Una terraza en Cibeles
Cien llaves, terraza con platos sencillos en la Casa de Am¨¦rica de Madrid
Si algo se valora en las terrazas urbanas son los detalles que contribuyen a su singularidad. Aquello que las hace diferentes dentro del elevado n¨²mero de espacios similares que en estos momentos y en las grandes urbes compiten entre s¨ª. El comedor de verano del restaurante Cien Llaves en la Casa de Am¨¦rica, situado en el Palacio de Linares de Madrid, suma a su emplazamiento el atractivo de la vegetaci¨®n. Entorno privilegiado que se desparrama entre palmeras, arbustos de sombra y macizos de hiedra con una fuente de agua en un lateral.
Recoleto escenario en los bajos de un edificio hist¨®rico y en el centro de la ciudad. La novedad de la primavera pasada fue la irrupci¨®n de Juanjo L¨®pez Bedmar, patr¨®n de la prestigiosa La Tasquita de Enfrente, en calidad de renovador del concepto gastron¨®mico que el Grupo Le Cabrera hab¨ªa implantado en esta casa tiempo atr¨¢s. Cambio de nombre y de reorientaci¨®n culinaria manteniendo a su antiguo ejecutor, el cocinero chileno Pablo Duarte.
¡°Intentamos ofrecer¡±, afirma L¨®pez, ¡°una cocina desenfadada, divertida, concebida para compartir, a precios que se acomoden a la situaci¨®n actual. Recetas sencillas, pero bien presentadas, con detalles creativos que no resulten sofisticados¡±. En la carta platos de enunciados tan sugerentes como las ensaladas de chipirones con patata y cebolla, la de pulpo con garbanzos o la de navajas con tirabeques. Y propuestas tan atractivas como las cocochas de merluza en tempura o el tataki de bonito. Despu¨¦s de pocos meses de rodaje, sin embargo, y a pesar de las credenciales que lo respaldan, el restaurante y su terraza contin¨²an aparentando m¨¢s de lo que son. El servicio, desorganizado por completo, incurre en errores llamativos y la cocina, salpicada de dientes de sierra, no hace justicia al prestigio que acompa?a a su asesor. Los productos tampoco alcanzan la calidad esperable y las facturas resultan demasiado elevadas a tenor de los resultados. Son muy finas las croquetas de la Yaya con jam¨®n, entre las mejores de la ciudad. Bastante agradables sus dos sopas fr¨ªas, gazpachejo y ajo blanco malague?o, e impecable la ensaladilla de Palacio, la misma de La Tasquita, aunque menos espectacular.
Tampoco desentona el steak tartar, cuyo ali?o, a la vieja usanza, anula el sabor de la carne picada. Y entretienen las chuletitas de conejo con alioli, ideales para picar m¨¢s que para comer. Los mayores reparos los plantean los platos de pescado. El cebiche de corvina, que no responde a su nombre, es un mediocre tiradito peruano con un ali?o poco logrado. Se acompa?a de unas palomitas de ma¨ªz que se tornan chiclosas al embeber el juguillo del plato. Tampoco est¨¢ m¨¢s conseguido el lomo de caballa confitada en aceite de jengibre, blanduzco y con escaso inter¨¦s.
Con los postres la t¨®nica se mantiene. Al lado de una panna cotta temblorosa de sabor impecable, dos postres en vaso ¡ªtiramis¨² y tarta de lim¨®n¡ª cuyo punto depende del momento en que se hayan elaborado. Con el paso de las horas se alteran las texturas y los ingredientes pierden finura. Lo que s¨ª merece reconocimientos es la lista de vinos que, a pesar de ser muy escueta, re¨²ne una selecci¨®n de marcas de todos los rangos. Selecci¨®n en la que alternan botellas de consumo cotidiano junto a otras de car¨¢cter excepcional.
Casa de Am¨¦rica. Paseo de Recoletos, 2. Madrid. Tel¨¦fono: 915 77 59 55. Precios: Entre 50 y 70 euros por persona. Men¨² Cien Llaves, 50. Men¨² Raimundita, 60. Men¨² del d¨ªa ( solo mediod¨ªa de lunes a viernes), 28. Ensalada de pulpo con garbanzos, 21; Cocochas de merluza en tempura. 30; Steak tartar, 19; Panna Cotta, 6.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.