Las escondidas laderas por donde descuelgan sus aguas los veneros del r¨ªo Narcea atesoran, entre sus cerros y vallejadas, la m¨¢s sana y extensa mancha forestal caducifolia de Espa?a. Bosques que cobijan la poblaci¨®n osera m¨¢s nutrida de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica.getty imagesEl bosque atl¨¢ntico m¨¢s occidental de Europa sobrevive con un futuro incierto, rodeado de hormig¨®n y asfalto. Un lugar repleto de belleza natural, en el que todav¨ªa es posible imaginar al bandido Fendetestas salteando los caminos de la fraga (en la foto, el r¨ªo Eume) como lo hac¨ªa en 'El Bosque Animado' de Wenceslao Fern¨¢ndez Florez.ferdinando valverde (Getty)La cuenca alta del r¨ªo Nal¨®n, en el concejo asturiano de Caso, guarda entre sus barranqueras los asilvestrados bosques de Redes (en la foto). Hayedos, robledales y casta?ares, que anta?o contribuyeron al sostenimiento del mundo rural y que ahora forman un valioso ecosistema poblado de osos pardos, lobos, rebecos y urogallos.David Santiago Garcia (Getty)El Moncayo surge como una ¨ªnsula atl¨¢ntica en medio del mediterr¨¢neo, pero no se ba?a en aguas sino en bosques. Una monta?a de apretados hayedos circundada de encinares, olivares y vi?edos. Un lugar m¨¢gico sacralizado por los habitantes de sus faldas, que buscaron en sus umbr¨ªas el silencio espiritual.David Santiago Garcia (Getty)El puerto de Palombera corona el oto?o dorado de los bosques del r¨ªo Saja. Una vieja masa boscosa, que vio cruzar por sus sendas a aquellos foramontanos que salieron de sus valles c¨¢ntabros, para ocupar la Castilla reconquistada del a?o 1000 (en la foto cascada junto al Pozo de la Arbencia, en el parque natural Saja-Besaya).F. J. Sobrino (age fotostock)El oto?o colorea los montes del macizo de Ayll¨®n, a caballo entre Segovia y Guadalajara, donde habita un hayedo (en la imagen) al que bautizaron por sus tejos. Un relicto bosque de hayas salpicado de oscuros tejos, que sobrevive al paso del tiempo en unas latitudes en las que no deber¨ªa tener cabida.Jos¨¦ Luis Vega (Getty)Los altos del valle aragon¨¦s de Hecho se coronan con un viejo bosque de hayas y abetos, donde el pino negro pinta sus cumbreras. La retorcida foz de la Boca del Infierno remonta el r¨ªo Arag¨®n Subord¨¢n hasta sus nacederos, donde las monta?as encierran esta selva pirenaica salvada de las hachas por su inaccesible situaci¨®n.Antonio Real (age fotostock)La sierra de Cameros esconde en la cabecera fluvial del r¨ªo Iregua (en la foto) un hermoso hayedo, librado del pastoreo tradicional de La Mesta. Rodeados de praderas subalpinas ganadas a los bosques tras siglos de trashumancia ganadera con Extremadura, estos hayedos suponen los ¨²ltimos bosques h¨²medos aut¨®ctonos de la comarca riojana.Alberto Loyo (getty)Los primeros pasos del r¨ªo Nervi¨®n quedan escondidos entre las frondas boscosas del hayedo de Santiago, hasta precipitarse desde los despe?aderos de la sierra Salvada sobre las vegas del alav¨¦s valle de Arrastaria. Este nombrado Salto del Nervi¨®n se considera la ca¨ªda de agua m¨¢s alta de Espa?a, alimentada en su nacencia por las continuas nieblas que descargan su llanto sobre los predios boscosos.CESAR MANSO (Getty)