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Ofensiva de Rusia en Ucrania

La frontera que les convierte en refugiados

De un lado son ciudadanos que huyen de una guerra en su pa��s, unos pasos m��s all�� son personas que han dejado atr��s sus vidas y necesitan ayuda para emprender aunque sea temporalmente otra nueva. Un fot��grafo de la ONG Acci��n contra el Hambre acompa?a al equipo de emergencias para documentar el monumental ��xodo y las carencias de los que llegan a Moldavia

Alejandra Agudo Gonzalo H?hr

Chisinau - 06 mar 2022 - 07:21CET

Moldexpo, el recinto de la feria de Moldavia, ha vivido varias vidas en los ��ltimos meses. Igual que a los habitantes de la ciudad donde se ubica, Chisin��u, la capital del segundo pa��s m��s pobre de Europa, despu��s de Ucrania. El recinto ferial se transform�� con la pandemia en centro sanitario para acoger a los enfermos de covid-19 y es ahora el alojamiento improvisado de medio millar de refugiados procedentes de Ucrania. — Moldexpo, el recinto de la feria de Moldavia, ha vivido varias vidas en los ��ltimos meses. Igual que a los habitantes de la ciudad donde se ubica, Chisin��u, la capital del segundo pa��s m��s pobre de Europa, despu��s de Ucrania. El recinto ferial se transform�� con la pandemia en centro sanitario para acoger a los enfermos de covid-19 y es ahora el alojamiento improvisado de medio millar de refugiados procedentes de Ucrania.Gonzalo H?hr (ACH)

Decenas de voluntarios se encargan de ordenar y distribuir los alimentos y la ropa que les dona la gente de la ciudad, as�� como de proveerles de tarjetas SIM ofrecidas por las compa?��as. Artem M., de 34 a?os, lleg�� a Moldavia desde Odesa justo antes de que el presidente Zelenski declarase la ley marcial en Ucrania, que proh��be abandonar el pa��s a los hombres de entre 18 y 60. Hoy es uno de los 200 voluntarios, la mayor��a j��venes de ONG moldavas, que se turnan en Moldexpo para ayudar a los que no tienen m��s remedio que alojarse en el improvisado refugio. La mayor��a son mujeres y ni?os. Los varones o bien llegaron antes, como Artem M, o son de nacionalidades distintas de la ucraniana, aunque vivieran en el pa��s. — Decenas de voluntarios se encargan de ordenar y distribuir los alimentos y la ropa que les dona la gente de la ciudad, as�� como de proveerles de tarjetas SIM ofrecidas por las compa?��as. Artem M., de 34 a?os, lleg�� a Moldavia desde Odesa justo antes de que el presidente Zelenski declarase la ley marcial en Ucrania, que proh��be abandonar el pa��s a los hombres de entre 18 y 60. Hoy es uno de los 200 voluntarios, la mayor��a j��venes de ONG moldavas, que se turnan en Moldexpo para ayudar a los que no tienen m��s remedio que alojarse en el improvisado refugio. La mayor��a son mujeres y ni?os. Los varones o bien llegaron antes, como Artem M, o son de nacionalidades distintas de la ucraniana, aunque vivieran en el pa��s.Gonzalo H?hr (ACH)

Los cub��culos donde se alojan las familias son peque?os, apenas caben una cama y las maletas. La mayor��a se queda aqu�� unos d��as hasta que deciden ad��nde ir: la casa de algunos amigos, Ruman��a u otros pa��ses de Europa, o sus pa��ses de origen. Aqu�� en Moldexpo hay una comunidad numerosa de nacidos en Azerbaiy��n que resid��an en Ucrania. Ahora necesitan arreglar algunos documentos para poder regresar a una tierra que sus hijos no han conocido. — Los cub��culos donde se alojan las familias son peque?os, apenas caben una cama y las maletas. La mayor��a se queda aqu�� unos d��as hasta que deciden ad��nde ir: la casa de algunos amigos, Ruman��a u otros pa��ses de Europa, o sus pa��ses de origen. Aqu�� en Moldexpo hay una comunidad numerosa de nacidos en Azerbaiy��n que resid��an en Ucrania. Ahora necesitan arreglar algunos documentos para poder regresar a una tierra que sus hijos no han conocido.Gonzalo H?hr (ACH)

A los ni?os alojados en este refugio temporal les dan juguetes y corretean joviales por los pasillos del lugar. Unicef estima que la mitad de los refugiados (1,3 millones desde el 24 de febrero hasta el 4 de marzo) que han huido de Ucrania son ni?os. Ellos son los m��s vulnerables en estas situaciones y cuidar de su salud mental es importante. — A los ni?os alojados en este refugio temporal les dan juguetes y corretean joviales por los pasillos del lugar. Unicef estima que la mitad de los refugiados (1,3 millones desde el 24 de febrero hasta el 4 de marzo) que han huido de Ucrania son ni?os. Ellos son los m��s vulnerables en estas situaciones y cuidar de su salud mental es importante.Gonzalo H?hr (ACH)

En Moldavia se han quedado unos 103.000 refugiados, han entrado muchos m��s, pero Acnur descuenta los que estima que no se han quedado y han seguido su camino a Ruman��a u otros pa��ses de Europa. El espacio a��reo del pa��s est�� cerrado, por lo que muchos de los que recalan en la capital, aunque quieran continuar su ��xodo m��s all�� de Moldavia, acaban haciendo uso de los refugios temporales para descansar. — En Moldavia se han quedado unos 103.000 refugiados, han entrado muchos m��s, pero Acnur descuenta los que estima que no se han quedado y han seguido su camino a Ruman��a u otros pa��ses de Europa. El espacio a��reo del pa��s est�� cerrado, por lo que muchos de los que recalan en la capital, aunque quieran continuar su ��xodo m��s all�� de Moldavia, acaban haciendo uso de los refugios temporales para descansar.Gonzalo H?hr (ACH)

