Un lugar encantado, con m¨¢s librer¨ªas que iglesias, no porque no existan sino porque las han aprovechado para exponer y vender lecturas. El pueblo de la gran pintora Josefa de ?bidos se encierra en murallas del siglo XV, y con sus casas blancas y buganvillas lilas es un destino pl¨¢cido para pasear entre semana y no tanto en los fines de semana. Por favor: entrad a pie y por la puerta de la Vila para apreciar los azulejos del siglo XVIII.Carlos Caetano/iStockSu castillo convertido en 'pousada' es una recomendable parada para quienes vienen de Extremadura (la villa se encuentra a unos 54 kil¨®metros de Badajoz) camino de tierras portuguesas. La sala de audiencias del rey D. Dinis, las casas g¨®ticas, la muralla del siglo XVII con cuatro puertas y el mercado de los s¨¢bados son otros alicientes para detenerse en Estremoz.Tolo Balaguer/AGESituada en el Alto Alentejo, esta villa con cerca de 3800 habitantes destaca por sus restaurantes, pasteler¨ªas con ricos 'pasteis de nata' y una juder¨ªa en la que recalaron a partir de 1492 en su di¨¢spora muchos jud¨ªos expulsados de Espa?a. El g¨®tico, el manuelino y el barroco se juntan en sus calles.Luis Davilla/GettyUn pueblo a una nube pegado pero, sobre todo, a muchos palacios, jardines, museos y murallas, que se van enroscando en una subida interminable, cada vez m¨¢s cerrada hasta culminar en el Castillo de los Moros. Se necesita m¨¢s de un d¨ªa para ver los imprescindibles Palacio Nacional (en la fotograf¨ªa), la locura predaliniana del Pal¨¢cio da Pena, el de Monserrate, aparte de sus jardines, bosques y el centro de la villa, igual de agradable.Sean Pavone/iStockUna atm¨®sfera medieval se respira por las calles y las casas blancas de este pueblo que siempre mira hacia el este, por si vienen los espa?oles. Para prevenir sorpresas bien hicieron hace siglos en levantar un castillo imponente con vistas al Guadiana y a la frontera. Un lugar tranquilo, bonito y limpio, imprescindible en la ruta del Alentejo.Csantos/GettyEn la sierra de A?or, en el centro del pa¨ªs, aguanta una de las aldeas de pizarra mejor conservadas, de paredes y suelos grises y de ventanas azulonas de madera. La aldea se agarra a las laderas del monte y se camufla entre los bosques. Ni las cabras tienen f¨¢cil el acceso a la aldea, pero vale la pena. Pi¨®d?o pertenece al sello Aldeias Hist¨®ricas de Portugal, club en el que est¨¢n inscritos algunos de los pueblos m¨¢s pintorescos de Portugal (www.aldeiashistoricasdeportugal.com).Aldeias Hist¨®ricas de PortugalDesde el aire, esta villa fortificada tiene forma de estrella de 12 puntas. Almeida ha sido una fortaleza desde 1296, cuando el Rey D. Dinis tom¨® el poder, hasta el siglo XIX. Su estructura hexagonal es obra del ingeniero militar de Luis XIV de Francia, Vauban. Cada ¨¢ngulo del pol¨ªgono es un baluarte en forma de lanza y entre ellos se yerguen otros m¨¢s peque?os.Vector99/iSockSu muralla escarpada del siglo XIII rodea al pueblo de casas blancas. A casi 900 metros de altitud, esta villa medieval mira hacia Espa?a, con su iglesia del siglo XV y su casa del Gobernador de anta?o, hoy convertida en banco, aunque mantiene su balconada de herrer¨ªa del siglo XVII.Luis Davilla/GettyEn la isla azoriana de Pico, Lajes es un pueblecito que siempre ha vivido de las ballenas; antes, de cazarlas, y ahora, de verlas saltar. Pero mantiene el mismo esp¨ªritu marinero y aventurero, con sus torres de vig¨ªa y sus barcos, ahora adaptados para la contemplaci¨®n de estos grandes cet¨¢ceos.Juan Carlos Mu?oz/AGEEs ¨²nico. Sus casas surgen entre enormes rocas. Tiene el dudoso honor de haber sido designada como ¡°la aldea m¨¢s portuguesa¡± por el dictador Salazar en 1938, pero la villa llama la atenci¨®n por sus pedruscos gran¨ªticos entre tejados rojos, y su castillo, que domina toda la regi¨®n.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalEs un espacio monumental que conserva importantes referencias medievales, como las viejas murallas, las ruinas del palacio de Crist¨®bal de Moura, la Picota quinientista, la iglesia medieval, la cisterna medieval y las inscripciones que atestan la presencia de una importante comunidad de cristianos nuevos.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalEs una villa olvidada encima del Duero, por lo que sorprende a¨²n m¨¢s su abundancia de casas de granito con grandes blasones datados en el siglo XVIII. Su pasado glorioso se estir¨® al siglo XIX, cuando esta aldea salv¨® los vi?edos de la regi¨®n, pues aqu¨ª se comenz¨® a luchar y a encontrar remedio al mal de la filoxera que recorri¨® Europa. Hoy tiene un museo dedicado a este mal que arruin¨® a muchas bodegas de vino de Oporto.