294 kil¨®metros por explorar
Desde que en 1919 se inauguraran los primeros 3,5 kil¨®metros de Metro de Madrid el suburbano no ha parado de crecer. ?Hasta d¨®nde llegar¨ªa si junt¨¢ramos los casi 300 kil¨®metros de las 12 l¨ªneas de la red?
- 300kmC¨¢ceres
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- 301kmTeruel
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- 284kmTarazona
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- 288kmLa Alberca
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- 294kmCasares de las Hurdes
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- 296kmLinares
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- 300kmRequena
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- 278kmAlbarrac¨ªn
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- 295kmRi¨®par
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- 286kmCarri¨®n de los Condes
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- 284kmSedano
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- 284kmCari?ena
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- 296kmArnedillo
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- 290kmAlcal¨¢ del J¨²car
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- 292kmPineda de la Sierra
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- 298kmFuencaliente
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- 295kmCintru¨¦nigo
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- 295kmFermoselle
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- 284kmBriviesca
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- 281kmAdemuz
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294 kil¨®metros ¨Clos que tiene la red de Metro de Madrid¨C es la distancia que separa Madrid de C¨¢ceres, Albarrac¨ªn (Teruel), La Alberca (Salamanca) o Linares (Ja¨¦n), por citar algunos puntos. Pero hay muchos m¨¢s. Te invitamos a este viaje por Espa?a a trav¨¦s de 20 paradas indispensables para amantes de la cultura, la gastronom¨ªa y la naturaleza en este radio de influencia.
C¨¢ceres
Dulces de convento en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad (300 kms)
A tres horas en coche de Madrid se encuentra C¨¢ceres, donde nos espera uno de los conjuntos monumentales m¨¢s espectaculares de Espa?a. Su ciudad vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, est¨¢ repleta de edificios con siglos de historia que se suceden entre calles y plazas empedradas. Lo mejor es recorrer sin rumbo y sin prisas este entramado urbano que nos traslada al medievo y a la ¨¦poca renacentista. Lo atestiguan los 1.238 escudos de piedra que adornan el interior y el exterior de sus palacios, iglesias y casas se?oriales, lo que la convierten en una de las ciudades europeas con mayor riqueza her¨¢ldica. Para retomar fuerzas, una parada en Atrio (dos estrellas Michelin). En este templo de la gastronom¨ªa ubicado en el coraz¨®n del casco antiguo, el chef To?o P¨¦rez convierte en arte platos donde no faltan el cordero, las setas, el cerdo ib¨¦rico o la Torta el Casar. Su bodega, una de las mejores del mundo, atesora aut¨¦nticas joyas como el Ch?teau d'Yquem de 1806, un vino cuyo precio en carta ha llegado a superar los... ?300.000 euros! Y una recomendaci¨®n para los golosos: probar alguno de los postres que elaboran las religiosas en los conventos de la ciudad, y que cuentan hasta con una feria de dulces conventuales.
Teruel
Una leyenda de amor en la ciudad del mud¨¦jar... y que no falte el jam¨®n (301 km)
?Es posible que una capital de provincia de apenas 35.000 habitantes cuente con el mayor parque paleontol¨®gico de Europa, con cuatro monumentos declarados patrimonio de la humanidad y hasta con aeropuerto? Son algunas de las sorpresas que nos depara Teruel, la ciudad de los Amantes, cuyo amor tr¨¢gico se recuerda cada a?o en febrero. Ese mes, sus calles vuelven al siglo XIII y sus vecinos y visitantes se vuelcan en la celebraci¨®n de Las bodas de Isabel de Segura. Hasta un postre (los suspiros de amante) rinde homenaje a aquellos desdichados enamorados que murieron de amor. La monumentalidad del arte mud¨¦jar adquiere en Teruel su m¨¢ximo esplendor: basta con ver la catedral o las torres de San Mart¨ªn, El Salvador y San Pedro. La huella de la Guerra Civil, que golpe¨® con especial crudeza esta peque?a ciudad, tambi¨¦n est¨¢ muy presente en forma de trincheras, b¨²nkeres, l¨ªneas fortificadas y fosas comunes que conforman el espacio al aire libre dedicado a la Batalla de Teruel. En este viaje tampoco puede faltar un buen plato de jam¨®n, un producto que aqu¨ª lleva el sello de denominaci¨®n de origen.
