Destino Lourdes

Seis millones de turistas anuales a solo 50 kil¨®metros de la frontera con Espa?a es una cifra que merece ser tenida en cuenta. Lourdes figura hoy entre los principales destinos de turismo religioso en el mundo. Sus calles albergan un aut¨¦ntico supermercado de la imaginer¨ªa mariana y, alrededor del santuario construido sobre la gruta de la aparici¨®n, se api?an nada menos que 188 hoteles con una capacidad de alojamiento de 40.000 camas, la segunda en Francia, ¨²nicamente por debajo de la que ofrece Par¨ªs. Al grupo local Lourdes H?tels Services pertenece el recientemente remodelado hotel Alba, frente al r¨ªo Gave, en la nueva zona residencial denominada Le Paradis.

Las puertas del para¨ªso se abren tambi¨¦n para los miles de espa?oles desplazados desde el pasado mes de abril en el Ave Mar¨ªa, que es una combinaci¨®n de tren AVE a Huesca y el resto en autocar, capaz de unir Madrid a Lourdes en tan solo cinco horas de viaje, a raz¨®n de 265 euros la ida y vuelta.

En un ambiente espartano, sin concesiones al lujo episcopal, pese al televisor de 32 pulgadas que cuelga en la pared, el penitente goza de buena luminosidad, grata insonorizaci¨®n y un mobiliario de pino que la hace bien parecida y muy limpia. En comparaci¨®n con otros establecimientos caducos de Lourdes, este es uno de los m¨¢s modernos e higi¨¦nicos. Un 10% de los hu¨¦spedes son enfermos. Y el hotel reserva 50 sillas de ruedas para sus clientes discapacitados.

A nadie debe sorprender que un establecimiento as¨ª ofrezca junto al vest¨ªbulo una tienda de souvenirs religiosos donde se venden desde escapularios o rosarios hasta bidones de pl¨¢stico para la recogida de agua bendita. Las cenas y los desayunos (de 7.00 a 8.30), se prestan en varios salones dispuestos seg¨²n la clientela. El primero a la derecha est¨¢ reservado para los hu¨¦spedes individuales, que apenas alcanza el 10%. Los dem¨¢s acogen diversos colectivos nacionales, hermandades religiosas, cofrad¨ªas de peregrinos, parroquias, etc¨¦tera.

Despu¨¦s de la cena, los salones se vac¨ªan en un santiam¨¦n. Hay que salir pitando hacia el santuario, donde se celebra a diario la gran procesi¨®n de las antorchas, con miles de peregrinos venidos de todas partes del mundo a rezar el rosario frente al p¨®rtico del misterio de la iluminaci¨®n. La ceremonia concluye en largas colas nocturnas para hacer la aguada milagrosa o tocar la roca h¨²meda de la gruta donde Bernadette Soubirous afirm¨® que la Virgen se le aparec¨ªa.