El pueblo costero de Brasil que desaparece bajo el Atl¨¢ntico
Atafona es un balneario brasile?o situado al norte de R¨ªo de Janeiro que sufre una erosi¨®n cr¨®nica agudizada. Debido a una combinaci¨®n de factores naturales y humanos, exacerbada por el cambio clim¨¢tico, el oc¨¦ano avanza hasta seis metros por a?o y ya ha sumergido m¨¢s de 500 casas en una franja de dos kil¨®metros
Agencias
Vista a¨¦rea de un hombre recogiendo escombros de una casa que se derrumb¨® el d¨ªa anterior en la playa de Atafona (Brasil).MAURO PIMENTEL (AFP)Una pareja camina por la orilla de la playa. La erosi¨®n extrema coloca a Atafona entre el 4% del litoral mundial donde el mar consume m¨¢s de cinco metros por a?o.MAURO PIMENTEL (AFP)Vista de los restos de una casa abandonada ante el avance del mar. La erosi¨®n se ha agudizado ahora por el cambio clim¨¢tico, con la "subida del nivel del mar" a largo plazo y "a corto y medio plazo con las resacas excepcionales y los periodos prolongados de lluvias y sequ¨ªas", explica el ge¨®logo Eduardo Bulhoes, de la Universidad Federal Fluminense.MAURO PIMENTEL (AFP)Raissa Boamorte y su hija posan en lo que fue parte de su casa. El oc¨¦ano ya ha sumergido m¨¢s de 500 casas en una franja de dos kil¨®metros.MAURO PIMENTEL (AFP)Vista de los restos de una casa en la playa de Atafona. En el ¨¢rea de riesgo, siguen en pie solo 180 casas con 302 habitantes.MAURO PIMENTEL (AFP)Los buitres deambulan por la arena del balneario brasile?o de Atafona entre las ruinas de las ¨²ltimas casas destruidas por el mar, cuyo implacable ascenso ha convertido la costa local en un paisaje apocal¨ªptico.MAURO PIMENTEL (AP)Una persona camina por la playa en Atafona.MAURO PIMENTEL (AFP)Los pescadores arreglan una barca en la playa.MAURO PIMENTEL (AFP)Vista de los restos de una casa en la playa de Atafona. Las playas de la zona sufren de un d¨¦ficit de sedimentos, lo que le impide abastecerse naturalmente. Poco a poco la paya desaparece ante el avance del mar.MAURO PIMENTEL (AFP)Un ni?o sentado en un tronco contempla la playa de Atafona.MAURO PIMENTEL (AFP)