Tarazona
Paco Mart¨ªnez-Soria vive junto al Moncayo (284 km)
Con el macizo del Moncayo como tel¨®n de fondo, el skyline m¨¢s caracter¨ªstico de Tarazona es el que forman sus tres edificios emblem¨¢ticos: la catedral de Santa Mar¨ªa de Huerta, una joya g¨®tico-mud¨¦jar; la impresionante fachada renacentista de su ayuntamiento y las casas colgadas sobre la vega del r¨ªo Queiles. El patrimonio arquitect¨®nico y monumental de esta localidad aragonesa que forma parte del Camino de Santiago es extenso. ?Sabes que Tarazona cuenta con una plaza de toros octogonal, construida en el siglo XVIII? ?Y que aqu¨ª naci¨® el m¨ªtico Paco Mart¨ªnez-Soria? Un museo situado en el Teatro Bellas Artes recuerda al popular actor mediante una exposici¨®n permanente. Su huella tambi¨¦n est¨¢ presente en el Festival de Cine de Comedia que lleva su nombre y que cada verano trae a Tarazona a algunos de los actores imprescindibles del g¨¦nero.
La Alberca
El gorrino que anda suelto por las calles (288 km)
No es casualidad que La Alberca, en plena Sierra de Francia (Salamanca), fuera el primer pueblo espa?ol declarado conjunto hist¨®rico-art¨ªstico en 1940. Sus calles parecen un decorado perfecto que le otorgan ese aspecto pintoresco que cautiva a quien pasea por ellas. Su arquitectura tradicional se refleja en edificios de piedra y madera, muchos de ellos de origen medieval. Otro de los puntos fuertes de La Alberca, adem¨¢s de su entorno natural (imprescindible escaparse por el valle de Las Batuecas y recorrer sus senderos), es la gastronom¨ªa: su jam¨®n merece un monumento. Ser¨¢ por eso que, durante siete meses, un marrano anda a sus anchas por las calles de la localidad. Es el cerdo de San Ant¨®n, que permanece suelto por el pueblo desde el 13 de junio hasta enero, cuando se sortea. Son los propios vecinos quienes le alimentan e incluso le cobijan por la noche, llegado el caso.
Casares de las Hurdes
Un campanario sin iglesia en el coraz¨®n de Las Hurdes (294 km)
Un campanario a pie de calle, sin iglesia y separado del suelo por apenas nueve pelda?os. Aunque suene a broma, esta rareza sorprende a todo aquel que recorre las calles de piedra que configuran Casares de las Hurdes. Dos campanas coronan este singular monumento, emblema de esta localidad hurdana en la que se respira una atm¨®sfera de otro tiempo. Para contemplar el paisaje caracter¨ªstico de esta comarca cacere?a, una buena opci¨®n es acercarse hasta el Balc¨®n de las Hurdes, un mirador natural en el que conviene llevar a mano la c¨¢mara de fotos (o el tel¨¦fono m¨®vil, aunque la cobertura va y viene por esta zona monta?osa). Antes de abandonar el lugar, es casi obligado comprar miel o alguna pieza de artesan¨ªa. Un centro de interpretaci¨®n recuerda la importante vinculaci¨®n de la localidad con esta actividad.
Linares
La huella de Raphael en una ciudad minera (296 km)
M¨¢s de 400 objetos y documentos originales vinculados al int¨¦rprete de El Tamborilero (por mencionar alguno de sus hits) conforman el Museo de Raphael, una de las propuestas m¨¢s originales que ofrece Linares a sus turistas. El legendario int¨¦rprete naci¨® en esta localidad andaluza en 1943 y se implic¨® personalmente en la creaci¨®n de este espacio, que recuerda su vida y obra. El patrimonio industrial y minero es otra de las se?as de identidad del municipio. Tambi¨¦n su aceite de oliva virgen extra, cuyo aroma impregna el entorno. Y el flamenco, claro. Aqu¨ª se celebra desde hace m¨¢s de 50 a?os el Concurso Nacional de Tarantas, una cita que es referente para los amantes del g¨¦nero.
Requena.