A falta de que las grandes organizaciones internacionales comiencen a organizar y distribuir ayuda, la atenci��n de los refugiados en este pa��s ha reca��do mayoritariamente en voluntarios de organizaciones locales que se han involucrado en prestar ayuda humanitaria. Reconocen que no tienen experiencia y que se sienten sobrepasados. — A falta de que las grandes organizaciones internacionales comiencen a organizar y distribuir ayuda, la atenci��n de los refugiados en este pa��s ha reca��do mayoritariamente en voluntarios de organizaciones locales que se han involucrado en prestar ayuda humanitaria. Reconocen que no tienen experiencia y que se sienten sobrepasados.Gonzalo H?hr (ACH)

En la entrada de Moldexpo hay un trasiego de coches y autobuses que traen a refugiados desde la frontera o los llevan a otros enclaves. Desde esta ciudad muchos toman el tren que les lleva a Iasi, en Ruman��a. — En la entrada de Moldexpo hay un trasiego de coches y autobuses que traen a refugiados desde la frontera o los llevan a otros enclaves. Desde esta ciudad muchos toman el tren que les lleva a Iasi, en Ruman��a.Gonzalo H?hr (ACH)

Muchos refugiados entran a pie por la frontera entre Ucrania y Moldavia por el sur, en la localidad de Palanca. Cuentan que del otro lado la espera en veh��culo es de muchas horas por lo que acaban optando por caminar los ��ltimos kil��metros hasta el paso a pesar el fr��o, el cansancio y el peso que cargan en sus maletas. — Muchos refugiados entran a pie por la frontera entre Ucrania y Moldavia por el sur, en la localidad de Palanca. Cuentan que del otro lado la espera en veh��culo es de muchas horas por lo que acaban optando por caminar los ��ltimos kil��metros hasta el paso a pesar el fr��o, el cansancio y el peso que cargan en sus maletas.Gonzalo H?hr (ACH)

En Moldavia, conductores voluntarios acuden al punto fronterizo de Palanca para trasladar a los refugiados a centros temporales o la capital. La frontera no es el final de su camino, solo una estaci��n m��s de una huida que ninguno imaginaba que acabar��a haciendo. — En Moldavia, conductores voluntarios acuden al punto fronterizo de Palanca para trasladar a los refugiados a centros temporales o la capital. La frontera no es el final de su camino, solo una estaci��n m��s de una huida que ninguno imaginaba que acabar��a haciendo.Gonzalo H?hr (ACH)

Anna (48 a?os) es neur��loga y trabaj�� hasta el 4 de marzo en el hospital de Odesa. Un d��a despu��s, hizo las maletas y a las seis de la ma?ana abandon�� su casa con tres de sus cuatro hijas (la mayor, de 22, ha huido a Polonia). Nika, de 11 a?os, sostiene a su perrita. Est��n cansadas y tienen fr��o. El conductor que las ha tra��do a la frontera no pudo avanzar los ��ltimos kil��metros y acabaron el trayecto a Moldavia caminando dos horas. En el punto fronterizo de Palanca (al sur del pa��s) esperan a un familiar que las lleve a la capital, Chisin��u. "Nos quedaremos una semana", dice la madre, que espera poder volver pronto a su hogar. — Anna (48 a?os) es neur��loga y trabaj�� hasta el 4 de marzo en el hospital de Odesa. Un d��a despu��s, hizo las maletas y a las seis de la ma?ana abandon�� su casa con tres de sus cuatro hijas (la mayor, de 22, ha huido a Polonia). Nika, de 11 a?os, sostiene a su perrita. Est��n cansadas y tienen fr��o. El conductor que las ha tra��do a la frontera no pudo avanzar los ��ltimos kil��metros y acabaron el trayecto a Moldavia caminando dos horas. En el punto fronterizo de Palanca (al sur del pa��s) esperan a un familiar que las lleve a la capital, Chisin��u. "Nos quedaremos una semana", dice la madre, que espera poder volver pronto a su hogar.Gonzalo H?hr (ACH)

En Palanca, frontera lim��trofe entre Ucrania y Moldavia por el sur del pa��s, hace mucho fr��o y los refugiados se cubren con mantas. Solo una carpa abierta les recibe con bocadillos y t�� caliente hasta que son trasladados a otros lugares. Algunos refugios en la ciudad les dan cobijo por unas horas, la mayor��a siguen hasta la capital en donde cientos de voluntarios gestionan centros de acogida temporal m��s o menos organizados. — En Palanca, frontera lim��trofe entre Ucrania y Moldavia por el sur del pa��s, hace mucho fr��o y los refugiados se cubren con mantas. Solo una carpa abierta les recibe con bocadillos y t�� caliente hasta que son trasladados a otros lugares. Algunos refugios en la ciudad les dan cobijo por unas horas, la mayor��a siguen hasta la capital en donde cientos de voluntarios gestionan centros de acogida temporal m��s o menos organizados.Gonzalo H?hr (ACH)

En un local comercial cedido, un grupo de voluntarios de organizaciones de ucranianos en la di��spora han instalado camas para que mujeres y ni?os descansen hasta que encuentren un alojamiento definitivo. Tienen ba?o y una cocina para calentar alimentos. — En un local comercial cedido, un grupo de voluntarios de organizaciones de ucranianos en la di��spora han instalado camas para que mujeres y ni?os descansen hasta que encuentren un alojamiento definitivo. Tienen ba?o y una cocina para calentar alimentos.Gonzalo H?hr (ACH)

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