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalLas calles, ?anqueadas por edi?cios que resisten al tiempo, llevan a la ciudadela por las murallas, en cuyas ruinas es f¨¢cil perder la noci¨®n del tiempo. Poblado por los aravos, pueblo lusitano, fue posteriormente conquistado por los romanos, seguidos de los ¨¢rabes, hasta la victoria ?nal de Fernando, el Magno, en 1063, en su emblem¨¢tica conquista de las Beiras.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalYa enfilando hacia Espa?a, este pueblo toma el nombre del r¨ªo que pasa por los cinco ojos de su puente romano, que imprime car¨¢cter a toda la localidad, con palacios, iglesias y un museo de arte sacro. La tranquilidad de la villa se rompe de quince en quince d¨ªas con su popular feria en la ribera del r¨ªo.Tony Arruza/GettyEn la ruta de los Templarios se extiende esta aldea sobre una peque?a pen¨ªnsula que forma el r¨ªo Z¨ºzere. De preciosos paisajes naturales, tambi¨¦n mantiene restos de las luchas medievales, como la torre templaria pentagonal y la iglesia de Nuestra Se?ora de Pranto.Se levanta donde antes estuvo una ciudad romana fundada por un vecino de M¨¦rida, y tambi¨¦n se la menciona en el puente de Alc¨¢ntara. Hoy es una modesta aldea donde se dice que naciera el rey visigodo Wamba. Sea verdad o no, sus calles son encantadoras, en medio de una planicie de olivos.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalPor aqu¨ª el tiempo no se detuvo mucho rato. La ciudadela de trazado oval corresponde al burgo viejo, formado tras el fuero de Sancho II. El burgo nuevo o Arrabalde de San Pedro, protegido por una muralla dionis¨ªaca, estuvo guarnecido en el pasado por ocho torres, parcialmente destruidas por el terremoto de 1755. Conserva impecablemente sus cinco puertas (Puertas de la Villa, de Guarda, del Sol, de la Traici¨®n y de D. Sancho), restos de arquitectura manuelina y unos vecinos viejos y sabios.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalUna de las m¨¢s bellas y antiguas aldeas portuguesas, ha mantenido su ?sionom¨ªa urbana y arquitect¨®nica hasta nuestros d¨ªas. La visita por calles y callejuelas enclaustradas en un anillo defensivo y vigiladas por el castillo del siglo XIII permite al forastero volver a siglos pasados por entre las sepulturas medievales, junto a la picota manuelina o delante de la iglesia renacentista.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalLa ciudad est¨¢ dividida en dos por el r¨ªo Gilao, que fluye hacia el estuario que hay detr¨¢s de la isla del mismo nombre. Entre el pueblo, blanco y azulejado, y la isla se extienden las poco profundas ci¨¦nagas y lagunas del parque nacional de R¨ªa Formosa, refugio de aves migratorias y de turistas en busca de playas des¨¦rticas y aguas calientes.De Agostini/W. Buss/GettyUn pueblo de pescadores que se refugia entre un acantilado y el inmenso palacio de Mafra, situado a 8 kil¨®metros. De Ericeira sali¨® hacia Brasil, exiliada pero en paz, la familia real portuguesa. Conserva sus ra¨ªces marineras, sus capillas dedicadas a la patrona de los pescadores, sus casitas blancas y azules y un par de restaurantes en donde se disfruta del mejor marisco local.Van der Meer Rene/iStockTierra de frontera, escenario de diversas luchas y batallas decisivas para la formaci¨®n e independencia del reino. Mimada por reyes, obtuvo importantes privilegios. Alfonso Enr¨ªquez le otorga la carta de Foral y Alfonso III la carta de Feria. El rey Dinis manda construir las murallas que a¨²n hoy protegen un burgo en el que han convivido cristianos y jud¨ªos.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalDice la tradici¨®n que el nombre Belmonte procede del lugar donde se alza el pueblo (monte bello o bello monte). Otros atribuyen su origen a 'belli monte', monte de guerra. Las dos cosas son ciertas, pues cada piedra del pueblo tiene su historia. Aqu¨ª naci¨® el navegante Pedro ?lvares Cabral, que en 1500 comand¨® la flota que descubri¨® Brasil. La historia de su misteriosa comunidad criptojudaica tiene tintes novelescos (sus miembros guardaron en secreto las tradiciones jud¨ªas hasta bien entrado el siglo XX).Aldeias Hist¨®ricas de PortugalUna de las aldeas portuguesas que m¨¢s gustaron al Premio Nobel Jos¨¦ Saramago en sus andanzas portuguesas, est¨¢ situada en la sierra de la Gardunha, conserva un castillo del siglo XII, una fuente barroca y un lagar comunitario cortado en la roca en el que se pisaba el vino.Aldeias Hist¨®ricas de PortugalSus fuentes de los siglos XII, XVI y XIX dan cuenta de la evoluci¨®n de esta aldea cuyo castillo medieval sobre rocas gran¨ªticas se alza a 820 metros. Desde esa altura se contempla el Valle de Mondego. Casas manuelinas y la juder¨ªa a?aden encanto a esta poblaci¨®n.Aldeias Hist¨®ricas de Portugal