Una red de cuevas con olor a vino (300 km)
Uno de los secretos mejor guardados de Requena se encuentra en sus entra?as. Bajo la plaza de la Villa se suceden 22 cuevas de ¨¦poca musulmana que tejen una red de t¨²neles visitables. Las grutas que conforman este itinerario subterr¨¢neo est¨¢n muy vinculadas a otro elemento imprescindible en la vida de Requena: el vino. La mayor¨ªa de ellas se utilizaba como silo y almac¨¦n de tinajas con esta bebida. Ya en la superficie, es posible visitar alguna de las numerosas bodegas que se extienden a lo largo del t¨¦rmino municipal y completar la Ruta del Vino. Son m¨¢s de 18.000 hect¨¢reas de vi?edos donde se produce, adem¨¢s, el ¨²nico cava de la Comunidad Valenciana. La tradici¨®n vin¨ªcola de Requena tambi¨¦n se refleja en su Fiesta de la Vendimia, la m¨¢s antigua de Espa?a. Otra cita obligada para los paladares gourmet tiene lugar en febrero, cuando se celebra la Muestra del Embutido Artesano y de Calidad.
Albarrac¨ªn
Bajo las estrellas en un lugar de cuento (278 km)
Por m¨¦ritos propios, hace a?os que Albarrac¨ªn ocupa un puesto destacado entre los pueblos m¨¢s bonitos de Espa?a. Pasear por sus calles y cuestas, repletas de casas nobles, palacios y templos, es una delicia solo comparable al impresionante entorno que rodea al pueblo. Los Montes Universales y el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno invitan a completar decenas de excursiones por estos parajes salpicados de agua: aqu¨ª nacen los r¨ªos
Guadalaviar, Tajo y Cabriel. M¨¢s all¨¢ de sus murallas y de su pintoresco casco hist¨®rico medieval, otro de los tesoros de Albarrac¨ªn est¨¢ en su cielo, uno de los m¨¢s limpios de la pen¨ªnsula. Contemplar las estrellas en este rinc¨®n de la provincia de Teruel es un espect¨¢culo. Y una propuesta m¨¢s: conocer el Museo de Juguetes, con m¨¢s de 2.000 objetos de los siglos XIX y XX. La sala treinta?eros es una oda a la nostalgia.
Ri¨®par
Unas f¨¢bricas pioneras que impuls¨® Carlos III (295 km)
La primera f¨¢brica de bronce y lat¨®n de Espa?a (y la segunda de Europa) abri¨® sus puertas a finales del siglo XVIII en Ri¨®par, cuando el rey Carlos III autoriz¨® su puesta en marcha. Fue un ambicioso proyecto personal que supuso, adem¨¢s, la creaci¨®n de un pueblo entero. De aquella instalaci¨®n pionera en la industria metal¨²rgica espa?ola salieron en 1869 los primeros cartuchos Remington producidos en Espa?a. Son algunas de las curiosidades que el visitante puede conocer en el Museo de las Reales F¨¢bricas, que conserva algunas de las mejores piezas de artesan¨ªa en bronce del mundo. La naturaleza es otro de los secretos de Ri¨®par, que cuenta con la ¨²nica zona de protecci¨®n especial de la provincia de Albacete. En un espectacular paraje de agua y cascadas se sit¨²an los chorros del r¨ªo Mundo y el nacimiento de este caudal.
Carri¨®n de los Condes
Batalla de naranjas en pleno invierno palentino (286 km)
Un buen punto de partida para conocer la comarca de Tierra de Campos, en Palencia, es Carri¨®n de los Condes. La localidad rebosa arte rom¨¢nico en sus calles y edificios, algunos tan soberbios como el pantocr¨¢tor de la iglesia de Santiago (siglo XII). En el municipio se celebran fiestas y tradiciones que justifican una visita. La m¨¢s vistosa tiene lugar en el Corpus, cuando se acerca el verano: las alfombras de flores cubren las calles del pueblo, que se llena de colorido gracias a estos tapices perecederos. Unos meses antes, el d¨ªa de San Blas (3 de febrero), los ni?os de Carri¨®n de los Condes participan en una batalla campal de naranjas despu¨¦s de hacer rodar la fruta por una era situada delante de la iglesia. La leyenda sit¨²a esta tradici¨®n en la ¨¦poca de El Cid. Ese mismo d¨ªa se comen los lazos o cuellos de San Blas, unos dulces que las monjas clarisas elaboran solamente para esta festividad.
