12 fotosChabolismoUna vida entre barro, paja y bamb¨²En algunos de los suburbios m¨¢s pobres de Cali, gran urbe colombiana, residen familias que llegaron huyendo de la pobreza y el conflicto hace d¨¦cadas, pero a¨²n no han logrado abandonar la precariedadMauricio MoralesCali - 12 ene 2022 - 08:41CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceErika Benavides, al frente de la casa de sus padres, donde ahora se ha puesto en funcionamiento un comedor comunitario, en el barrio La Sirena del Occidente de Cali, poblado en su mayor¨ªa sobre terrenos ocupados. Este y Silo¨¦ son dos de las comunas -villas miseria o barriadas chabolistas- m¨¢s grandes de la urbe colombiana. Cientos de familias llevan generaciones subsistiendo en situaci¨®n de pobreza.Mauricio MoralesErika Benavides camina por las calles del sector de Altos de Panorama, en el barrio La Sirena. Las calles que antes eran de barro fueron cementadas por los propios vecinos.Mauricio MoralesAlrededor de 30 familias viven en el sector de Altos de Panorama. La mayor¨ªa de las casas son hechas de bareque, un sistema de construcci¨®n de viviendas a partir de palos o ca?as entretejidos y barro recubri¨¦ndolos. El ¨²nico servicio p¨²blico que llega es del acueducto, gestionado por los vecinos del barrio La Sirena.Mauricio MoralesErika prepara la comida que luego servir¨¢ en el comedor comunitario, del que se benefician cerca de 60 personas. Es un proyecto apoyado por la Alcald¨ªa y la archidi¨®cesis de Cali.Mauricio MoralesLiliana Casta?o es una empleada dom¨¦stica que se vio afectada por la pandemia porque tuvo menos trabajo. Vive con sus dos hijos y no tiene casa propia. Paga alrededor de 77 euros de alquiler, y muchas veces el sueldo no le alcanza para la alimentaci¨®n. El comedor comunitario de La Sirena le ha servido para suplir esa necesidad.Mauricio MoralesCamila Benavides, de 21 a?os, una de las cuatro hijas de Erika. Trabaja pintando figuras para los belenes de Navidad, y por cada una gana menos de cinco c¨¦ntimos de euro. Este es uno de los oficios que alterna con el de la reparaci¨®n de calzado, junto a su esposo. Alquila una casa donde paga cerca 85 euros en el barrio La Sirena.Mauricio MoralesErika y Camila, en la casa de sus abuelos, en La Sirena. Despu¨¦s de la muerte de la madre de Erika, se mudaron a esta vivienda, donde siguen gestionando el comedor comunitario para las personas en situaci¨®n vulnerabilidad del barrio.Mauricio MoralesPaola Banderas es una trabajadora informal de 32 a?os que lleva siete viviendo en el sector de Altos de Panorama, donde tom¨® parte de un lote y construy¨® la casa en la que vive con su pareja y sus hijas de dos y 10 a?os.Mauricio MoralesMar¨ªa G¨®mez, de 60 a?os, no tiene pensi¨®n, y sobrevive de trabajos ocasionales como empleada de hogar. Vive con su esposo y su hijo en la casa que construyeron en un terreno ocupado en el sector de Altos de Porvenir, del barrio La Sirena. Llevan siete a?os all¨ª.Mauricio MoralesHay un gran n¨²mero de familias monoparentales, la gran mayor¨ªa con mujeres como cabezas de familia, en el sector de Altos de Panorama.Mauricio MoralesCamila y su cu?ada tienen el sue?o de trabajar en peluquer¨ªa y manicura. Se han formado en algunos cursos en el barrio y tienen clientas de la misma comunidad.Mauricio MoralesSergio no ha vuelto al colegio desde que fue herido en la pierna izquierda por un proyectil de fusil cuando la Polic¨ªa Nacional de Colombia reprim¨ªa una velat¨®n -homenaje masivo que se hace a una o varias personas fallecidas, encendiendo velas y orando por ellos- en el barrio de Silo¨¦, durante el pasado Paro Nacional en Colombia. Sergio pinta motos y coches para ayudar a la econom¨ªa de la familia.Mauricio Morales