajadores del bibliob¨²s actualizado sostienen que con este veh¨ªculo se cumple ahora una triple funci¨®n: proporcionar dinero en efectivo, suministrar cultura y tambi¨¦n un importante factor humano. La despoblaci¨®n lleva a que en muchas localidades los vecinos rara vez vean a personas nuevas y, por tanto, estas visitan resultan muy bienvenidas.David ArranzUn hombre de Pedroso de la Armu?a mira con curiosidad la nueva m¨¢quina. Los h¨¢bitos fijos de las personas mayores, especialmente en el medio rural, provoca que miren con desconfianza esta clase de inversiones tecnol¨®gicas, aunque los responsables del bibliocajero conf¨ªan en que pronto decaiga esta desconfianza y descubran sus ventajas.David ArranzLos veh¨ªculos albergan una curiosa mezcla de usuarios ancianos e infantiles. Cada cual tiene unas necesidades que deben ser satisfechas para que estos lugares no caigan en el abandono. En la imagen, dos menores eligen unos libros en Aldearrubia.David ArranzPepi y Juan Gamallo se acercan al bibliocajero para irse habituando a ¨¦l. De momento no los acompa?a la anciana Feliciana Mor¨ª?igo, que prefiere los sistemas cl¨¢sicos, aunque a veces tengan que transportarla a otras localidades con mejores servicios.David ArranzEl bibliocajero recorre cientos de kil¨®metros cada d¨ªa dentro de las diversas rutas que lo mueven por la amplia provincia salmantina. La funci¨®n est¨¢ clara: ¡°Combatir la exclusi¨®n financiera de la Espa?a vaciada¡±.David Arranz