Sedano
Ruta por los d¨®lmenes m¨¢s importantes de Europa (284 km)
Sedano no es solamente el lugar de retiro y descanso al que acud¨ªa el escritor Miguel Delibes (existe un espacio muse¨ªstico que recuerda su vinculaci¨®n con el pueblo). El conjunto de d¨®lmenes de esta zona de Burgos es uno de los m¨¢s importantes de Europa occidental. Su origen se remonta a 5.000 a?os, y algunos se han restaurado y se?alizado para facilitar la visita tur¨ªstica. Para conocer todos los detalles de estos d¨®lmenes, vale la pena acercarse al aula arqueol¨®gica que hay en la localidad. En lo alto del municipio, justo detr¨¢s de la iglesia g¨®tica de Santa Mar¨ªa, una senda nos conduce a una necr¨®polis medieval compuesta por unas tumbas perforadas en la roca. Otra excursi¨®n obligada es la que nos asoma al Ca?¨®n del Ebro, una impresionante formaci¨®n geol¨®gica que nos dejar¨¢ sin aliento. No apto para quien padezca v¨¦rtigo.
Cari?ena
Donde el vino lo es (casi) todo (284 km)
Cari?ena es sin¨®nimo de vino y bodegas. Tal es as¨ª, que durante la Fiesta de la Vendimia el agua est¨¢ vetada en la fuente de la Mora, de cuyos chorros brota vino a borbotones. Es una de las curiosas estampas que ofrece esta localidad de Zaragoza, cuna de la denominaci¨®n de origen Campo de Cari?ena, la m¨¢s antigua de Arag¨®n. La vida de esta ciudad, pasada y presente, gira en torno a una bebida que aqu¨ª lo es todo: basta con recorrer alguna de las numerosas bodegas instaladas en su t¨¦rmino municipal. En esta ruta del vino por Cari?ena aguardan catas, tratamientos de vinoterapia, paseos entre vi?edos y, por supuesto, un museo del vino que muestra la historia de este producto en la comarca a trav¨¦s de una exposici¨®n permanente de 600 objetos. La cultura es otra de las se?as de identidad de Cari?ena, con un sinf¨ªn de edificios y monumentos en forma de palacios, torres e iglesias a lo largo de su casco urbano, muchos de ellos de estilo g¨®tico y renacentista. Hasta 16 senderos, algunos de ellos entre vi?edos, atraviesan la zona. Perderse por estos caminos vale la pena. Dos ¨²ltimas recomendaciones: ver la plaza de Espa?a, una de las m¨¢s famosas de Arag¨®n, y subir hasta la ermita de la Virgen de Lagunas, de estilo barroco con elementos mud¨¦jares.
Arnedillo
Relax entre aguas termales (296 km)
Las aguas termales son el principal reclamo tur¨ªstico de Arnedillo, en La Rioja. Con una temperatura constante de 52 grados, sus propiedades medicinales son reconocidas desde hace siglos. Para disfrutarlas, lo mejor es acudir al balneario situado en el mismo pueblo o darse un ba?o en los manantiales que brotan en la margen del r¨ªo Cidacos, conocidos como las Pozas. Arnedillo est¨¢ situado en el valle del Cidacos, declarado en 2003 Reserva de la Biosfera por la Unesco. Para descubrirlo, hay que recorrer los senderos que atraviesan la zona. Estos caminos desembocan en lugares impresionantes como el mirador del Buitre, ¨²nico en Europa para la observaci¨®n de aves rapaces: una videoc¨¢mara situada en las rocas capta im¨¢genes reales del comportamiento de la colonia del buitre leonado y sus pollos. Los m¨¢s valientes pueden animarse a practicar escalada en algunas de las 200 v¨ªas sobre las rocas adaptadas a todos los niveles.
