La oferta de cuidado para los perros en la ciudad va mucho m¨¢s all¨¢ de las guarder¨ªas caninas donde los due?os pueden dejar sus mascotas mientras trabajan. Peluquer¨ªas, autolavado, boutiques y manicuras. Un perro en la capital puede hacer todo, o casi, lo que har¨ªa su humano
La perra Nube, de raza galga, recibe un ba?o por su due?o en el autolavado LimpiaDog, en el barrio del Pilar. El coste para este servicio es de los m¨¢s baratos: ocho minutos de agua del grifo por cinco euros.David Exp¨®sitoUna sala de juego de la guarder¨ªa canina WagWag, en Retiro. Los perros est¨¢n juntos en grupos seleccionados por tama?o, temperamento y edad, bajo vigilancia de las trabajadoras.David Exp¨®sitoLas orlas con las fotos de los ¡°estudiantes¡± que forman las clases de una guarder¨ªa canina.David Exp¨®sitoRub¨¦n Go?i, propietario de la boutique Gentlecan, prueba una correa en la perrita Luca, un bulldog de 10 a?os y cliente habitual de la tienda.David Exp¨®sitoAna, trabajadora de una guarder¨ªa canina, pasea cuatro perros durante el horario de clase. A lo largo del d¨ªa, los animales van dos veces al parque en grupos peque?os.David Exp¨®sitoArellis Malt¨¦s corta el pelo con tijera a Vir, una bich¨®n, en la peluquer¨ªa canina Gentlecan de la cual es due?a hace cuatro a?os.David Exp¨®sitoUna de las pizarras en la entrada de una guarder¨ªa canina con los nombres de los perros que atienden a clase y sus correas.David Exp¨®sitoCristian seca el pelo de Nube despu¨¦s del ba?o en una tienda de autolavado.David Exp¨®sitoUna clase de perros en la guarder¨ªa canina Wag Wag. Los due?os dejan su mascota en la estructura cuando no pueden atenderlo, en horario de ocho de la ma?ana a ocho de la tarde.David Exp¨®sitoCabezas de perro en peluches en la pared de una boutique que vende ropa y suplementos para estas mascotas.David Exp¨®sitoEl cuidador de confianza Rafa Pascual juega con Gabo, Bruno y Bot¨®n, tres perretes que atiende con regularidad en su casa en Entrev¨ªas.David Exp¨®sitoUnos paseantes miran con curiosidad a trav¨¦s del escaparate de una peluquer¨ªa canina mientras una trabajadora seca el pelo de un cliente.David Exp¨®sito