13 fotosOfensiva de Rusia en Ucrania¡°Mi sitio est¨¢ aqu¨ª, en Ucrania¡±Miles de voluntarios nacionales y extranjeros se han desplegado dentro y fuera de las fronteras ucranias para asistir a los m¨¢s vulnerables. Un homenaje en forma de fotogaler¨ªa a trav¨¦s de la historia, palabras y motivaci¨®n de una de ellas OlhaJuan HaroUcrania - 11 may 2022 - 16:44CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceCuando todos hu¨ªan, ellos decidieron quedarse para proteger a sus compatriotas. J¨®venes voluntarios como Olha acuden cada d¨ªa a la estaci¨®n de tren de ?zhgorod, al oeste de Ucrania, para paliar el trauma de las familias que huyen de la guerra en el este.Juan Haro (Unicef)Olha, de 36 a?os, lidera la brigada m¨®vil de voluntarios en su ciudad natal. Acaba de recibir la llamada de una mujer que viaja desde Kharkiv y necesita ayuda urgente en la estaci¨®n de tren. ¡°Su marido ha muerto en el frente de Mariupol y se lo acaban de comunicar¡ Vamos para all¨¢¡±.Juan Haro (Unicef)Desde el 24 de febrero, compaginan trabajo y familia con su labor voluntaria. Equipados con un tel¨¦fono m¨®vil y un chaleco, decenas de voluntarios y voluntarias recorren las calles de la ciudad de ?zhgorod, situada en la frontera con Eslovaquia, para atender las necesidades humanitarias de cientos de familias, principalmente ni?os y mujeres llegados del este del pa¨ªs.Juan Haro (Unicef)En el camino a la estaci¨®n, Olha relata c¨®mo cada persona reacciona diferente a la muerte o p¨¦rdida de un ser querido. ¡°Algunas se quedan mudas y con la mirada perdida, otras niegan la realidad, otras se vuelven agresivas e insultan. Mi labor en esos primeros instantes tras conocer la noticia es llevarlos a un sitio tranquilo, escuchar, entender sus sentimientos y empatizar con ellas¡±. La mayor¨ªa, son madres viudas y traumatizadas que tratan de procesar el presente sin sus maridos o sin sus hijos. ¡°Es un drama¡±. La mujer de la llamada acepta la ayuda de Olha y le explica desconsolada que solo quiere volver a casa y encontrar el cuerpo de su marido para darle el ¨²ltimo adi¨®s.Juan Haro (Unicef)Olha desempe?a la labor de psic¨®loga en el grupo. Es la l¨ªder innata del colectivo de voluntarios apoyados por Unicef en su ciudad. La unidad est¨¢ compuesta por un m¨¦dico, una trabajadora social, una abogada y un conductor. Desde el inicio de la guerra se han hecho amigos. "Estamos unidos por el deber de ayudar a nuestra gente", admiten. Son una pi?a y cada noche, antes de dormir, todos siguen los consejos y la coordinaci¨®n de Olha en su grupo de WhatsApp.Juan Haro (Unicef)Adem¨¢s, en su otra vida lejos del voluntariado, Olha tambi¨¦n es profesora de preescolar, monitora de aikido y amante de la jardiner¨ªa. ¡°El d¨ªa 25 me llamaron del colegio para avisar de que se suspend¨ªan las clases temporalmente. Al mismo tiempo, una amiga me enviaba un mensaje para decirme que Kharkiv estaba siendo bombardeado. En ese instante me fui directamente al centro de evacuaci¨®n de la ciudad para recibir a los miles de desplazados que ven¨ªan de las zonas bajo bombardeos. La gente llegaba hist¨¦rica a la estaci¨®n. As¨ª empez¨® todo y, desde entonces, no he parado de hablar con familias traumatizadas¡±, cuenta.Juan Haro (Unicef)Unos ni?os juegan con soldados en miniatura en uno de los centros de acogida en ?zhgorod. Dos semanas despu¨¦s del inicio de la guerra, Olha conoci¨® a un ni?o de Irpin que no era capaz de compartir su experiencia. Tartamudeaba y romp¨ªa a llorar cada vez que conversaban. Su madre le cont¨® que un misil les hab¨ªa volado por encima y estallado a pocos metros de casa. Tras varios d¨ªas de terapia por separado, su madre recuper¨® poco a poco su entereza, la seguridad en s¨ª misma y la confianza de su hijo. ¡°Al mismo tiempo que su madre mejoraba, el cr¨ªo me contaba poco a poco lo sucedido y c¨®mo la energ¨ªa de su madre le hab¨ªa generado un p¨¢nico incontrolable al recordar lo sucedido. Llevo a?os trabajando con ni?os y es incre¨ªble ver como absorben y perciben los sentimientos y emociones de sus padres¡±, explica.Juan Haro (Unicef)Varias familias desplazadas desde Odessa llegan a la estaci¨®n de tren de ?zhgorod. Seg¨²n los psic¨®logos que