Alcal¨¢ del J¨²car
Una joya entre barrancos (290 km)
Unas casas-cueva visitables (con un museo incluido y hasta bares en su interior) sorprenden a quien recorre las calles de Alcal¨¢ del J¨²car, declarado conjunto hist¨®rico-art¨ªstico por motivos obvios. Con sus casas encaramadas sobre una roca asomada al r¨ªo J¨²car, este destino de la provincia de Albacete desprende un sabor ¨²nico. El paisaje que forma el entorno del r¨ªo y el sosiego que se respira entre sus callejas estrechas y empinadas que ascienden hasta el castillo ¨¢rabe, vigilante en lo alto, atrapan al viajero desde el primer instante. El interior del pueblo est¨¢ perforado por una red de cuevas, conectadas entre s¨ª y que ocultan asombrosas vistas del r¨ªo y el valle, como en la cueva del Diablo. Otra parada obligada es en las cuevas de Masag¨®. Aqu¨ª se puede visitar el Museo de F¨®siles, con una de las mayores colecciones de f¨®siles de toda Espa?a gracias a sus 600 piezas. ?Algunas tienen m¨¢s de 400 millones de a?os! Tambi¨¦n es curiosa la plaza de toros, una de las m¨¢s antiguas y extra?as de Espa?a, debido a su forma irregular que recuerda a los cosos romanos en los que combat¨ªan los gladiadores. Cualquier ¨¦poca del a?o es buena para descubrir un municipio que, en Semana Santa, regresa a la Edad Media con un mercado medieval donde sobresale la artesan¨ªa de autor. Ya fuera del casco urbano, la naturaleza lo envuelve todo. Basta con adentrarse por las sendas del Parque Natural Hoz del J¨²car, con el r¨ªo encajonado entre barrancos de hasta 100 metros de altura, para comprobarlo.
Pineda de la Sierra
Nieve y naturaleza para huir del estr¨¦s (292 km)
En plena sierra de la Demanda, donde se levantan las cimas m¨¢s altas de Burgos, se ubica Pineda de la Sierra. La naturaleza y la nieve forman parte de la personalidad de este pueblo declarado conjunto hist¨®rico que cuenta con algunos de los edificios rom¨¢nicos mejor conservados de la provincia. Para conocer los parajes que configuran esta zona monta?osa, lo suyo es recorrer la v¨ªa verde del ferrocarril minero, un espectacular trazado que atraviesa todo el t¨¦rmino municipal. En invierno, la nieve integra el paisaje cotidiano de la localidad, que cuenta con la antigua estaci¨®n de esqu¨ª de Valle del Sol. Este rinc¨®n es ideal para pasar un d¨ªa jugando entre trineos, mu?ecos de nieve, lanzarse bolas o hacer traves¨ªas con raquetas alejados de masificaciones. Un gusto.
Fuencaliente
Aguas medicinales y caras tiznadas (298 km)
Los manantiales de aguas termales dan origen al nombre de esta localidad, ubicada en el l¨ªmite de las provincias de Ciudad Real y C¨®rdoba. Sumergirse en las aguas de su balneario es la soluci¨®n perfecta para relajarse y revitalizar el cuerpo. Otra buena idea para recargar las pilas es completar alguna ruta por el parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, justo donde se encuentra el pueblo. Entre las sorpresas que nos depara la excursi¨®n destacan las pinturas rupestres de la Batanera y Pe?a Escrita, declaradas monumento hist¨®rico-art¨ªstico en 1924 y que ya aparecen en El Quijote. Algunos expertos consideran a esta ¨²ltima como la peque?a Capilla Sixtina del arte rupestre esquem¨¢tico en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. En febrero, el fin de semana m¨¢s pr¨®ximo al d¨ªa 1, la localidad celebra la fiesta de La Candelaria, tambi¨¦n conocida como el D¨ªa del Tizne: los vecinos se manchan la cara con corchos quemados antes de participar en una gran hoguera, con concurso de migas incluido.
Cintru¨¦nigo
De la huerta a la mesa (295 km)
Cintru¨¦nigo es sin¨®nimo de buen comer y de tradiciones arraigadas. Los paladares exigentes lo tienen f¨¢cil: el vino, el aceite y las verduras (de manera especial los esp¨¢rragos y las alcachofas) son un bocado obligatorio. Tambi¨¦n las trenzas de la virgen, un dulce elaborado a base de caramelo que se prepara el 24 de enero. Algunas semanas m¨¢s tarde, en Carnaval, los zarramusqueros toman las calles de la localidad con sus m¨¢scaras grotescas con una misi¨®n principal: rociar con agua tintada de azul a quien no lleve disfraz. As¨ª que m¨¢s vale vestir con el atuendo adecuado para salir indemne de esta batalla. Para completar esta visita, un paseo por su casco antiguo nos acercar¨¢ a sus numerosas casas-palacio con blasones, casi todas ellas levantadas entre los siglos XVII y XVIII.