trabajan en Ucrania, el trauma de una madre o un padre puede interferir dr¨¢sticamente en la capacidad para relacionarse y proteger a sus hijos en momentos de estr¨¦s y ansiedad como una guerra. El apego a un hijo se ve afectado por la transmisi¨®n del trauma y el peque?o acaba sucumbiendo al mismo trastorno. La guerra en Ucrania est¨¢ teniendo un impacto devastador en la salud mental de los 7,5 millones de ni?os del pa¨ªs, con m¨¢s de 4,3 millones de ellos desplazados. Ni?os como los de la estaci¨®n de Uzgorod, llegan profundamente traumatizados por la violencia que los rodea. Sus familias est¨¢n aterrorizadas, en estado de 'shock' y desesperadas por estar a salvo. Hasta la fecha, Naciones Unidas estima que 226 ni?os han muerto y 319 han resultado heridos, pero se sospecha que las cifras reales son mucho m¨¢s altas.Juan Haro (Unicef)Al suroeste del pa¨ªs, la regi¨®n ucraniana de Transcarpatia se ha convertido en uno de los principales enclaves donde se trasladan los ucranios para escapar de los bombardeos. Su relieve monta?oso dificulta el acceso de tropas y maquinaria militar. Por ello, familias del este de pa¨ªs llegan diariamente en tren o autob¨²s a su capital, ?zhgorod, para pasar la noche en los gimnasios y colegios convertidos en centros de acogida o para quedarse varios d¨ªas hasta decidir la siguiente parada.Juan Haro (Unicef)Los trabajadores humanitarios y voluntarios que trabajan en zonas de conflicto tambi¨¦n necesitan cuidar de su propia salud mental. ¡°Para ayudar a otros, t¨² tienes que estar bien primero. Y eso se nota cuando trabajamos. En mi caso, voy a terapia y me apoyo en mi pasi¨®n por la naturaleza. Cuando tengo un d¨ªa duro, salgo a mirar las estrellas o riego las plantas con mi padre. Desde peque?a les ayudo en el jard¨ªn. Me relaja y me ayuda a distraerme. Los descansos tambi¨¦n son importantes. Cuando veo que un compa?ero est¨¢ cerca del 'burnout', les pido descansar y desconectar. Es dif¨ªcil en tiempos de guerra, cuando nuestros amigos y familiares est¨¢n deca¨ªdos, pero tenemos que mantenernos unidos y fuertes. Para esto nos quedamos, para ayudar a los desplazados. Nuestro sitio est¨¢ aqu¨ª, en Ucrania¡±, asegura Olha.Juan HaroUnicef apoya hasta 21 grupos de voluntarios como el de ?zhgorod con entrenamiento, materiales y ayuda financiera por su labor en todo el territorio ucraniano. Gracias a la labor de equipos como el de Olha, m¨¢s de 31.000 ni?os y sus cuidadores han recibido servicios de apoyo psicosocial y de salud mental de emergencia y m¨¢s de 12.000 se han beneficiado de la gesti¨®n de casos y referencias a las autoridades locales. Adem¨¢s, gracias a l¨ªnea gratuita de atenci¨®n a la infancia, m¨¢s de 4.000 mujeres y ni?os han sido atendidos con servicios contra la violencia de g¨¦nero en todo el pa¨ªs.Juan Haro (Unicef)Las brigadas m¨®viles de voluntarios representan una generaci¨®n de j¨®venes ucranios decidida a permanecer en su pa¨ªs. Muchos de ellos se despidieron de sus familias, amigos y parejas que huyeron a pa¨ªses vecinos para sumarse a un movimiento que a¨²na compromiso y un sentimiento de hermandad. Se conocieron en barrios, refugios, y estaciones a lo largo y ancho del pa¨ªs. ¡°Estamos muy unidos. Cuando alguien baja los brazos, otro nuevo se suma. El cansancio hace mella, pero no vamos a abandonar nuestros puestos¡±, afirma Olha bajo la mirada de admiraci¨®n de sus padres.Juan Haro (Unicef)Mientras apura un caf¨¦, Olha recibe otra llamada. ¡°Ma?ana esperamos un tren lleno de familias de Kramatorsk. Tengo que organizar al equipo. Es el cumplea?os de mi padre, pero entender¨¢ que no puedo celebrarlo con ¨¦l¡±, contin¨²a Olha. Ese tren nunca lleg¨® a la estaci¨®n de ?zhgorod. Los miembros del equipo comparten entre ellos las fotos desgarradoras publicadas en Telegram. M¨¢s de 50 personas, incluidos cinco ni?os, acaban de ser asesinadas tras un ataque en la abarrotada estaci¨®n en la regi¨®n de Donetsk, al este de Ucrania. Olga abraza a una de las madres que llora en la estaci¨®n tras conocer la noticia. ¡°Siempre que veo a una madre llorando, la abrazo fuerte. Puedes ayudar compartiendo tu energ¨ªa y tu fuerza con ellas. Nos necesitan¡±, concluye.Juan Haro (Unicef)