Fermoselle
En barco por el r¨ªo Duero (295 km)
La capital del parque natural de Arribes del Duero desprende magia a cada paso. No solo en sus pintorescas calles y plazas, que configuran uno de los destinos m¨¢s hermosos de la provincia de Zamora. Su entorno, de una riqueza paisaj¨ªstica y natural may¨²scula, alcanza su m¨¢xima expresi¨®n en los Arribes. Cuevas, cascadas, cortados y bosques dan forma a unos parajes que cautivan a todo aquel que los conoce. Una manera original de sumergirse en ellos es en un crucero fluvial a trav¨¦s de un tramo del r¨ªo Duero. Adem¨¢s de llevar a mano la c¨¢mara de fotos, es muy recomendable hacerse con unos buenos prism¨¢ticos para admirar m¨¢s de cerca la grandeza de estos fiordos entre los que transcurre, encajonado, el cauce fluvial. Por cierto, los vinos que se cr¨ªan en esta zona son deliciosos.
Briviesca
Almendras garrapi?adas entre piedras centenarias (284 km)
En Briviesca, el D¨ªa de la O da la bienvenida a la Navidad; el chorizo no falta para despedir la Cuaresma (hasta celebran una fiesta en la que el choricillo es protagonista) y las almendras garrapi?adas hacen furor tanto en la localidad como fuera de ella ya que, con permiso del lechazo, son uno de sus productos estrella. El patrimonio arquitect¨®nico es otro de los grandes activos de esta poblaci¨®n de Burgos. La excolegiata de Santa Mar¨ªa y el conjunto monumental de Santa Clara son dos lugares de visita obligada. Esta ¨²ltima iglesia alberga un retablo renacentista al que se le conoce como "El Escorial de los retablos", una obra ¨²nica en su g¨¦nero sin comparaci¨®n con cualquiera parecida. Pero hay mucho m¨¢s en Briviesca. Lo comprobaremos al pasear por su casco antiguo de origen medieval, en el que se suceden palacios, casas blasonadas, templos y numerosos rincones que evocan tiempos ya pasados pero, a la vez, llenos de vida. La Plaza Mayor es el mejor ejemplo de la vitalidad del municipio. En el punto neur¨¢lgico de la ciudad se alza uno de los iconos del lugar, su templete modernista.
Ademuz
Naturaleza y medievo en un curioso enclave valenciano (281 km)
La naturaleza es el principal sello de identidad de Ademuz, la capital del peculiar Rinc¨®n de Ademuz, un enclave valenciano situado entre Teruel y Cuenca. Son muchos los lugares de inter¨¦s, tanto culturales como naturales, que ofrece este destino. Algunos de ellos son muy curiosos, como sucede con el Museo del Pan. Est¨¢ ubicado en la aldea de Mas del Olmo y en fechas se?aladas a¨²n se cocina pan en su horno. Otra tradici¨®n peculiar tiene lugar en Nochebuena: son los cantos de las albadas que interpretan los quintos en numerosas casas del pueblo. Ya en el casco antiguo de Ademuz, de calles muy estrechas y casas encajonadas, se mantiene intacto el sabor medieval al pasear entre sus edificios. La ermita de la Virgen de la Huerta, del siglo XIV, merece una menci¨®n especial ya que es una de las joyas de la arquitectura religiosa valenciana. Durante el recorrido por Ademuz, el viajero se topar¨¢ con tres antiguos molinos y con establecimientos donde adquirir delicias locales como el alajuz, un dulce elaborado con almendras, miel y pan rallado, o cualquier tarta elaborada con manzana, que aqu¨ª es extraordinaria. Para recargar energ¨ªa en el camino, son muy recomendables las gachas (hechas con harina de ma¨ªz) y el empedrao (un potente guiso a base de arroz, alubias y carne de cerdo). Y por supuesto, es indispensable llevar a mano la c¨¢mara de fotos para retratar los imponentes paisajes del entorno, como Pico Castro y el Cerrellar. Desde aqu¨ª se puede contemplar una panor¨¢mica impresionante
Esta noticia, patrocinada por Metro de Madrid, ha sido elaborada por un colaborador de EL PA?S.